Murcia sigue perdiendo vuelos y Aena solo garantiza 46 millones de los 265 gastados

El Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (AIRM) en Corvera sigue sin ser capaz de conservar los números del aeródromo de San Javier. Cuando han pasado 10 meses desde su inauguración y a muy poco de terminar el ejercicio, la infraestructura, cuyo coste superó los 250 millones para las arcas regionales, presenta menos pasajeros y menos vuelos que su antecesor, cerrado al tráfico civil tras la apertura de las nuevas pistas. Los últimos datos publicados por el operador Aena reflejan que el aeropuerto logró a cierre de octubre superar el millón de viajeros (1.013.331), pero un 16% por debajo que su antecesor. La cifra de operaciones (7.248) también es un 13% inferior.

El gran beneficiado el cambio de ubicación del aeródromo, desde la costera San Javier a la más interior Corvera, parece haber sido la terminal de Alicante-Elche, que sigue creciendo en tráfico y absorbió la pérdida murciana. Las pistas de l'Altet crecieron un 8%, hasta los 13,2 millones de viajeros, consolidándose como quinto mayor 'hub' aéreo de España, por detrás de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga.

El Gobierno de Murcia planificó durante el mandato del popular Ramón Luis Valcárcel la construcción de un nuevo aeropuerto autonómico sustitutivo del que el Ejército del Aire posee en San Javier, que estuvo abierto al tráfico civil hasta el pasado 15 de enero. La puesta en marcha de la infraestructura no ha estado exenta de polémica por las dudas sobre su relación coste-beneficio. Por ahora, los más de 250 millones gastados por la Administración murciana no se han traducido en una mejora del tráfico o en la afluencia de visitantes a la región.

La tendencia del tráfico, de mantenerse, hará muy complicada la recuperación de la inversión. Aena es desde febrero de 2018 adjudicataria de la gestión y explotación de la terminal. En enero, el gestor aeroportuario constituyó la mercantil Aena Sociedad Concesionaria del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, a la que traspasó el personal de San Javier antes de cerrarlo al tráfico. El contrato con el Ejecutivo autonómico que hoy preside el popular Fernando López Miras contempla que la concesionaria ingresará las tarifas aplicadas a las compañías aéreas por sus servicios. A cambio, el acuerdo contempla que Aena abonará a la Administración un canon en concepto de tarifa por pasajero/año, cifrada en 0,84 euros. El umbral de tráfico para iniciar la retribución, desde el primero de ellos, es el millón de pasajeros. Haber alcanzado en octubre ese listón garantiza al Gobierno murciano comenzar a cobrar. Pero con el volumen actual de vuelos, los 25 años en que se extiende el contrato apenas darían para traspasar algo más de 25 millones de euros.

La Administración murciana y Aena suscribieron una cláusula de derecho a la percepción de un canon mínimo garantizado y a la participación en los ingresos derivados del tráfico de mercancías en los términos fijados en el contrato de concesión. La memoria de la concesionaria incorporada a sus cuentas del año pasado depositadas en el Registro Mercantil cifra en 46,4 millones de euros el mínimo garantizado como canon. Este es el máximo que el Gobierno regional podrá recuperar con las cifras actuales de tráfico de los más de 250 millones que costó el aeropuerto, un mínimo que tampoco servirá para cubrir el préstamo de 182 millones que tuvo que asumir como avalista del primer concesionario controlado por Sacyr.