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Las escuchas al yerno de la viuda de la CAM alientan la teoría del sicario
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EN EL PENÚLTIMO DÍA DEL JUICIO

Las escuchas al yerno de la viuda de la CAM alientan la teoría del sicario

María del Carmen Martínez, de 72 años, apareció con dos tiros en la cabeza junto a su Porsche Cayenne en el lavadero de coches propiedad de su familia

Foto: Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, en el banquillo para el comienzo del juicio. (EFE)
Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, en el banquillo para el comienzo del juicio. (EFE)

Y en el penúltimo día del juicio de la viuda de la CAM, se oyó la voz del acusado. No es que Miguel López, acusado de asesinar a su suegra, tomara la palabra. Pero se reprodujeron algunas conversaciones telefónicas intervenidas por la policía en los días inmediatamente posteriores al crimen. López hablando sobre un asesinato cometido en su lugar de trabajo, con una decena de empleados y clientes por medio, y descubierto cuando hacía un cuarto de hora que él no estaba en el concesionario: “Que haya sido allí es que no me lo puedo quitar de la cabeza”, dice en una de las grabaciones. El recuerdo de la vez en que a su suegro le habían robado ese mismo coche, en ese mismo rincón de Alicante, es lo que resuena primero: “En un principio, pues en lo que te pones es en que le han intentado robar el coche”, dijo el 12 de diciembre de 2016, tres días después del crimen. Pero acabó imponiéndose la hipótesis de que todo haya sido obra de un sicario: “Han ido a por ella”. “El 80% de nuestros ingresos viene de Latinoamérica”, añade el yerno, atribuyendo al sicario una denominación de origen.

María del Carmen Martínez, de 72 años, apareció con dos tiros en la cabeza junto a su Porsche Cayenne en el lavadero de coches propiedad de su familia. Los negocios latinoamericanos, como casi todo lo que tenía que ver con la multinacional del plástico heredada por la familia del expresidente de la CAM Vicente Sala, los dirigía el primogénito. “Eso lo lleva mi cuñado Vicente y de allí no nos cuenta nada”, comentó López, su cuñado, al teléfono. Esos días, el yerno alababa la reacción que, a pesar de la guerra en marcha por el control de las empresas, mantenían los cuatro hijos de la víctima: “Las [tres] hermanas y el hermano están manteniendo una posición fantástica”, se oye decir a López, marido de la pequeña. Una unidad que saltaría definitivamente en pedazos después de que el primogénito decidiera personarse por separado en el procedimiento, cuando nada apuntaba, al menos públicamente, contra nadie. Vicente Sala Martínez, que tras la detención de López se adhirió a la acusación del fiscal contra su cuñado, escuchaba hoy las grabaciones sentado junto a su esposa entre el público.

Foto: Miguel López, investigado como presunto autor del asesinato de su suegra, María del Carmen Martínez. (EFE)

“¿Por qué lo hacen allí [en el lavadero de Novocar] y se la juegan tanto? Va, va”, decía dos días después el yerno por teléfono. “A ver si han ido a por ti también”, le comenta uno de sus amigos. “Ya, a mi cuñado [Vicente] le vendría de puta madre”, responde López, señalando la oportunidad que el crimen podría suponer para el heredero universal de la víctima: aprovechar la tragedia para soltar amarras con respecto a sus hermanas y sobrinos y navegar solo al timón de la multinacional que en ese año 2016 facturó 240 millones de euros. Con independencia de su relación material con el crimen, eso es lo que ocurrió: en el acuerdo que firmaron en 2018, las tres hijas se quedaron con la parte inmobiliaria del emporio familiar y el varón, con Samar Internacional, que tiene intereses en varios países latinoamericanos. Entre otras cosas, el juicio está evidenciando que muchos de los indicios que configuran el presunto móvil del crimen, y el supuesto interés del acusado, se han disuelto en la realidad.

Este martes, la reproducción de las grabaciones de las conversaciones produjo un efecto paradójico en la vista oral. Por aquellas conversaciones seleccionadas por el fiscal, oídas una detrás de otra, sin que ninguna de las partes pudiera comentar nada al respecto, sin contradecir por tanto el relato del acusado, la teoría del sicario cobró por momentos una coherencia inédita. En las conversaciones, López introduce además ideas que le iban transmitiendo personas cercanas, como el marido de otra de las hermanas, Abacuc Méndez, y que inciden en la teoría del crimen por encargo. Pero la puerta del sicario quedó abierta desde que, a primera hora, habían declarado los agentes de la policía científica encargados de analizar los restos biológicos de los casquillos de bala. El perfil genético no se corresponde ni con el del acusado ni con ninguno de los otros 37 hombres —entre empleados, policías y sanitarios— que pisaron la escena del crimen la tarde del asesinato. ¿De quién es, entonces?

Foto: Miguel López, a su llegada al juzgado. (EFE)

En paralelo al juicio, corre el rumor de que en el fondo incluso la policía flirtea con la idea de que, en efecto, hubo un sicario. Y como no hay convicción que no ponga por delante la muleta de la moral, Miguel merecería ser condenado como autor, aunque fuera otro el que disparara. En ese caso, él lo habría contratado, aunque de eso no haya ni indicios periféricos. El rumor ha llegado incluso a los titulares: “Si hubiera sido un sicario, lo habría enviado Miguel”, se publicó horas después de que declarara el jefe del grupo de Homicidios que dirigió la investigación policial, con sus palabras entrecomilladas. Es decir, que tiene que ser Miguel López, aunque no haya sido.

Este miércoles, las partes expondrán sus informes finales. Este martes, la magistrada ha querido incluso despejar la última sesión del juicio oral, despachando el trámite previo de si se elevaban a definitivas o no las conclusiones provisionales. Y así lo han hecho tanto el fiscal como la acusación particular, que han mantenido su petición de 24 años de cárcel para el acusado, y la defensa, que mantiene la de su absolución. Si las tres partes completan sus informes este miércoles, como todo parece indicar, el jurado se reunirá a partir del jueves 7 hasta que alcancen un acuerdo sobre el veredicto: “culpable” o “no culpable”.

Y en el penúltimo día del juicio de la viuda de la CAM, se oyó la voz del acusado. No es que Miguel López, acusado de asesinar a su suegra, tomara la palabra. Pero se reprodujeron algunas conversaciones telefónicas intervenidas por la policía en los días inmediatamente posteriores al crimen. López hablando sobre un asesinato cometido en su lugar de trabajo, con una decena de empleados y clientes por medio, y descubierto cuando hacía un cuarto de hora que él no estaba en el concesionario: “Que haya sido allí es que no me lo puedo quitar de la cabeza”, dice en una de las grabaciones. El recuerdo de la vez en que a su suegro le habían robado ese mismo coche, en ese mismo rincón de Alicante, es lo que resuena primero: “En un principio, pues en lo que te pones es en que le han intentado robar el coche”, dijo el 12 de diciembre de 2016, tres días después del crimen. Pero acabó imponiéndose la hipótesis de que todo haya sido obra de un sicario: “Han ido a por ella”. “El 80% de nuestros ingresos viene de Latinoamérica”, añade el yerno, atribuyendo al sicario una denominación de origen.

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