Podemos apela al votante del 'con Rivera no' y se erige como la única fuerza de izquierda

"Los militantes del PSOE son de izquierdas y muchos nos van a prestar el voto" para facilitar que Pedro Sánchez mire a su izquierda y no a su derecha para formar Gobierno. Pablo Iglesias ha querido cerrar su campaña electoral lanzándose a por el votante del PSOE al entender que el giro de Sánchez le ha dejado libre todo el espacio de la izquierda y que solo los sufragios a Unidas Podemos garantizarían la formación de un Ejecutivo progresista.

El Sánchez que habría dejado atrás la palabra "izquierda" que inundó sus mítines en la pasada campaña y que estaría "tratando de seducir a la derecha" solo pactará con la izquierda, según concluyó Iglesias si Unidas Podemos mejora sus resultados. Cataluña es una "excusa" para pactar con la derecha, dijo, y Nadia Calviño, a quien Sánchez avanzó como su vicepresidenta de Economía si gobierna, "representa básicamente las mismas políticas que Montoro".

Pablo Iglesias se comprometió, en cambio, a dejar atrás lo reproches a partir del próximo lunes "y tender la mano al PSOE". Solo contempla el escenario de una coalición progresista entre PSOE y Unidas Podemos, con el peso proporcional de cada formación. El líder de Unidas Podemos arrancó su intervención acusando al resto de partidos de no combatir a la extrema derecha, además de que reprochar que quien no quiera intervenir la economía ni poner límites a los bancos es un "antipatriota". "No nos van a dar los fascistas ni media lección sobre lo que significa ser español", añadió.

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El Confidencial

Alrededor de 5.000 militantes y simpatizantes morados han recibido al grito de "no pasarán" al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en el mitin de cierre de campaña celebrado en el madrileño recinto ferial de IFEMA, acompañado de la número dos, Irene Montero, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el líder de IU, Alberto Garzón, el candidato verde por Álava, Juantxo López de Uralde, y otros candidatos como Pablo Echenique, la exjueza Victoria Rosell, Rafa Mayoral o Gloria Elizo.

La portavoz Irene Montero arrancó precisamente el acto culpando al PSOE de que la "campaña ha estado marcada por el discurso de la ultraderecha" para jugar, dijo, "a disputarle el voto" y por haber "renunciado a un proyecto política para España en el que lo recortes se hagan por arriba. "Nos hemos quedado solas defendiendo proyecto de vida digna para la mayoría", aseguró, para añadir que o "Unidas Podemos está fuerte después del 10-N o Pedro Sánchez hará cualquier cosa" para no pactar un gobierno con los morados.

La número dos por Madrid se dirigió directamente a "esos votantes progresistas indecisos", en línea con los últimos días de campaña, para pedirles el voto tras el giro al centro de Pedro Sánchez. "Para ser files a esos principios hay que votar a Unidas Podemos porque somos las únicas que podemos garantizar que podemos hacer un Gobierno pensando en la gente". Para Montero, este 10-N es una segunda oportunidad para formar un Gobierno progresista, asegurando que "las cosas importantes no siempre salen a la primera y especialmente las difíciles hay que pelearlas".

Gloria Elizo fue incluso más directa al dirigirse a los votantes socialistas: "Pido el voto a la gente que se fue a Ferraz a decirle a Sánchez que 'con Rivera no'". Ahora, con el PP tampoco. Sonó entonces entre el público el segundo 'hit' de la noche: "El pueblo unido, jamás será vencido". Ione Belarra, la cabeza de lista por Navarra, incidió en la "España diversa" y puso en valor las distintas lenguas cooficiales, así como que "aunque les joda, se habla desde hace tiempo" otros idiomas erigiendo el orgullo por la pluralidad. "Los que no son de los nuestros son los que llevan dinero a Suiza o los que mandan aunque no se presenten a las elecciones".

