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Sánchez reduce el peso de Podemos y deja a Garzón y Castells sin números dos
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Sánchez reduce el peso de Podemos y deja a Garzón y Castells sin números dos

Tampoco ha engordado el organigrama que depende de sus otros cuatro ministerios y Trabajo pierde Formación Profesional para el Empleo, además de Seguridad Social y Migraciones

Foto: La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, entrega la cartera a Pablo Iglesias, nuevo vicepresidente segundo, este 13 de enero en el Ministerio de Sanidad. (Reuters)
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, entrega la cartera a Pablo Iglesias, nuevo vicepresidente segundo, este 13 de enero en el Ministerio de Sanidad. (Reuters)

El primer Gobierno de coalición desde la II República echa a andar. Sus 22 miembros, 17 del PSOE y cinco de Unidas Podemos, prometieron ayer lunes sus cargos ante el Rey —ortodoxia pura, nada de florituras—, se intercambiaron sus carteras en las sedes de sus departamentos. Y este martes se reúnen por primera vez en Consejo de Ministros. Los socialistas llevarán la batuta del nuevo Ejecutivo, por relieve cuantitativo y cualitativo. Las cinco carteras del total de 22 representan el 22,7% del total (21,7% si se cuenta al presidente, Pedro Sánchez), un porcentaje semejante al peso de los 35 escaños de UP sobre el conjunto de 155 diputados que suman ambos grupos (22,6%). El porcentaje se ajusta, sí, aunque meses atrás Podemos hacía la cuenta en relación con lo que suponían sus asientos en el Congreso respecto a los del PSOE, lo que habría elevado su cuota hasta el 29,17%. Pero Pablo Iglesias y los suyos han quedado de alguna manera diluidos en la composición diseñada por el jefe del Ejecutivo, dado el empaque que ha conferido al área económica del Gabinete y su orientación. Carmen Calvo y Nadia Calviño, la una al frente de la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, la otra al mando de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, llevarán el pulso del Gobierno.

A ese notablemente perfil inferior, se suma que dos de las carteras moradas no contarán con secretarías de Estado, como así refleja el decreto de estructura del Gobierno que este lunes publicó el 'Boletín Oficial del Estado' [aquí en PDF]. Se trata del Ministerio de Consumo, que dirige Alberto Garzón, y el de Universidades, al frente del que está Manuel Castells. Las otras carteras que se quedan sin este segundo escalafón en el organigrama son las de los socialistas Pedro Duque (Ciencia), Salvador Illa (Sanidad), José Manuel Rodríguez Uribes (Cultura) y Luis Planas (Agricultura).

Pablo Iglesias recibe su cartera de vicepresidente de manos de Carmen Calvo

Tampoco han podido engordar los morados el organigrama que depende de sus otros tres ministerios, de modo que Trabajo (Yolanda Díaz) se queda solamente con una secretaría de Estado, la de Trabajo y Economía Social, frente a las tres actuales, al desgajarse de Seguridad Social y Migraciones —que ahora pasan a manos de José Luis Escrivá—, e Igualdad (Irene Montero) mantiene la misma estructura. El ministerio morado de Trabajo se queda también sin las competencias de Formación Profesional para el Empleo. La Vicepresidencia Segunda de Pablo Iglesias será la más abultada, dado que tiene las competencias de Derechos Sociales y Agenda 2030 y al frente de cada una estará un secretario de Estado. El economista Nacho Álvarez para la primera y la diputada Ione Belarra para la segunda.

Del vicepresidente Iglesias sí dependen dos secretarías de Estado: Derechos Sociales, para Nacho Álvarez, y la Agenda 2030, para Ione Belarra


La creación de una cuarta vicepresidencia, la que pilota Teresa Ribera, frente a las tres que se habían previsto inicialmente, también supone una merma en la visibilidad del líder de Unidas Podemos. Pero si antes de la investidura solo parecían dibujadas tres vicepresidencias, la idea de engordar así el segundo escalafón del Ejecutivo no era nueva. Iglesias propuso a Sánchez en las fallidas negociaciones de julio que si una de las vicepresidencias del Gobierno recaía en un miembro de Unidas Podemos, se creasen tres vicepresidencias más para diluir el protagonismo de los morados que supuestamente asustaba a la Moncloa. Esto es, un total de cuatro vicepresidencias, como finalmente ha decidido el presidente Sánchez, siendo una de ellas para el líder de Unidas Podemos. El jefe del Ejecutivo señalaba el pasado domingo a los periodistas que siempre tuvo "claro" que habría cuatro vicepresidencias, para dar relieve a una de las prioridades de la legislatura, la lucha contra la emergencia climática y el reto demográfico, como tenía "claros" los nombres de los titulares de cada departamento. Sánchez también admitió que lo que había acordado con Iglesias era la estructura de las áreas gestionadas por los morados, no el organigrama de todo el Gabinete.

Protocolo pensado para evitar roces

Las barreras de contención a Unidas Podemos que Sánchez ha ido añadiendo al Gobierno de coalición son una suerte de cláusulas contra el temido 'efecto Salvini' y a medio plazo una ventaja frente a las luchas electoralistas que puedan darse a lo largo de la legislatura. Un blindaje que da cuenta de que, a diferencia de los pactos autonómicos, se teme que la fuerza minoritaria del Gobierno no acabe sucumbiendo electoralmente frente a quien lidera el Ejecutivo.

