Las 'aldeas galas' en las que Ciudadanos resistió: solo 5 pueblos de toda España

A pesar del descalabro absoluto que Ciudadanos sufrió en las urnas el pasado 10 de noviembre (de 57 diputados pasó apenas a tener 10), el partido naranja consiguió coronarse como primera fuerza en seis municipios de toda España. Cinco 'aldeas galas' que mantuvieron el color naranja contra viento y marea, frente a la recuperación del PP y en pleno auge de Vox. Todos se encuentran en la España interior: la misma que le dio su mayor éxito a Albert Rivera el 28-A, y que le llevó a la dimisión tras el 10-N.

En Albendea, un municipio de la provincia Cuenca de 125 habitantes, Ciudadanos consiguió el 46% de los sufragios. El pasado domingo acudieron a las urnas 99 electores, apostando mayoritariamente por la papeleta naranja, a pesar de que hace seis meses el PP fue la primera fuerza. Miguel regenta con su mujer el único negocio que existe en el pueblo. Empezó siendo un obrador especializado en bollería artesanal hace ocho años, y terminaron ampliándolo a un bar para que los vecinos tuvieran un lugar donde tomar algo y reunirse. En los meses del verano la población se duplica. Llegan a ser entre 300 y 350 personas, lo que les permite contratar a una persona más. El resto del año se apañan entre ellos. No pueden estirarlo más.

En Albendea confiaban en el candidato de Ciudadanos al Congreso, Luis Enrique Pérez, natural del mismo municipio. La edad media de sus habitantes está en los 60 años y la preocupación, como en tantas otras zonas de esa España, es el abandono. "Ahora que se ha puesto tan de moda la lucha contra la despoblación y la España vaciada, teníamos la esperanza de que se hiciera algo de verdad", explica Miguel al otro lado del teléfono. Todos sabían que era difícil que el partido de Rivera sacara el escaño. No lo obtuvo el 28-A, pero decidieron respaldarle.

Las urgencias son compartidas con el resto de las zonas rurales: el aislamiento y la falta de recursos e inversiones que hacen a la gente emigrar a grandes urbes. En este municipio, ni siquiera hay ya autobús de línea. La ruta escolar que lleva a los niños al colegio por la mañana sirve también para los desplazamientos de ciudadanos que quieren acercarse a otros municipios más grandes como Priego y, de ahí, llegar a Cuenca o incluso a Madrid. Es decir, los hijos de muchos vecinos se ven a menudo compartiendo autocar con desconocidos que cambian cada día. "Y ejemplos como esos hay muchos. Lo único que pedimos son mejoras de comunicación. Al menos que no nos sigan recortando opciones", explica Miguel. En el resto de pueblos colindantes, sin embargo, fueron PSOE y PP los grandes triunfadores.

En Granada se encuentra otra 'aldea gala' naranja. Esta tiene más historia. Se trata de Quéntar, el municipio natural de los padres de Fran Hervías, actual secretario de Organización y uno de los 'pesos pesados' de la dirección de Rivera. A menos de 30 minutos de la capital granadina, se trata de uno de los pueblos más leales a Ciudadanos. Su alcalde, Francisco Martín, revalidó el bastón de mando el pasado mayo en las elecciones municipales. Consiguió la alcaldía en 2016 después de que prosperara una moción de censura contra el PP, apoyado por el PSOE y una plataforma independiente. Martín atiende a El Confidencial tras el desastre electoral naranja, sacando pecho de los resultados obtenidos en su pueblo.

"Nuestras siglas son un referente en Quéntar. Confían en el partido y premian la gestión de estos dos últimos años", asegura. De los 916 habitantes que tiene, 550 fueron a votar el domingo. El 29,7% apostó por Ciudadanos. Muy cerca se quedó el PSOE, con el 27,27% de los sufragios. El PP y Vox, que quedó en último lugar, obtuvieron la mitad de los apoyos que el partido naranja. "Aquí Ciudadanos es muy fuerte y sabíamos lo que iba a pasar. Rivera tenía razón. Sánchez iba a seguir adelante con su plan y en 24 horas se ha puesto de acuerdo con sus socios", insiste el primer edil. En todos los municipios de la zona (Huétor de Santillán, la Peza o Güéjar Sierra) los socialistas se proclamaron vencedores. Quéntar es una isla naranja.

En cuanto a los otros tres pueblos en los que Ciudadanos fue primera fuerza, solo cinco en toda España, se encuentran en la provincia de Teruel. Aragón fue otra de las grandes apuestas en las generales de abril, logrando obtener escaño por las tres circunscripciones. La irrupción de Teruel Existe (que fue primera fuerza en esta provincia) y la fortaleza del PSOE, lograron frenar a Vox (solo sacó un diputado por Zaragoza), sin conseguir irrumpir finalmente ni en Teruel ni tampoco en Huesca. El partido naranja se quedó sin representación en el Congreso y se convirtió en la sexta fuerza en el caso turolense. Pero tres municipios resistieron.

Es el caso de Plou, donde también gobierna Ciudadanos desde el pasado mayo, cuando se hizo con dos de los tres concejales del Ayuntamiento. De sus 43 habitantes, 37 votaron y 13 apostaron por Ciudadanos. Se quedó solo a un voto de empatar con Vox, que consiguió 12 papeletas. La edad media en este municipio es 44 años. Otro pueblo de la comarca aragonesa de las Cuencas Mineras, Villanueva del Rebollar de la Sierra, también les dio la victoria a los naranjas con el 26% de los votos, siendo apenas 47 habitantes y 28 electores. El tercer núcleo de resistencia naranja en la provincia es Escorihuela, con 139 habitantes, un 23% de apoyos al partido y la reedición de la victoria de abril, exactamente igual que en los otros municipios turolenses.

El desastre electoral de los de Rivera no les quita la esperanza. Confían en que el pacto contra la despoblación siga en la agenda del futuro Gobierno, sea del color que sea, y reclaman que la España abandonada esté entre las prioridades de todos los partidos políticos. Sobre Ciudadanos, aseguran, pueden seguir contando con ellos.