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Los precarios de Tezanos: 350 jóvenes sin contrato ni seguro patean el país para el CIS
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EL TRIBUNAL DE CUENTAS CRITICA EL SISTEMA

Los precarios de Tezanos: 350 jóvenes sin contrato ni seguro patean el país para el CIS

El Tribunal de Cuentas critica que el CIS use personal sin contrato y elegido a dedo para sus sondeos con las tarifas congeladas desde 2009. Los trabajadores critican sus condiciones laborales

Foto: Más de 300 precarios encuestan puerta a puerta para el CIS. (Ilustración: El Herrero)
Más de 300 precarios encuestan puerta a puerta para el CIS. (Ilustración: El Herrero)

No son ni siquiera falsos autónomos. Entre 300 y 350 personas, en su mayoría jóvenes, trabajan como encuestadores para el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y lo hacen sin ningún tipo de contrato ni seguro. El organismo que dirige José Félix Tezanos les hace facturar como si dieran conferencias ocasionales y sin ningún tipo de cobertura si tienen un accidente. Los encuestadores, que llevan lustros en esta situación, empiezan a organizarse y critican su situación, como acaba de hacer el Tribunal de Cuentas en un informe. El CIS señala que la situación es la misma desde hace años y que trabaja para solucionarla.

El Gobierno del PSOE ha hecho de la lucha contra la precariedad laboral uno de sus ejes de comunicación. Y más con su pacto con Podemos. La Inspección de Trabajo ha mandado miles de cartas a empresas que han usado falsos autónomos. Pero no han llegado al CIS, el organismo dependiente del Ministerio de Presidencia y que emplea a más de 300 personas sin contrato. "Alguno igual está dado de alta como autónomo, pero la mayoría ni eso. Nos hacen facturar como si diésemos una conferencia, con una retención del 15%. Esperamos no tener problemas con Hacienda", explica uno de estos encuestadores, que pide el anonimato para no arriesgar sus ingresos.

El Tribunal de Cuentas lleva 22 años criticando la precariedad del personal de campo sin que haya servido para darles un contrato

Al contrario que la mayoría de las casas de sondeos, que encuestan por teléfono, el CIS mantiene las entrevistas domiciliarias. Esto hace que el trabajo de estos encuestadores sea más penoso. "Te dan un código postal y un rango de perfiles a los que entrevistar. Tienes que ir en persona y lograr que te abran la casa. Si eres un hombre y en invierno, no es nada sencillo". El reparto lo hacen coordinadores que tampoco están dados de alta en la Seguridad Social. "En un pueblo pequeño, te dicen que puedes encuestar a todo el pueblo, pero en ciudades te dan rangos de edad. No es fácil, muchas veces, completar el perfil de los más jóvenes".

La selección de personal se hace por el sistema del boca a boca, sin ninguna publicidad. En cada zona hay un coordinador que recluta entre amigos y conocidos. Un informe del Tribunal de Cuentas del pasado 31 de octubre señalaba esa falta de transparencia como una de las muchas anomalías que rodean a esta figura. "La selección de los encuestadores para cada trabajo queda exclusivamente en manos de los coordinadores, lo que implica riesgos derivados de la falta de un procedimiento de seguimiento y control por parte del CIS sobre la suficiencia y la idoneidad de los seleccionados".

"Hemos enlazado un barómetro con otro y han sido muy exigentes con los plazos, pero luego pagaban tarde, algo que antes no ocurría"

Tampoco hay requisitos establecidos para trabajar de encuestador. "La condición de encuestador o coordinador no requiere unos requisitos específicos, no están detallados en ningún manual o procedimiento escrito, no requieren de titulación específica ni de formación concreta, no está delimitado ningún rango de edad para su realización y tampoco es exigida una dedicación exclusiva ni disponibilidad concreta o técnica (como disponer de carné de conducir o coche propio)". "El CIS no dispone de manuales de procedimiento que definan las pautas a seguir en la contratación de los servicios de la red de campo".

Para muchos de los empleados, las encuestas del CIS eran un complemento a otros trabajos. Según el mes, podían ganar entre 600 y 1.000 euros. Pero en 2019, con las elecciones autonómicas, municipales, europeas, dos generales y unas valencianas, su trabajo se ha disparado, de forma que para muchos esta ha sido su principal ocupación. La ley exige que antes y después de cada cita con las urnas el CIS haga un macrobarómetro, lo que ha hecho que el número de encuestas, que en los últimos ejercicios no llegaban a 30.000 al año, hayan subido hasta 75.000 solo entre enero y octubre de 2019. Además, José Félix Tezanos ha aumentado la muestra de algunos barómetros.