Ahora confluirán en el Gabinete perfiles opuestos, como los más apegados a la ortodoxia, como Escrivá o Laya, con los más alterglobalizadores

El protocolo de coordinación y funcionamiento firmado por ambos partidos, en el que hasta se pacta la gestión de las discrepancias y se traza una estrategia comunicativa conjunta, va en esta misma línea y deja entrever las desconfianzas mutuas que deberán ir limando ambas formaciones a medida que se engrase el Ejecutivo y avance la legislatura. Lo es también la elección de perfiles ortodoxos en el plano económico y alineados con los dictados fiscales de Bruselas, como es el caso de Arancha González Laya (Exteriores) y José Luis Escrivá Belmonte (Seguridad Social), que se suman al de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Un auténtico muro de contención y contrapeso frente a una socialdemocracia más clásica de los podemistas y sus pretensiones de renegociar o directamente desobedecer los objetivos de déficit.

Toman posesión los ministros de Unidas Podemos

Desde Podemos, reconocieron sorpresa por los nombramientos y aseguran que no esperaban tantos cambios. Si pensaban que Calviño sería su único y principal contrapunto, ahora son conscientes de que tendrán más muros enfrente. Otros son menos moderados a la hora de valorar los nuevos perfiles, entre ellos algún ministro. Y es que ahora confluirán en el Gabinete miembros de instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC) —González Laya fue directora del Gabinete del director general de la OMC y su representante en el G-20, y era, hasta su entrada en el Gobierno, subsecretaria de la ONU y directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional, agencia conjunta de Naciones Unidas y la OMC— y activistas del movimiento alterglobalización que combatían este organismo.

Foto: José Félix Tezanos, presidente del CIS, el pasado 11 de noviembre en un desayuno informativo en Madrid. (EFE)

El Gobierno ha pasado de 17 a 22 ministerios, pero las secretarías de Estado, según el Real Decreto 2/2020, de estructura del nuevo Ejecutivo, solo crecen ligeramente. Antes había 26, contando con el cuarto órgano superior que se añadió a Exteriores, el de España Global, y ahora serán 28. O 30, si se cuentan el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ya que ambos tienen rango de secretario de Estado.

placeholder Los ministros Arancha González Laya, José Luis Ábalos, Nadia Calviño y Salvador Illa, este 13 de enero. (Reuters)
Los ministros Arancha González Laya, José Luis Ábalos, Nadia Calviño y Salvador Illa, este 13 de enero. (Reuters)

El ministerio más amplio sigue siendo Exteriores, ya que cuelgan de él cuatro secretarías de Estado (Asuntos Exteriores, Unión Europea, Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe y España Global), seguido de la Vicepresidencia Tercera, la de Calviño, con tres números dos (Economía y Apoyo a la Empresa, Digitalización e Inteligencia Artificial y Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales). Los ministerios que tienen dos secretarías de Estado son Hacienda, Industria, Presidencia, Transición Ecológica, Seguridad Social y Derechos Sociales y Agenda 2030, todos en manos del PSOE, menos este último, que es el que lidera Iglesias.

Laya tendrá cuatro secretarios de Estado, y Calviño, tres. De los ministerios con dos segundos, solo uno es de UP (el de Iglesias). El CNI sigue en Defensa

El CNI se adscribe, como ocurrió en el primer mandato de Sánchez, a Defensa (dirigido por Margarita Robles), y el CSD, a Cultura y Deporte. Además, la Secretaría de Estado de Comunicación mantiene su estatus: depende orgánicamente de la Presidencia del Gobierno y funcionalmente de quien asume la portavocía del Ejecutivo, en este caso, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El primer Gobierno de coalición desde la II República echa a andar. Sus 22 miembros, 17 del PSOE y cinco de Unidas Podemos, prometieron ayer lunes sus cargos ante el Rey —ortodoxia pura, nada de florituras—, se intercambiaron sus carteras en las sedes de sus departamentos. Y este martes se reúnen por primera vez en Consejo de Ministros. Los socialistas llevarán la batuta del nuevo Ejecutivo, por relieve cuantitativo y cualitativo. Las cinco carteras del total de 22 representan el 22,7% del total (21,7% si se cuenta al presidente, Pedro Sánchez), un porcentaje semejante al peso de los 35 escaños de UP sobre el conjunto de 155 diputados que suman ambos grupos (22,6%). El porcentaje se ajusta, sí, aunque meses atrás Podemos hacía la cuenta en relación con lo que suponían sus asientos en el Congreso respecto a los del PSOE, lo que habría elevado su cuota hasta el 29,17%. Pero Pablo Iglesias y los suyos han quedado de alguna manera diluidos en la composición diseñada por el jefe del Ejecutivo, dado el empaque que ha conferido al área económica del Gabinete y su orientación. Carmen Calvo y Nadia Calviño, la una al frente de la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, la otra al mando de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, llevarán el pulso del Gobierno.

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