El Rey evita cualquier mención a Cataluña en el discurso de los Princesa de Asturias

Los Premios Princesa de Asturias llegaron este otoño en una jornada de especial trascendencia para España. En mitad de la huelga general convocada por el independentismo en Cataluña, tras cuatro largas noches de disturbios y graves incidentes, y solo cinco días después de que se hiciera pública la sentencia del juicio del procés, confirmándose las condenas a los exdirigentes políticos catalanes. Felipe VI llegó a la ceremonia de los galardones acompañado de la Reina y, por primera vez, de sus dos hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía. La expectación sobre sus palabras era total, pero el jefe del Estado optó por no hacer ninguna mención a la situación catalana.

No se refirió a los graves hechos de estos días, ni tampoco al fallo judicial del Tribunal Supremo. Tampoco insistió en la férrea defensa de la Constitución por la que apostó en anteriores ediciones, igual que en otros discursos de especial relevancia durante los meses pasados. Ni una sola palabra en esta ocasión.

Sí fue uno de los discursos más emotivos del jefe del Estado, que no dudó en recordar algunas de las experiencias más importantes vividas en ese Teatro Campoamor. "Aquella edición de 1981" (en referencia a los primeros galardones en los que habló cuando tenía 13 años, exactamente igual que hizo su hija Leonor este viernes), "o hace 15 años cuando, sobre este mismo escenario y en una ceremonia similar, asistí por primera vez acompañado de mi esposa, la entonces princesa Letizia".

Quiso reconocer que la presencia de sus hijas en esta ocasión "transforman el día cargado de simbolismo", y se dirigió en varias ocasiones a Leonor para insistirle en que debía apreciar "todo lo que representan" los Premios, pidiéndole que "interiorizara el mensaje" que los galardones "lanzan al mundo". Felipe VI vistió su discurso de guiños constantes apuntando a la continuidad de la Corona.

"Tu presidencia de honor de la Fundación Princesa de Asturias corresponde al compromiso personal e institucional que tienes con España como heredera. Y esta celebración solemne es muestra de ese compromiso con los españoles que deberás renovar permanentemente con dedicación, espíritu de servicio, lealtad y responsabilidad; siempre con humildad, y consciente de tu posición institucional, haciendo de la Corona día a día una referencia de servicio a nuestro país, porque eso es lo que de ella esperan nuestros ciudadanos", dijo el monarca ante la atenta mirada de la princesa.

Y continuó: "La obligación de servir a España y a los españoles debe ser el mayor orgullo y el máximo honor que puedas alcanzar. Tu deber será actuar siempre con el ánimo esperanzado, con coraje y con valentía; creciendo en responsabilidad, en bondad, y en ejemplaridad", concluyó el jefe del Estado en uno de los discursos en que más protagonismo cedió a su hija Leonor.

Antes de que la heredera debutara oficialmente en su vida institucional con el primer discurso, el Rey quiso lanzar un último mensaje para darle tranquilidad: "Hace 38 años –como recordaba al iniciar mis palabras− y en un día como el de hoy, yo estaba en el mismo lugar en el que ahora estás tú. Por eso, sé muy bien lo que sientes en este momento: responsabilidad, emoción y también nervios, muchos nervios", le dijo ejerciendo un papel más propio de padre que de Rey. "Tu madre y yo estamos muy orgullosos de ti y felices por acompañarte y ser testigos de este día, tan especial y único", zanjó mientras la heredera de la Corona asentía.

"El título me compromete con España"

Era el día de la princesa de Asturias. Después de su llegada a Oviedo este jueves, en el que junto a los Reyes y su hermana, la infanta Sofía, debutó entre los asistentes congregados junto a la catedral haciéndose fotos y saludando durante un largo rato, Leonor asumió sus primeras palabras públicas, más allá de la lectura constitucional del año pasado. Era su primer discurso como tal. Tuvo palabras de agradecimiento para el Principado y los asturianos, "presidir esta ceremonia y vivir todo lo que sucede en esta tierra durante los días de nuestros premios ya es motivo suficiente para sentirme feliz", aseguró.

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Recordó que Asturias es también la tierra de su madre, la reina Letizia: "Yo llevo sangre asturiana", y mencionó expresamente a su hermana menor, la infanta Sofía —sentada junto a la madre de ambas— y a su abuela, la reina Sofía, dándole las gracias por haber asistido a la ceremonia: "Ella sabe lo importante que es para mi que esté hoy aquí".

La hija mayor del Rey recogió el guante de su padre, y aseguró que el título de princesa de Asturias le "compromete" con "la entrega y el esfuerzo" de servir a todos los españoles. "En mi casa, las palabras España y Asturias siempre están unidas con la misma fuerza con que las ha unido la historia", concluyó la princesa Leonor. Sus palabras fueron respondidas con una larguísima ovación del público.