Sánchez baraja dar a Calvo la gestión de Cataluña y hacer portavoz a Montero
Tras perder Igualdad, Carmen Calvo asumiría Administración Territorial. La ministra de Hacienda, bien relacionada con Podemos, favorita para sustituir a Celaá como cara del Ejecutivo
Con la investidura desatascada tras los acuerdos con Unidas Podemos y PNV —pendiente de oficializarse la abstención de ERC—, Pedro Sánchez encara ahora la formación del Ejecutivo. Aunque previsiblemente habrá una vicepresidencia y cuatro ministerios para Podemos y pesos pesados del Ejecutivo que repetirán, faltan movimientos. Carmen Calvo podría perder Igualdad pero seguirá como vicepresidenta y, para compensar, asumirá presumiblemente Administración Territorial, cartera sin ministro desde que Meritxell Batet pasó a presidenta del Congreso. Además, la favorita para la portavocía es María Jesús Montero, ministra de Hacienda, que reemplazaría a Isabel Celaá en una de las áreas críticas del Ejecutivo.
Carmen Calvo e Iván Redondo seguirán como personas más cercanas a Pedro Sánchez en una nueva legislatura en que la gestión del Gobierno se complica por la presencia de miembros de Unidas Podemos en el Gabinete. En julio, el PSOE llegó a ceder a Unidas Podemos la cartera de Igualdad, la niña bonita del Gobierno, con ascendencia sobre todos los ministerios. Al final, el pacto no salió adelante y Calvo mantuvo Igualdad dentro de Vicepresidencia.
Tras las elecciones de noviembre, y ya sin Calvo en el equipo negociador, Igualdad volvió de nuevo a Podemos. Además, la creación de dos nuevas vicepresidencias, la de Pablo Iglesias y la de Nadia Calviño para el área económica, diluiría todavía más el papel de Calvo. Pero Sánchez conserva la confianza en su número dos en el Gobierno. Por ello, según fuentes socialistas, el plan es que asuma Administración Territorial, que conlleva toda la negociación con Cataluña. Calvo fue la responsable del fiasco del relator en marzo pasado, pero el Gobierno apuesta otra vez por el diálogo tras pactar con ERC la investidura.
Tras la moción de censura, Administración Territorial fue la tarea encargada originariamente a Meritxell Batet, del PSC. Pero su nombramiento como presidenta del Congreso dejó la cartera en manos de Luis Planas y no pudo ser sustituida, al estar el Gobierno en funciones. En la práctica, Calvo ya había desplazado a Batet en la negociación con el Gobierno catalán para la reunión de Pedralbes gracias a su relación con el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès.
El de Calvo no sería el único ascenso lateral dentro de los miembros del Gabinete. El Gobierno de Sánchez, tan obsesionado con la imagen, ha tenido serios problemas de comunicación. El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, ha irritado a casi todos los periodistas que cubren Moncloa, a los que ha acusado en público de preguntar en exceso y de ser tertulianos y activistas más que informadores, y el pacto PSOE-Podemos ha comenzado excluyendo a la prensa.
Además, la portavoz, Isabel Celaá, no está en las decisiones de peso del Ejecutivo y ha tenido sonoros chascos en el Consejo de Ministros, desde negar que el Gobierno diera instrucciones a la Abogacía del Estado —algo sin sentido, porque la Abogacía depende de Justicia— a afirmar que las bombas que España vendía a Arabia eran inteligentes y no iban a matar yemeníes.
Fuentes próximas al Ejecutivo señalan a María Jesús Montero como favorita para sucederla. Al igual que Calvo, Montero vería así compensado que ahora pase a estar bajo la vicepresidencia de Nadia Calviño, hasta ahora su par como ministra de Economía. Montero mantiene muy buena relación con la prensa y sus corrillos en el patio del Congreso son multitudinarios. En un Gabinete en el que la mayoría de los ministros huyen de los periodistas, la titular de Hacienda se muestra accesible. Además, Montero mantiene buena relación con Unidas Podemos. En la negociación de julio, Montero y Alberto Garzón desbloquearon la cesión de Igualdad.
Con la investidura desatascada tras los acuerdos con Unidas Podemos y PNV —pendiente de oficializarse la abstención de ERC—, Pedro Sánchez encara ahora la formación del Ejecutivo. Aunque previsiblemente habrá una vicepresidencia y cuatro ministerios para Podemos y pesos pesados del Ejecutivo que repetirán, faltan movimientos. Carmen Calvo podría perder Igualdad pero seguirá como vicepresidenta y, para compensar, asumirá presumiblemente Administración Territorial, cartera sin ministro desde que Meritxell Batet pasó a presidenta del Congreso. Además, la favorita para la portavocía es María Jesús Montero, ministra de Hacienda, que reemplazaría a Isabel Celaá en una de las áreas críticas del Ejecutivo.
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