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Nueva sede, superbandera y 52.000 socios de pago: Vox exhibe músculo financiero
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Nueva sede, superbandera y 52.000 socios de pago: Vox exhibe músculo financiero

Vistalegre II conllevó un 30% más de desembolso que la primera edición; el partido no deja de crecer en afiliados y presume de una cuenta de resultados con más ingresos que gastos

Foto: Santiago Abascal, en el último acto de Vistalegre, donde hubo una decena de pantallas gigantes. (Reuters)
Santiago Abascal, en el último acto de Vistalegre, donde hubo una decena de pantallas gigantes. (Reuters)

El músculo financiero de Vox ha aumentado en el último año como el bíceps del cliente del gimnasio que se machaca cuatro veces a la semana. El partido ha pasado de patear las calles de los pueblos altavoz en mano a exhibir equipos de sonido en la madrileña plaza de toros de Vistalegre más propios de un concierto de los Rolling Stone que de una formación modesta. Entre otros cambios notables, se han cambiado dos veces de sede porque se les quedaba pequeña y van a adquirir la mayor bandera de España jamás confeccionada solo con el fin de demostrar que Santiago Abascal tiene la enseña nacional más grande.

La formación, de hecho, puede asumir estos gastos y muchos más porque tiene los bolsillos llenos. Desde que irrumpiera con una docena de diputados en el Parlamento andaluz el pasado 2 de diciembre, Vox ha logrado crecer en votos, pero también en ingresos. Sus 52.000 afiliados abonan una media de nueve euros al mes, lo que arroja una cifra que roza los 470.000 euros al mes, que suponen más de 5,5 millones de euros al año, una cantidad que difícilmente consigue ninguna otra opción política.

placeholder Nueva sede de Vox. (Belbex.com)
Nueva sede de Vox. (Belbex.com)

Los ingresos de Vox duplicarían incluso a los que recibe el PP por esta vía. Los populares recaudaron de las cuotas de sus afiliados en 2016, último dato conocido, 2,9 millones de euros, a pesar de que en teoría cuentan con algo más de 800.000 militantes. No todos ellos deben pagar, por supuesto, ya que, si no, los datos no salen. La comparativa muestra también el nivel de compromiso que adquieren sus simpatizantes, muy alejado del que tienen los seguidores de Pablo Casado.

Ciudadanos, por su parte, se sitúa en 31.000 asociados. Los de Albert Rivera han perdido casi un 5% de fieles en el último año, según publicó la Cadena Ser el pasado septiembre. La formación naranja, además, está en caída libre no solo en respaldo popular, como muestran todas las encuestas, sino también en ingresos provenientes de las cuotas de los afiliados. Todo lo contrario que los de Abascal, que no han parado de crecer en estos últimos 12 meses. En el primer Vistalegre que montaron, en octubre del año pasado, el partido apenas alcanzaba los 20.000 afiliados, lo que en términos económicos significa contar con menos de la mitad de los ingresos que en la actualidad. No en vano, el segundo Vistalegre, que contó con una afluencia superior de público, también conllevó un 30% más de gasto, en torno a 150.000 euros.

Foto: Pablo Casado, durante su discurso en la reunión de la junta directiva del PP de Cataluña. (EFE)

Una decena de pantallas gigantes, un escenario más sofisticado y más personal organizador daban cuenta de este mayor desembolso, que fue sufragado fundamentalmente con ese dinero procedente de las cuotas. El 'crowdfunding' que el partido puso en marcha apenas tuvo recorrido, entre otras cosas porque comenzó pocos días antes de la celebración del evento. No en vano, los ingresos que Vox recibe de los afiliados representan la principal fuente de financiación. Entre un 75 y un 80% de su facturación, en concreto, proviene de esta vía. Muy lejos estaría el micromecenazgo y las donaciones por 'merchandasing'.

