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La percepción de que la economía irá a peor escala del 20% en la era Rajoy al 36% actual
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SEGÚN LOS BARÓMETROS DEL CIS

La percepción de que la economía irá a peor escala del 20% en la era Rajoy al 36% actual

Más de la mitad de los encuestados por el CIS califican asimismo la situación económica actual como mala o muy mala, frente a un escaso 6,2% que la considera buena o muy buena

Foto: Pedro Sánchez y Mariano a Rajoy, durante la moción de censura contra este último en 2018. (EFE)
Pedro Sánchez y Mariano a Rajoy, durante la moción de censura contra este último en 2018. (EFE)

El Gobierno de coalición progresista de socialistas y morados tendrá que lidiar con unas perspectivas económicas por parte de la población española poco o nada halagüeñas. La desconfianza arrecia, según los datos del último barómetro del CIS, correspondiente al mes de diciembre, dado que el porcentaje de españoles que consideran que la situación económica empeorará el próximo año asciende al 36,1%, situándose en valores cercanos a los registrados durante la crisis económica. Unos temores que ya comenzaron a percibirse en el barómetro de septiembre, cuando el 32,9% de los encuestados manifestó su sensación de que la economía iría a peor. La situación económica fue además uno de los asuntos que los principales partidos alentaron durante la campaña electoral del 10-N, debido a las alarmas sobre el riesgo de una recesión que encendieron algunos organismos internacionales.

Durante los últimos meses del Gobierno de Mariano Rajoy, el temor a un empeoramiento de la situación apenas alcanzaba al 20% de la población. Ahora, esta cifra ha escalado por encima del 36,1% y el nuevo Ejecutivo formado por PSOE y Unidas Podemos deberá ir más allá del mero relato para reducir el pesimismo, habida cuenta de la generalizada percepción de que la derecha gestiona mejor la economía que la izquierda.

Pedro Sánchez ha confeccionado un Ejecutivo con perfiles que representan claros guiños a los dictados económicos de Bruselas, y el propio el acuerdo programático firmado con Unidas Podemos hace hincapié en la estabilidad presupuestaria. La elección de ministros con perfiles económicamente ortodoxos, como el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que busca ser la cara que garantiza la sostenibilidad de las pensiones, o Arancha González Laya (Exteriores), suponen junto a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, una suerte de Troika. Perfiles técnicos de amplia trayectoria en organismos internacionales, como la Organización Mundial del Comercio, que representan mensajes de moderación para tranquilizar a los inversores, pero también al electorado más pesimista con los efectos económicos de la entrada de ministros morados en el Gobierno.

El núcleo del área económica está en manos de los socialistas, creando incluso una vicepresidencia económica para Calviño. Además, currículos como el de Escrivá, quien fue situado al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) por el responsable de Hacienda con Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, son difícilmente discutibles incluso para la oposición.

El barómetro de diciembre todavía no recoge el impacto entre el electorado de este tipo de perfiles tan económicamente ortodoxos. Tampoco el de la apuesta por el rigor presupuestario y fiscal, como volvía a insistir Pedro Sánchez en su comparecencia esta semana tras la celebración del primero Consejo de Ministros. Los datos del CIS reducen al 11,8% el porcentaje de españoles optimistas con el futuro económico, aunque en lo que respecta a la economía doméstica, las cifras mejoran: el 17,1% cree que su situación económica personal mejorará, frente a un 11,1% que piensa que empeorará y un 63,5% que vaticina que seguirá igual.

Foto: José Félix Tezanos, presidente del CIS, el pasado 11 de noviembre. (EFE)

Más de la mitad de los encuestados califica asimismo la situación económica actual como mala o muy mala, frente a un escaso 6,2% que la considera buena o muy buena y una mayoría del 42% que la tilda de regular. Quienes consideran que durante el último año mejoró la economía suben al 7,5%, aunque un 35,2% opina que ha ido a peor y un 54,8%, que se ha mantenido igual. La preocupación por los problemas de índole económica también sigue en ascenso. Incrementándose una décima con respecto al barómetro del mes anterior, bate el récord con el 30,5%, lo que supone volver a los niveles de 2014. Se trata del tercer problema para la población española, por detrás del paro (57,4%) y los políticos y los partidos (49,5%).

La reciente tregua en la guerra comercial entre EEUU y China o el acuerdo sobre el Brexit son, sin embargo, señales positivas en la coyuntura internacional que se entremezclan con otros vaticinios centrados en la economía española. Entre estos últimos, destaca el informe de perspectivas globales presentado este jueves por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), donde se señala que la economía española reducirá en tres décimas su crecimiento, aumentando así el PIB en un 1,9% durante este 2020, dos décimas más que la previsión del Banco de España según la revisión a la baja de sus estimaciones el pasado septiembre.

El Gobierno de coalición progresista de socialistas y morados tendrá que lidiar con unas perspectivas económicas por parte de la población española poco o nada halagüeñas. La desconfianza arrecia, según los datos del último barómetro del CIS, correspondiente al mes de diciembre, dado que el porcentaje de españoles que consideran que la situación económica empeorará el próximo año asciende al 36,1%, situándose en valores cercanos a los registrados durante la crisis económica. Unos temores que ya comenzaron a percibirse en el barómetro de septiembre, cuando el 32,9% de los encuestados manifestó su sensación de que la economía iría a peor. La situación económica fue además uno de los asuntos que los principales partidos alentaron durante la campaña electoral del 10-N, debido a las alarmas sobre el riesgo de una recesión que encendieron algunos organismos internacionales.

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