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La 'reventa' de citas colapsa Extranjería: "Por 180 euros te consigo hora"
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SOLO HAY 10.500 CITAS AL MES

La 'reventa' de citas colapsa Extranjería: "Por 180 euros te consigo hora"

El colapso en el sistema de citas de las oficinas de Extranjería ha dado pie a la especulación de locutorios, particulares y bufetes que hacen caja solo por dar hora con la administración

Foto: A Nicholas le caducó el permiso en marzo y todavía no ha sido capaz de encontrar cita. (M. Z.)
A Nicholas le caducó el permiso en marzo y todavía no ha sido capaz de encontrar cita. (M. Z.)

Nada más desayunar, Iris, ecuatoriana de 27 años, se sentaba todos los días frente a la pantalla del ordenador y empezaba a pulsar F5 sin parar. El proceso se repetía una y otra vez a lo largo del día: abrir el navegador, introducir "Cita previa extranjería" en el buscador y probar suerte en la web del ministerio. Nunca la tenía. "Estuve dos meses intentando conseguir hora para que mi marido pudiera solicitar la tarjeta de residencia y cada vez que entraba siempre me saltaba la misma ventana: no hay citas disponibles", recuerda. "Entonces, unos amigos me comentaron que había gente que se dedicaba a venderlas. Uno de ellos me puso en contacto con una abogada para que nos consiguiera un turno. A las dos semanas la tenía". El precio por conseguir una reunión con la administración: 180 euros.

A Salah le han ofrecido una cita esta semana en la misma puerta de una de las dos oficinas de Extranjería que quedan en Madrid, la de la calle Silva, por el módico precio de 150 euros. Y no era la primera vez. "Si no consigo cita hoy mismo voy a comprarla, he estado vendiendo cosas en el rastro para poder pagarla", cuenta este marroquí que lleva 20 años en España y ha estado los últimos cuatro meses esperando para poder presentar la documentación para una reagrupación familiar con su mujer, que es española. "No me puedo arriesgar a que me pille la policía y me manden a Marruecos porque me ha caducado la residencia esperando y ahora mismo estoy ilegal".

placeholder Charlie, de Ghana, lleva varios meses esperando una cita. (M. Z.)
Charlie, de Ghana, lleva varios meses esperando una cita. (M. Z.)

Desde hace dos años, según denuncian las asociaciones y los afectados, conseguir cita para un trámite tan simple como renovar el NIE o el permiso de residencia se ha vuelto misión imposible, aunque es especialmente insostenible desde los últimos ocho o nueve meses. La falta de personal funcionario en las oficinas de Extranjería y la escasez de la cartera de citaciones han provocado que gran parte de los afectados tengan que recurrir a un "intermediario" para conseguir a cambio de dinero algo que debería ser gratis. La necesidad ha dado pie a la picaresca y ha empezado a florecer un 'mercado negro' similar al de la reventa de entradas para conciertos, pero para la Administración Pública.

Si echas nueve horas al día, consigues una cita seguro, ¿pero quién puede hacer eso?

Cada vez que se suben nuevas citas, estas vuelan en segundos. "Sabemos que lo hacen sobre todo locutorios. Seguramente, sea gente que se pase todo el día frente al ordenador actualizando la página y cobrando por ello. Si echas nueve horas al día, consigues una seguro, ¿pero quién puede hacer eso?", denuncia Roberto Borda, de la asociación APOYO, que este viernes organizó una concentración frente a la oficina de Extranjería de la calle Silva para denunciar el bloqueo de citaciones en la Administración que afecta a todos los trámites: desde arraigo a reagrupación familiar, renovación de residencia o de NIE.

"Para nosotros, la falta de citas es una frontera invisible más que ha creado la Administración. Solicitar algo como un NIE debería ser tan simple como renovar el DNI, pero está claro que hay una intencionalidad de fastidiar los proyectos migratorios de las personas", insisten. "Los solicitantes están en una situación de vulnerabilidad y hay gente que ya está sacando beneficio de ello. Siempre que hay una frontera, hay un negocio oscuro alrededor de ella".

placeholder Concentración frente a una oficina de extranjería el pasado viernes (M. Z.)
Concentración frente a una oficina de extranjería el pasado viernes (M. Z.)


Locutorios, bufetes… y hasta Wallapop

En las páginas de anuncios clasificados es relativamente fácil encontrar una oferta de este tipo. También en apps de venta de segunda mano como Wallapop. Basta con introducir palabras clave como "cita" y "extranjería" para que salten decenas de ofertas que prometen conseguir fecha y hora en tiempo récord. "Cita previas exprés en Extranjería. Te conseguimos cita en menos de una semana. Llama e infórmate. 24 horas al día, 365 días al año", reza uno de ellos. "Abogados en Madrid. Sacamos cita previa para hacer los trámites de la oficina de Extranjería en muy poco tiempo. Aún en ciudades donde están colapsadas las citas, aseguramos la cita con datos personales. Cualquier duda, comunícate", se anuncia sin complejos un gabinete de letrados.

