Es noticia
Espinosa mandó callar el día en que Abascal llamó "villano" y "estafador" a Sánchez
  1. España
MODERACIÓN EN LAS FORMAS, NO EN EL CONTENIDO

Espinosa mandó callar el día en que Abascal llamó "villano" y "estafador" a Sánchez

El portavoz parlamentario intenta que sus compañeros no se exalten e incluso pide calma cuando el presidente del Gobierno menciona a su mujer; al contrario, encauza todo a través de su líder

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE)
El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE)

La moderación en las formas será uno de los principales retos que tendrá que afrontar Vox en los próximos meses, sobre todo en caso de que el Congreso de los Diputados ratifique finalmente la candidatura de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno de España. La polarización de la cámara baja quedó patente ayer durante la primera jornada de la sesión de investidura, donde los partidarios del aspirante a la Moncloa y sus contrarios se enfrentaron como dos boxeadores en un 'ring'. El parlamento más fragmentado, por lo tanto, se dirige también a uno de los más combativos.

[La investidura de Sánchez, en directo​]

El contexto, que en principio podría beneficiar a un partido como Vox, que ha crecido en el desencanto de parte de los españoles con la deriva independentista que facilita el nuevo ejecutivo nacional, sin embargo también se presenta como un reto para los de Abascal. Las filas de la formación ayer ardían cada vez que tomaba la palabra Sánchez. "Analfabeto", "mentiroso", "falso" y otros insultos sonaban de los diputados del partido cada vez que el jefe del ejecutivo en funciones hablaba sobre violencia de género, inmigración o de algunos representantes de Vox en las instituciones.

Intervención de Santiago Abascal en la primera sesión de investidura.

Unos asientos más abajo, junto al líder de la tercera fuerza de la cámara Santiago Abascal, el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros se retorcía en su asiento. Hasta en dos ocasiones, de hecho, no aguantó más y se volvió hacia sus compañeros de filas —sentados por detrás— para pedirles moderación en las formas y silencio. Incluso llegó a levantar ligeramente los brazos para reclamarles contención, extremo que no logró, dado que los diputados de Vox, que no están agrupados en una zona de la cámara sino dispersos por varias zonas, no se dieron por aludidos.

El propio Espinosa de los Monteros le hizo un gesto en un momento dado a Abascal con el fin de trasladarle que no merecía la pena entrar en el tema que estaba planteando en ese punto el presidente del Gobierno. Sánchez, en concreto, estaba explicando que la mujer de Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, máxima dirigente de Vox en la Comunidad de Madrid, promovía iniciativas de formación en terapias de identidad sexual.

Probablemente Espinosa de los Monteros pretendía que el partido utilizara estrictamente los cauces establecidos para encauzar la crítica del partido. No en vano, Abascal sí que se sintió libre para llamar "mentiroso, estafador y villano de cómic" a Sánchez, entre otros calificativos. El representante de la tercera fuerza de la cámara baja incidió en que el pacto del PSOE con Podemos, ERC y el resto de formaciones regionalistas o independentistas había sido un "fraude" a los electores socialistas, propio de una persona "sin escrúpulos ni honor". Acusó al líder socialista de haber dicho que un acuerdo con Pablo Iglesias le quitaría el sueño, que había anunciado la prohibición de los referendos y que había adelantado que nunca pactaría con los separatistas y que, sin embargo, justo al día siguiente de ganar las elecciones se sienta con aquellos a los que había repudiado.

"No permitiré que la gobernabilidad de España dependa de ERC", aseguró Abascal que dijo Sánchez. "Y hoy depende de ERC", apuntilló acto seguido el líder de Vox, que adelantó que él votará en contra del candidato socialista para ser previsible, porque es lo que prometió en campaña. "Votaremos contra esta iniciativa clandestina, contra esta emboscada navideña, contra esta traición a la Constitución", dejó claro el diputado. "Si yo dijera ahora lo contrario a lo que dije en campaña dirían que soy un fraude", añadió Abascal.

Las palabras del diputado de Vox, sin embargo, apenas afectaron el ánimo del presidente del Gobierno, al menos en apariencia. Sánchez incluso consideró más "moderado" al líder de Vox que al del Partido Popular, Pablo Casado, que —a su entender— se estaba dejando llevar por la deriva marcada por los de Abascal, que le estaban quitando votos, como indicaban los resultados de las últimas citas con las urnas.

La moderación en las formas será uno de los principales retos que tendrá que afrontar Vox en los próximos meses, sobre todo en caso de que el Congreso de los Diputados ratifique finalmente la candidatura de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno de España. La polarización de la cámara baja quedó patente ayer durante la primera jornada de la sesión de investidura, donde los partidarios del aspirante a la Moncloa y sus contrarios se enfrentaron como dos boxeadores en un 'ring'. El parlamento más fragmentado, por lo tanto, se dirige también a uno de los más combativos.

Vox
El redactor recomienda