David Gistau, el más brillante articulista de su generación
Le operaron en noviembre después de ingresar por un fuerte dolor cerebral cuando practicaba boxeo en un gimnasio de Madrid. Tenía 49 años. Amaba el periodismo
Era un reportero. Siempre se sintió un reportero. Consiguió ganarse la vida, el oficio e incluso la fama como columnista; pero lo que en realidad le gustaba era salir a la calle y empaparse de una historia. Amaba el periodismo y el boxeo. Era el mejor.
David Gistau, el más brillante articulista de su generación, ha fallecido a los 49 años. Con su muerte, deja huérfano al articulismo español. Él representaba mejor que nadie lo moderno y lo clásico en sus columnas, siempre con estilo, punzantes y con información.
En la redacción de Pradillo, 42, la mítica redacción del diario 'El Mundo', el periódico al que había vuelto en 2018 tras una etapa entre 2005 y 2013, se sentía con espíritu de aventura. Tenía que probar y probarse. No quería decepcionar a quien había confiado en su talento: Francisco Umbral, que lo citaba en sus columnas en 'El Mundo' como joven con futuro.
Fue Pedro J. Ramírez el director que le fichó tras arrebatárselo a 'La Razón'. Gistau se convirtió en el abanderado de una nómina de 'jugones' del nuevo articulismo, al que luego seguirían Antonio Lucas, Manuel Jabois y Pedro Simón, mucho más que amigos, hermanos en la escritura en periódicos y lo más importante: en la vida... siempre al lado de David en el hospital desde que una fatídica tarde de noviembre padeciera un fuerte dolor cerebral practicando el 'box' en un gimnasio de Madrid.
Maestro de la crónica parlamentaria
Gistau empezó como guionista en televisión, fue corresponsal para 'La Razón' en Argentina (su mujer es de este país, tan amado por él) y enviado especial a Afganistán. Y en 'ABC', donde trabajó entre 2005 y 2013, gracias a la amistad (un sustantivo indispensable en su trayectoria) con Luis Enríquez, consejero delegado de Vocento, con quien coincidió en 'El Mundo' cuando Enríquez era directivo de Unidad Editorial, fue enviado especial en coberturas electorales y competiciones deportivas internacionales.
Era un Maestro de la crónica parlamentaria y disfrutaba del combate verbal en las tertulias en Cope con Carlos Herrera. Carlos Alsina confió en él para 'La Brújula'. Fue tertuliano fundador de La Cultureta de Onda Cero, cuando se emitía los viernes por la tarde/noche, y con la participación de Jabois y Rubén Amón. En este ya espacio de culto de la radio exhibía un intenso caudadl de memoria, conocimiento apasionado y agilidad verbal. Todo un prodigio.
Amigo personal de José Luis Garci (iban juntos a combates y el cineasta le invitó varias veces a su casa de Marbella), sentía una gran veneración por Manuel Alcántara. En el congreso sobre el columnismo que Teodoro León Gross, María Angulo y quien firma organizamos para la Fundación Manuel Alcántara de Málaga en enero de 2014 (en el que participaron cofrades jóvenes de la columna como Juan Soto Ivars, Lucas y Jabois, cuando todavía este estaba en 'El Mundo'), Gistau no paraba de hablar en una cena en el hotel MS Maestranza de combates clásicos con Alcántara (cronista oficial de boxeo en 'Marca' en la edad de oro de este 'noble arte'), de Fernando Vadillo, el cronista de 'As' de la misma época, y del Real Madrid, una de sus grandes pasiones.
Permanece tu talento, tus crónicas, tus reportajes, tus columnas, tu voz rotunda. Una pasión por la escritura. Eres el mejor
'Ruidos de fondo', 'Golpes bajos', 'Gente que se fue', 'A que no hay huevos', 'La España de ZP' y '¿Qué nos estás haciendo, ZP?' forman parte de su producción. La novela total, una ambición, todavía se le resistía. Tenía buenas historias en la recámara. Con los años hubiera sido un novelista colosal.
Era culto, pero no pedante; extrovertido con los suyos, gran conversador y amante de la vida. Adoraba a sus cuatro hijos. Había barajado tener una residencia en Málaga. Me lo dijiste en un maravilloso domingo madridí, entre chopos y calor de junio. En la Feria del Retiro me firmaste tu 'Gente que se fue'. "Camarada en la tripulación de los que escriben". Te vi más delgado y lucías sonrisa. "Hago ahora mucho boxeo y me encuentro muy bien, pero estoy algo cansado de Madrid".
El Tango 82
Nos despedimos porque justo en ese momento llegaba a la caseta Javier Aznar, el prologuista de tu último libro, una oda a las citas a ciegas, sesiones en los Renoir, Larry Bird y el Tango del 82, ese mismo que ahora veo en una de las estanterías de casa y que lleva el autógrafo de Juanito y Arconada, ídolos irremediables de nuestra generación EGB.
Te has ido demasiado pronto y estamos desolados, sin posibilidad de compartir más conversaciones sobre Hemingway, el reporterismo, los veranos en Comillas, el barrio de Salamanca, Cassius Clay y Kevin Keegan. Sabes que has sido modelo para muchos jóvenes periodistas. Querían y quieren ser como tú, igual que le pasa a Rubén Amón ... y a mí, pues claro.
Permanece tu talento. Y tus crónicas, tus reportajes, tus columnas, tus tertulias en la radio. La voz rotunda. Una pasión por la escritura. Eres el mejor.
Era un reportero. Siempre se sintió un reportero. Consiguió ganarse la vida, el oficio e incluso la fama como columnista; pero lo que en realidad le gustaba era salir a la calle y empaparse de una historia. Amaba el periodismo y el boxeo. Era el mejor.