Según reflejan las últimas encuestas, la formación cuenta con los votantes más leales del arco parlamentario, los que menos se desvían de sus ideas, los que en las últimas elecciones generales apostaron por Abascal y en estas prevén repetir papeleta. Esta fidelidad, que tiene su reflejo en la cuestión monetaria, es la que da confianza a los dirigentes del partido, que consideran que su crecimiento no parece flor de un día. No en vano, el pasado verano la formación trasladó su sede a un nuevo edificio situado en la madrileña calle de Bambú.

placeholder Abascal, Espinosa de los Monteros y Ortega Smith en Vistalegre entre la multitud. (Reuters)
Abascal, Espinosa de los Monteros y Ortega Smith en Vistalegre entre la multitud. (Reuters)

Era la segunda mudanza que asumían los empleados, que hace justo un año pasaron de trabajar en un pequeño piso a ocupar un bajo tres veces más extenso situado en pleno barrio de Chamberí. La formación pagaba entonces casi 4.000 euros al mes por este establecimiento. Ahora abonará algo más de 20.000 euros mensuales por su nueva casa que, a pesar de ser cinco veces más cara que la anterior, no deja de ser la sede "más barata" del panorama político nacional, como explican desde Vox, que entiende que desde el pasado verano gastan en torno a la mitad de lo que desembolsan el PP y el PSOE por sus respectivos cuarteles generales, situados en las madrileñas calle de Génova y Ferraz. Incluso Podemos, afirman, gasta más en el alquiler de su sede.

Con todo, el pago de la renta del inmueble representa la partida más importante de la formación, que desde que nació ha tenido una importante política de contención del gasto. "Si se ha pasado a esta sede ha sido porque podía asumirlo", explican fuentes del partido, que en estos momentos cuenta con algo más de 50 empleados en nómina. Los sueldos de estos trabajadores también son "contenidos", como califican las mismas fuentes, que grosso modo aseguran que la mayor parte de los salarios se sitúan entre 1.200 y 2.000 euros mensuales.

placeholder El votante de Vox es el más fiel, según los últimos sondeos. (EFE)
El votante de Vox es el más fiel, según los últimos sondeos. (EFE)

La prudencia al asumir nuevos gastos unida a esa mencionada fidelidad de los votantes también a la hora de rascarse el bolsillo sitúan a los de Abascal en una situación financiera muy holgada, que permite afrontar gastos como los derivados del citado cambio de sede, del calculado acto de Vistalegre -tras el cual Vox logró 2.000 nuevos afiliados- o de la adquisición de la bandera de España más grande nunca confeccionada, cuyo coste no ha podido ser conocido por El Confidencial, que ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con la empresa que ha construido la enseña.

La tendencia del partido, además, no deja de ser ascendente. Y por supuesto no solo en cuanto al respaldo en las urnas que reflejan los últimos sondeos. El número de afiliados no deja de subir. En el último año ha crecido más del doble. Tras las últimas elecciones generales, que derivaron en un intento fallido de Pedro Sánchez por formar Gobierno, Vox ha incrementado en 10.000 personas su lista de simpatizantes. Según explican desde la formación, ninguno de ellos paga el primer mes para evitar confusiones y que muchos se den de baja al ver de repente la cuota. Por eso, empiezan a pagar desde el segundo mes, aclaran, porque consideran que luego lleva a los asociados a un mayor grado de compromiso.

El músculo financiero de Vox ha aumentado en el último año como el bíceps del cliente del gimnasio que se machaca cuatro veces a la semana. El partido ha pasado de patear las calles de los pueblos altavoz en mano a exhibir equipos de sonido en la madrileña plaza de toros de Vistalegre más propios de un concierto de los Rolling Stone que de una formación modesta. Entre otros cambios notables, se han cambiado dos veces de sede porque se les quedaba pequeña y van a adquirir la mayor bandera de España jamás confeccionada solo con el fin de demostrar que Santiago Abascal tiene la enseña nacional más grande.

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