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El consejo general de Cs 'tumba' a los críticos: ni baronías ni más peso para las CCAA
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SALE ADELANTE LA PONENCIA ORIGINAL

El consejo general de Cs 'tumba' a los críticos: ni baronías ni más peso para las CCAA

Una abrumadora mayoría aprobó la ponencia elaborada por la gestora y rechazó la única enmienda que pedía aumentar los contrapesos y que los territorios elijan a sus líderes

Foto: El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas (c), durante una reunión de la gestora. (EFE)
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas (c), durante una reunión de la gestora. (EFE)

No hubo sorpresas. El consejo general de Ciudadanos —máximo órgano del partido entre congresos— aprobó en su reunión de este sábado la ponencia de estatutos original elaborada, en gran medida, por tres miembros de la gestora del partido: el todavía secretario de Organización, Fran Hervías; el secretario general del grupo parlamentario, José María Espejo; y el vocal secretario jurídico, Andrés Betancor. La votación no deja lugar a dudas: 105 votos a favor, uno en contra y una abstención. Ganó sin dificultades la propuesta del aparato que deja en manos de la ejecutiva nacional la elección de los líderes autonómicos y sus equipos.

La ponencia se enfrentó a una decena de enmiendas, aunque solo una fue de devolución y pedía un cambio de arriba abajo. La expuso el viceconsejero de Transparencia de Castilla y León, el exdiputado nacional, Fernando Navarro, que forma parte del núcleo duro de Francisco Igea, y que apostaba por que las estructuras autonómicas sean elegidas directamente por las bases y en los propios territorios. Los estatutos de la gestora siguen apostando por que el coordinador autonómico (máxima figura en cada comunidad) sea designado a dedo por la ejecutiva nacional, igual que el resto de integrantes de los comités autonómicos. “Es innegociable un cambio en la estructura”, repetían distintos miembros críticos del partido.

Foto: Parte de la gestora de Ciudadanos. A la derecha, el secretario de Organización en funciones, Fran Hervías. (EFE)

La misma enmienda incluía una fuerte crítica sobre la ausencia de separación de poderes y, en concreto, señalaba al hecho de que la comisión de garantías (una especie de juez dentro del partido que resuelve los conflictos) esté integrada por algunos miembros elegidos también por la dirección nacional. "La independencia del órgano que debe velar por el buen funcionamiento del partido no está garantizada", zanjaban.

Por otro lado, el texto de devolución pedía cambios en el régimen disciplinario propuesto, especialmente en lo que refiere a las faltas muy graves por manifestaciones públicas y opiniones que se consideran “desleales o contrarias” a los intereses de la propia formación. “No podemos considerar como delitos opiniones o discrepancias”, insistían los dirigentes menos afines a la dirección.

La enmienda contó con cinco votos a favor y varias abstenciones, aunque una mayoría evidente la tumbó. Era lo previsible, en todo caso. El consejo general actual ha sacado adelante todas las propuestas hechas desde la gestora por una amplia mayoría, demostrando que el núcleo de críticos tiene un peso muy relativo.

placeholder El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. (EFE)
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. (EFE)

Según ha podido saber este diario, fue esa enmienda la que desató los momentos más tensos de la cumbre naranja. El secretario general en funciones, José Manuel Villegas, reprochó “mala fe” y “ánimo de dañar al partido”. En lo que respecta al resto del debate, que solo duró dos horas y media aproximadamente, transcurrió dentro de la normalidad según explican distintos dirigentes presentes, a diferencia de lo que ocurrió el pasado noviembre cuando se produjo el debate más bronco que nunca había vivido un consejo general.

En lo que respecta a la estrategia, la apuesta de la ponencia inicial ya era volver a situarse como un partido de centro, con capacidad de llegar a acuerdos a izquierda y derecha y considerando "populismos" tanto a Podemos como a Vox, y salió adelante por unanimidad. Los sectores más críticos no pusieron pegas al conocer al documento, y reconocieron públicamente que era un buen punto de partida. El consejo general aprobó el texto por unanimidad.

No es definitivo: turno de la militancia

En realidad, lo sorprendente habría sido que el consejo general respaldara cambios de enjundia dentro de la ponencia inicial. Era previsible que el punto de vista de los críticos —representados en el cónclave por Navarro— no contaría con un apoyo amplio.

Foto: Reunión de la gestora de Ciudadanos con la dirección parlamentaria en el Congreso. (EFE)

Sin embargo, la decisión del consejo no es en absoluto definitiva. A partir de la próxima semana comenzará el trabajo de enmiendas de la militancia, donde las agrupaciones también podrán mostrar su descontento y plantear cambios en la ponencia. Las principales serán debatidas y votadas por los compromisarios directamente en la asamblea general de los días 14 y 15 de marzo.

Eso sí, los críticos entendían que la de este sábado era la primera oportunidad para testar los ánimos en el partido y voluntad de la gestora de abrirse a las discrepancias. Algunos asistentes eran muy pesimistas antes de que la reunión comenzara.

No hubo sorpresas. El consejo general de Ciudadanos —máximo órgano del partido entre congresos— aprobó en su reunión de este sábado la ponencia de estatutos original elaborada, en gran medida, por tres miembros de la gestora del partido: el todavía secretario de Organización, Fran Hervías; el secretario general del grupo parlamentario, José María Espejo; y el vocal secretario jurídico, Andrés Betancor. La votación no deja lugar a dudas: 105 votos a favor, uno en contra y una abstención. Ganó sin dificultades la propuesta del aparato que deja en manos de la ejecutiva nacional la elección de los líderes autonómicos y sus equipos.

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