Las cuentas de la investidura: ¿cuántos votos necesita Pedro Sánchez para ser presidente?

Casi dos meses después de la repetición electoral, Pedro Sánchez se prepara para formar gobierno con los socios a los que dio la espalda tras los comicios de abril. El acuerdo exprés con Unidas Podemos parecía presagiar una investidura más fácil de lo que está siendo en realidad, pues las negociaciones con ERC al calor del varapalo europeo al Tribunal Supremo y los giros de última hora del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y de Ana Oramas, de Coalición Canaria, han postergado la posibilidad de 'fumata' blanca, que finalmente se vislumbra gracias al Bloque Nacionalista Galego (BNG).

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El debate que decidirá el futuro de España durante los próximos cuatro años comenzó el pasado sábado a las 9:00 horas con la lectura de la propuesta por parte de uno de los secretarios. Tras la exposición, sin limitación de tiempo, del presidenciable del "programa político del Gobierno que pretende formar" y de solicitar "la confianza de la Cámara"; y después del tiempo de interrupción decretado por la presidenta, los representantes de cada grupo parlamentario han tenido turno de palabra por un tiempo de 30 minutos, con las pertinentes réplicas del candidato.

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Teniendo en cuenta que la actual legislatura es la que cuenta con más partidos representados en la Cámara Alta, las intervenciones se han prolongado hasta el domingo para dar paso a los portavoces de las formaciones minoritarias. La segunda sesión, finalmente, cumplió con los cálculos optimistas, y ha concluido poco antes de las 13:00.

Para ser investido presidente en primera sesión, el candidato necesitaba el voto de una mayoría absoluta. La posibilidad ya parecía complicada, pues a los 120 votos favorables del PSOE únicamente se suman los de Unidas Podemos, los del PNV, los de Más País, de Compromís y Teruel Existe. En total, 167, dos más que la suma de votos en contra: los 88 del PP, los 52 de Vox, los 10 de Ciudadanos, los ocho de Junts per Catalunya, los dos de la CUP, los dos de Navarra Suma, así como el único del PRC y el de Foro Asturias. Finalmente han sido 166 los votos a favor, un resultado ajustado que no le otorga ninguna victoria este domingo pero que le permitiría convertirse en presidente en una segunda votación.

Tal y como indica el reglamento del Congreso de los Diputados en su artículo 171, si el candidato "obtuviera el voto de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso, se entenderá otorgada la confianza". "Si no obtuviera dicha mayoría, se procederá a una nueva votación, 48 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si en ella obtuviere mayoría simple. Antes de proceder a esta votación, el candidato podrá intervenir por tiempo máximo de diez minutos y los grupos parlamentarios por cinco minutos cada uno para fijar su posición". Y así ha sido, por lo que, 48 horas después se procederá a una nueva votación.

Segunda oportunidad el martes

Será más factible que Sánchez sea investido en segunda vuelta este martes, cuando solo necesitará una mayoría simple, o lo que es lo mismo, más votos a favor que en contra. Durante esta segunda oportunidad, el candidato tendrá diez minutos para pedir el respaldo de la cámara, y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos cada uno. En total, una hora más antes de empezar la segunda votación por llamamiento. Todo apunta a que tendrá lugar a última hora de la tarde, aunque dependerá del tiempo que el candidato dedique a debatir con los portavoces que intervendrán.

Si no hay sorpresas de última hora, el líder socialista ya tiene amarrados los apoyos necesarios. Como respuesta al acuerdo que garantiza la abstención necesaria de ERC, el PRC de Revilla ha pasado del sí al no, mientras que Teruel Existe ha anunciado que estaría dispuesto a votar a favor y el BNG ha confirmado que no se opondrá. No obstante, fuentes de los nacionalistas gallegos advierten de que "la próxima estación son los Presupuestos".

En caso de que el proceso salga adelante, el presidente podrá tomar posesión y formar su Ejecutivo en las próximas semanas. Por el contrario, si el proceso fracasara, sería necesario buscar una alternativa en los dos meses posteriores. De no existir un candidato con opciones para principios de marzo, el Rey firmaría el decreto para disolver las Cortes y convocaría nuevos comicios que, como pronto, tendrían lugar 47 días después, a finales de abril o a principios de mayo.