"Hemos enlazado un barómetro con otro y han sido muy exigentes con los plazos, pero luego pagaban tarde, algo que antes no ocurría", señala un encuestador que pide no dar su nombre para mantener la colaboración. Esto ha colmado la paciencia de algunos, que han empezado a criticar sus condiciones laborales. Sobre todo, porque con la llegada de Tezanos, y sin que hubiera ocurrido antes, los pagos se han retrasado. Pese a realizar muchas más entrevistas, el CIS tiene los presupuestos prorrogados. Eso, unido a un cambio en el sistema de pago, ha hecho que los retrasos en los abonos se hayan disparado.

Además, las tarifas están congeladas desde 2009 y dependen del tipo de entrevista. Las nominales, en las que el encuestador tiene que volver a la misma persona que ya contestó antes para ver la evolución, se pagan mejor. "A veces tienes que ir varias veces a encontrar a la misma persona", explica un antiguo encuestador que ha vuelto a los estudios. Por cada encuesta, suelen cobrar unos 12 euros —en otros casos, ha subido a 20— y algunos hacen unas 100 en cada barómetro.

placeholder José Félix Tezanos, presidente del CIS. (EFE)
José Félix Tezanos, presidente del CIS. (EFE)

Los encuestadores critican que trabajan en un limbo. El Tribunal de Cuentas coincide. En su último informe, señala: "La relación jurídica entre el CIS y el personal de la red de campo nunca ha estado suficientemente definida". El problema no es nuevo. En 1997, el Tribunal de Cuentas ya alertó: "La relación del organismo con los coordinadores y encuestadores se limita al pago [...] de los servicios efectuados, pero sin que esté definida la naturaleza de su relación jurídica, que ni siquiera tiene su origen en un contrato escrito. Esta situación, que se considera anómala, debe regularizarse a la mayor brevedad posible".

En 2002, el CIS empezó a considerar que los pagos a este personal eran contratos menores, pero el organismo fiscalizador le afea esa fórmula. Solo en 2015, hubo 21 encuestadores que cobraron más de 18.000 euros al año, lo que demuestra que es más que una retribución ocasional, que es como oficialmente lo perciben. "En varios casos, los importes percibidos superaron los 30.000 euros anuales".

El informe no incluye 2019, pero según todas las fuentes las cifras se han disparado con la proliferación de barómetros en el año con más elecciones de la democracia. Solo hasta septiembre, el CIS ya había gastado un 44% más que el año anterior en gastos corrientes de bienes y servicios, el capítulo en el que se incluye el pago a encuestadores. En 2016, un año con elecciones, el CIS gastó 2,4 millones en encuestadores. La cifra ya ha sido superada en los nueve primeros meses de 2019, cuando faltaban los dos macrobarómetros de las generales.

El Departamento de Comunicación del CIS responde que la precariedad del personal de campo no es nueva: "La situación de los encuestadores es la misma que ha existido durante toda la historia del CIS. No es una situación nueva. De hecho, se está trabajando para dar solución a este tema tan complejo". Señala que han agilizado los pagos "con la finalidad de mejorar las condiciones de los encuestadores".

Este año, el CIS ha tenido el problema añadido de encontrarse con los Presupuestos prorrogados. El Presupuesto para 2019 que nunca llegó a aprobarse contemplaba ese aumento de las encuestas por las elecciones y elevaba la partida del CIS de ocho millones a 11,4, un 30% más. Ante la imposibilidad de llegar a final de año al corriente de pagos, el Consejo de Ministros aprobó el pasado octubre un crédito extraordinario al CIS.

No son ni siquiera falsos autónomos. Entre 300 y 350 personas, en su mayoría jóvenes, trabajan como encuestadores para el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y lo hacen sin ningún tipo de contrato ni seguro. El organismo que dirige José Félix Tezanos les hace facturar como si dieran conferencias ocasionales y sin ningún tipo de cobertura si tienen un accidente. Los encuestadores, que llevan lustros en esta situación, empiezan a organizarse y critican su situación, como acaba de hacer el Tribunal de Cuentas en un informe. El CIS señala que la situación es la misma desde hace años y que trabaja para solucionarla.

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