El dirigente del PCE, Enrique Santiago, y número tres por Madrid, abrazó por su parte "un proyecto republicano y federal, que garantice los derechos de todos". La cabeza de lista por Cádiz, Noelia Vera, volvieron a escucharse una vez más los gritos de "no pasarán".

"¿Qué ha pasado con el PSOE?, ¿qué ha pasado con Pedro Sánchez?", se preguntaba Alberto Garzón después de haberlo acusado de moverse a la derecha, por renunciar a propuestas como la subida del IRPF a las grandes fortunas, a derogar la reforma laboral o alentar el "despido gratuito" con medidas como la denominada mochila austríaca. Para el líder de IU Sánchez se ha transformado en apenas tres años, pasando de "decir en 2016 que lo echaron del PSOE por querer pactar con Podemos a decir en 2019 que no podría dormir por la noche si pactaba con Podemos". "Lo han intervenido lo mercados", ironizó.

"¿Qué ha pasado con el PSOE?, ¿qué ha pasado con Pedro Sánchez?", se preguntaba Alberto Garzón

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha permitido arrancar su intervención en catalán, justificando su presencia en Madrid durante el cierre de campaña porque ería el mejor lugar para revindicar el entendimiento y la empatía frente "a quienes nos quieren efrentar con el discurso del odio". Criticó que Cataluña se utilice como arma arrojadiza, y criticó por igual los errores de "uno y otro lado", lo que dificultaría la búsqueda de una solución al la crisis territorial que en todo caso debe pasar "por el diálogo y la política". Achacó también al independentismo el discurso sobre que España "es irreformable" y un Estado autoritario: "No vamos a aceptar nunca que se diga que España es un país irreformable porque eso es un mensaje autoritario y conservador y España es diversa".

Se lanzó también a por el votante del PSC, a quienes "Pedro ha fallado al comprar el discurso de la derecha en Cataluña. Está dejando huérfanos a muchos socialistas catalanes, incidió. En este contexto, aseguró que "Unidas Podemos no les fallará". Colau urgió que "en este país hay una mayoría progresista que no puede esperar" y remató, alusión a Sánchez, que "ni con Ciudadanos ni con PP tampoco".

Colau: "Pedro Sánchez ha fallado a muchos votantes del PSC al comprar el discurso de la derecha en Cataluña"

El líder de Unidas Podemos ya aprovechó el hueco en la izquierda que le ha dejado el PSOE con su giro al centro en para apelar directamente al votante socialista durante sus últimos mítines. Y es que según el CIS preelectoral, el 2,7% del electorado —más de 900.000— dudan entre votar a Sánchez o apoyar a Iglesias. Los últimos 'trackings' confirmarían un trasvase de una considerable bolsa de votantes socialistas a Unidas Podemos desde la celebración del debate electoral.

Esta misma mañana, durante un mitin en Toledo, incluso iba más allá dirigéndose incluso a votantes no identificados con la izquierda: "Hay mucha gente que a lo mejor no es ni de izquierdas y que dice... Si yo tengo que votar pensando en los servicios públicos, sé que el único voto que protege a mi familia es el de Unidas Podemos, aunque no soporte a Pablo Iglesias". Además de autoeregirse como el único candidato que representaría a los votantes de izquierda, Iglesias pide el voto de los socialistas para evitar la posibilidad de una gran coalición blanda vía abstención del PP: "Los votos a UP nunca se van a poner de acuerdo ni con el PP ni con Ciudadanos".

El giro "hacia el centro o la derecha" de Sánchez que ha denunciado Iglesias se centra en las principales medidas que el presidente en funciones fijó durante el debate, principalmente en materia territorial, prohibiendo en el Código Penal la celebración de referéndums y comprometiéndose a "traer de vuelta a España" a Carles Puigdemont, y económica, avanzando que si ganaba crearía una vicepresidencia económica que ocuparía Nadia Calviño. Esto es, un perfil más orientado a asumir los postulados marcados por Bruselas para hacer frente a una desaceleración económica en ciernes.