La vicepresidenta tercera del Congreso Gloria Elizo dejará la dirección de Podemos

"Hay que ir dejando paso a los nuevos" y "normalizar los cambios". Así justifican desde el entorno de la todavía dirigente de Podemos y vicepresidenta tercera del Congreso Gloria Elizo su "divorcio" orgánico con el partido. La que fue máxima responsable del equipo legal de Podemos y miembro de la ejecutiva del partido dejará sus funciones en la dirección a partir del próximo 21 de marzo, cuando se renovarán los órganos en la tercera asamblea estatal del partido. Elizo no concurrirá en ninguna de las listas que se presentarán a este proceso interno para revalidar los cargos y en el que Pablo Iglesias aspira a un tercer mandato como secretario general.

Elizo es la única dirigente de la ejecutiva de Pablo Iglesias que no optará a la reelección. Su elección para ocupar reiteradamente la Mesa del Congreso desde la primera legislatura en la que Podemos entró en las instituciones da cuenta de su peso dentro del grupo parlamentario, si bien a nivel orgánico se ha visto distanciada durante los últimos meses por diferencias entre el equipo de Legal y el de Organización. Con todo, el pasado mes de junio se mantuvo en la ejecutiva -Consejo de Coordinación Estatal- cuando se remodelaron dos tercios de esta con caras nuevas y cambios de funciones. El caso de Elizo pasó a asumir la secretaría de políticas contra la corrupción.

La lista liderada por Pablo Iglesias en la tercera asamblea del partido cuenta con nuevas incorporaciones como las del líder de la confluencia catalana, Jaume Asens, quien también ha sustituido al secretario general en la presidencia del grupo parlamentario, la portavoz de los comuns en el Parlament y futura candidata Jessica Albiach, la portavoz en la Asamblea de Madrid Isabel Serra o al jefe de gabinete de la vicepresidencia segunda del Gobierno José Julio Rodríguez, quien fuera Jefe del Estado Mayor de la Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero. Todos los miembros del Gobierno también forman parte de la lista encabeza por Iglesias y que, a la espera de que se supere la barrera de los avales, cuando con diez competidores para la secretaría general.

La tercera asamblea estatal del partido, que culminará el 21 de marzo con un encuentro con la militancia y la publicación de los resultados de las votaciones, cambiará de ubicación para simbolizar la nueva fase como partido del Gobierno y desprenderse del aura fratricida de las luchas internas que pesan sobre Vistalegre II. Se celebrará en la Cubierta de Leganés en lugar del Palacio de Vistalegre. Este espacio, además, también se convirtió en el animal mitológico de Vox, ya que los de Santiago Abascal se situaron en el radar mediático tras llenarlo en un multitudinario mitin en octubre de 2018, antes de las elecciones andaluzas. Gesta que volvieron a repetir un año después con un nuevo peregrinaje masivo de sus seguidores a Vistalegre, acabando por asociar su éxito de convocatoria al espacio que había dado nombre a las asambleas de Podemos.

Ana Marcello (Secretaría de Círculos y Participación), Ana Domínguez (Memoria Democrática), Sofía Castañón (Secretaría de Feminismos), Juanma del Olmo (Secretaría de Comunicación), Rafa Mayoral (Secretaría de Sociedad Civil y portavoz) y Alberto Rodríguez (Secretaría de Organización) formarán el equipo técnico encargado de organizar la tercera asamblea ciudadana del partido y dotar de un reglamento y protocolo de candidaturas. Un equipo de seis personas que tendrá el objetivo de pilotar la organización de un congreso que busca ampliar las bases de la formación, extender su implantación territorial —tras la asamblea estatal, se celebrarán las autonómicas—, ayudar en las tareas de gobierno y reforzar la unidad con las confluencias y organizaciones aliadas, principalmente Izquierda Unida, de cara a conformar un "bloque histórico del cambio".

Sobreponiéndose al capítulo de Vistalegre II y situando las luchas internas en una etapa que forma parte del pasado, desde Podemos se pretende poner a punto la organización, potenciando estos nuevos liderazgos, para acompañar en las tareas de gobierno, dado que sus principales cargos están en puestos de responsabilidad en el Ejecutivo de coalición progresista. Un acompañamiento que también se realizará desde el grupo parlamentario, tratando de tener una pata en las instituciones y otra en la calle, junto a la sociedad civil. Y es que se considera que el empuje de los movimientos sociales será crucial para conseguir conquistas sociales más ambiciosas que las que Unidas Podemos puede arrancar formando parte de un Gobierno en minoría.