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Confesiones en el frente antisistema: "Creo en la violencia. Solo te escuchan si la lías"
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TRAS LAS BARRICADAS EN BARCELONA

Confesiones en el frente antisistema: "Creo en la violencia. Solo te escuchan si la lías"

Tres antisistema cuentan sus sensaciones en los enfrentamientos con la policía. "Estás enfrente de la policía y tienes miedo pero a la vez te da un subidón que te espabila rápido"

Foto: Un antisistema durante las protestas en Barcelona. (EFE)
Un antisistema durante las protestas en Barcelona. (EFE)

"Te sube la adrenalina y te da morbillo. Marc Márquez contaba que cuando pasó a una moto de 500 empezó a gritar en las curvas dentro del casco. Esto es igual. Estás enfrente de la policía o volcando un contenedor para una barricada y tienes miedo pero a la vez te da un subidón que te espabila rápido. A los policías les pasa igual, que están enfrente gritándote de todo, te llaman hijo de puta y te retan a que vayas, pero se nota que están en tensión y se divierten". Así habla un antisistema. Lo hace ante unas cervezas y en un descanso de la batalla de Laietana. Cuenta su historia, su versión de la revuelta de Barcelona, junto a dos compañeros bajo la condición del anonimato. A unos metros, la policía y los independentistas llevan horas enzarzados entre barricadas ardiendo.

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"Creo en la violencia. Los pensionistas cruzaron media España y salieron solo un minuto en los telediarios. Aquí está todo el mundo mirando", explica R. R. M., de 33 años. Cuando se quita la sudadera oscura con capucha aparece una camiseta negra de un grupo local de trash metal, una medio cresta y dos grandes aros y un brazo tatuado. Viene de un pueblo de los alrededores de Barcelona pero lleva varias noches en Barcelona en las algaradas. No luce ninguna estelada. "No creo en ninguna bandera, ni en Torra, ni en Puigdemont, no confío en nadie. Yo lucho por mi país, no por ningún político. Ni voto en las elecciones y ahora quieren que vaya cada dos por tres, me quieren ver más en el colegio que cuando era pequeño". Cuentan que hace un rato casi les atropella un furgón policial. "Aún quedan aquí muchos días", aventura.

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Que este grupo esté al frente de las protestas es lo que cambia todo respecto a 2017. Hace dos años, los antisistema, de larga tradición en Cataluña, nunca se sumaron a las protestas. O se quedaron al fondo, mirando. Ahora hay familias y jóvenes en segundo plano. Son los que, bajo la batuta de Òmnium y ANC, protagonizaban las marchas del 'procés'.

placeholder Un momento de las protestas de este viernes en Barcelona. (Reuters)
Un momento de las protestas de este viernes en Barcelona. (Reuters)

Hoy en primera fila y copando las imágenes están estos radicales. Van de negro, con la cara tapada, bien pertrechados, algunos con casco de moto y gafas, algunos con escudos o con protectores para el pecho. "Hace dos años estábamos esperando a ver qué pasaba. Era como un cómic, no te podías creer lo que pasaba, que si las urnas que no las encontraban, que si uno se iba a Bélgica... Si no llega a ser por las palizas del 1-O ahora no estábamos aquí. La sentencia ha sido la gota que ha colmado el vaso. Les han metido más años que a uno que abusa de niños".

Si hace dos años uno de los gritos más repetidos era "somos gente de paz", ahora eso no es así. "La única forma de que te escuchen es liándola mucho. No sé cómo acabará, pero esto ya es historia y la estamos haciendo". Para estos, lo del 'procés' tenía un problema de base, que entonces los manifestantes daban claveles a los mossos. "Los mossos son policías y la mayoría son nacionales que se pasaron cuando crearon el cuerpo. Cuando abren un furgón llevan banderas de España en el techo por dentro".

Ahora la violencia es máxima. ¿No temen que en algún momento se descontrole y haya muertos? Ya ha habido situaciones límite: fuegos artificiales contra un helicóptero, cócteles molotov contra la policía, un manifestante arrollado en Tarragona por un furgón de los mossos, fuegos de barricadas que han tocado a edificios o al lado de gasolineras, estampidas entre una muchedumbre de gente... "Claro que puede haber muertos, pero menos que con ETA", es su respuesta. "Cada vez vamos más preparados. Estamos aprendiendo, pero la policía también".

Estos antisistema desconfían de todo lo que leen. "La prensa española manipula, pero TV3 también, que barre para su lado. Yo picoteo de Internet. Ahora hemos abierto los ojos porque nos han pegado". Sus críticas son generalizadas a todo el sistema español: a Rajoy, a Aznar, al sistema judicial... "Hay más coches oficiales en España que en todo Estados Unidos. ¿Eso cómo puede ser? Está podrido. Probemos la independencia que peor no puede ir. Cataluña es rica. Tiene mar, pirineos y lo que pasa es que quieren esa riqueza. ¿Has visto el Puerto de Barcelona? ¿Todos esos contenedores? Eso es dinero que se va de aquí y por eso no quieren que tengamos la independencia".

"Te sube la adrenalina y te da morbillo. Marc Márquez contaba que cuando pasó a una moto de 500 empezó a gritar en las curvas dentro del casco. Esto es igual. Estás enfrente de la policía o volcando un contenedor para una barricada y tienes miedo pero a la vez te da un subidón que te espabila rápido. A los policías les pasa igual, que están enfrente gritándote de todo, te llaman hijo de puta y te retan a que vayas, pero se nota que están en tensión y se divierten". Así habla un antisistema. Lo hace ante unas cervezas y en un descanso de la batalla de Laietana. Cuenta su historia, su versión de la revuelta de Barcelona, junto a dos compañeros bajo la condición del anonimato. A unos metros, la policía y los independentistas llevan horas enzarzados entre barricadas ardiendo.

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