Condenan a una mujer de Tenerife por dar de comer a las palomas y a las ratas

El Juzgado de lo Penal Número 6 de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a una mujer por un delito continuado de desobediencia a la autoridad. La razón es que se dedicaba a alimentar a las palomas y a las ratas que viven en las calles de esta ciudad canaria y, pese a tener varias multas de la policía local tinerfeña, hacía caso omiso y seguía dando de comer a los animales.

Tal y como publica el Diario de Avisos, la denuncia fue presentada por el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Cruz. En ella se explicaba que la mujer acumulaba varias sanciones por agentes de la Policía Local por el hecho de alimentar animales en la vía pública. Entre junio y octubre del año 2014 la policía levantó un total de 31 actas contra la mujer, por lo que a finales del año 2015 el ayuntamiento decidió abrir un expediente sancionador contra ella.

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David Brunat

La decisión fue imponer una multa de 1.653 euros por varias infracciones leves en materia de Protección y Tenencia de Animales. Sin embargo, esa sanción no generó el efecto previsto ya que la mujer continuó alimentando a los animales en la calle sin importarle los avisos de la policía. Por eso, en el año 2017 el Ayuntamiento de Tenerife decidía presentar una demanda por un presunto delito de desobediencia a la autoridad.

Acepta la sentencia

La Fiscalía había pedido en este caso una pena de 11 meses de prisión, pero finalmente el juez la ha reducido a seis meses de multa, que serán sustituidos por 540 euros de sanción, a razón de 3 euros diarios por cada uno de esos 90 días. La ya condenada se ha mostrado de acuerdo con la decisión judicial, por lo que el fallo es firme.

La Fiscalía pidió una pena de 11 meses de prisión, pero el juez la ha reducido a seis meses de multa, que serán sustituidos por 540 euros de sanción

El juez dicta en la sentencia que la mujer “con pleno conocimiento de las consecuencias penales de sus actos, fue nuevamente sorprendida por agentes de la Policía Local los días 3 de febrero de 2018, 27 de abril de 2018 y 29 de agosto de 2018, y a pesar de que tenía conocimiento de la existencia de la presenta causa y de los hechos que se le imputaban, siguió alimentando animales silvestres, siendo sancionada nuevamente”.

El juzgado considera como un delito penal la reiteración en el incumplimiento de una ordenanza municipal. Ahora, la protagonista deberá plantearse si quiere volver a encontrarse con la justicia por dar arroz a las palomas o pan a las ratas, como ha hecho hasta ahora a lo largo de los últimos años.