Durante una semana buscamos a estos intermediarios, que se anuncian desde puntos tan diversos como hogares particulares, locutorios, gestorías, asociaciones o, como el anterior, despachos de abogados. Siempre se cumple una condición: cuanto más profesional parezca el vendedor, mayor será el precio. Aunque anuncien el servicio al precio de un euro de cara al público, la cantidad real solo se conoce por WhatsApp y puede oscilar entre los 50 y los 300 euros.

placeholder Captura de una búsqueda en Wallapop
Captura de una búsqueda en Wallapop

Contactamos con uno de los anunciantes en Milanuncios que facilita su número de teléfono en la propia publicación. Elegimos pedir cita para el trámite de "arraigo", uno de los más solicitados y que más problemas provoca. El precio: 80 euros. El tiempo: menos de dos semanas. Solo tenemos que facilitar nombre completo, pasaporte, fecha de nacimiento y nacionalidad. "Y un correo electrónico para enviarte la cita cuando la tenga", añade el vendedor.

"Cobramos ochenta euros para cualquier trámite", nos responde al interesarnos por el precio de otras gestiones como la renovación de NIE o la solicitud de reagrupación familiar. Como cualquier mercado, este también funciona según la oferta y la demanda. "En septiembre serían 50 euros porque hay más funcionarios trabajando y es más fácil conseguir algo, no como en agosto que es imposible y hay que estar muchísimas horas conectado al ordenador".

Para conseguir cita en el mercado negro tenemos que aportar nuestros datos. Prometen hora entre unos días y dos semanas

Tras conocer el precio, preguntamos por la fiabilidad del proceso, ya que el sistema requiere introducir datos personales para poder obtenerla: "Tú me estás dando tus datos, ¿no? Me das tu permiso. Esto es como si te doy las llaves de mi casa y entras", explica. "Yo con tus datos no pinto nada. Cuando tenga tu cita, te mando la copia, compruebas que todo está correcto y entonces tienes que pagar. Si quieres me mandas los datos y, si no, no pasa nada, tenemos mucha faena. Pasa buena tarde".

Horas después, nos responde un empleado de un locutorio ubicado en Barcelona y nos asegura poder conseguir fechas y horas en cualquier provincia. Su jefe ha habilitado varios números de teléfono para dedicarlos exclusivamente a la venta de citas por Wallapop. Nos hace llegar, automáticamente, pantallazos con todas las gestiones que puede obtener en Madrid.

placeholder Un locutorio de Tetuán que anuncia citas previas (M. Z.)
Un locutorio de Tetuán que anuncia citas previas (M. Z.)

Sin salir de la ciudad condal, nos ponemos también en contacto con los vendedores que tienen mayor conocimiento de este mercado: los abogados. Llamamos al bufete París, un despacho de letrados que además de citas para Extranjería, también vende para cualquier tipo de certificado necesario en la Administración. Son tres y trabajan dentro de una copistería. "Nosotros estamos en un local, no somos como esos de las webs. Son cincuenta euros y en un día o dos la tienes. Si no la conseguimos, te devolvemos el dinero".

Otra abogada, que se anuncia en locutorios de Tetuán, en Madrid, promete conseguirlo en una semana a cambio de un pago previo de 40 euros y otros 40 cuando consiga la cita. "No te preocupes, que conseguirla la consigo", nos informa al teléfono. Incluso la asociación FOARE que se dedica a atender a inmigrantes, y que en el pasado ya protagonizó algún titular por vender puestos en colas en el CIE de Aluche, cubren este servicio, aunque el precio "solo se comunica presencialmente".

Desde la Asociación Profesional de Abogados de Extranjería de Madrid (APAEM) no se explican cómo algunos colegas consiguen estas citaciones cuando nadie puede. El Colegio de Abogados pone a disposición de los letrados unas diez citas a la semana, pero incluso esas vuelan. "Tengo clientes que se han ido para pagar a otro abogado que les consigue la cita. Vale, pero es que yo no puedo estar todo el día frente al ordenador haciendo solo eso, y estos despachos tienen a un departamento de gente dedicada a estar todo el día refrescando la página", explica Wendy Garrido, secretaria de la de APAEM. "Eso sí, cuando se destape todo, su integridad va a estar en entredicho. Y me gustaría saber cómo lo declaran porque una cosa es dar un servicio de letrado y otra vender algo que debería ser gratuito".

Me gustaría saber cómo lo declaran porque una cosa es dar un servicio de letrado y otra vender algo que debería ser gratuito

Aunque el sistema es supuestamente aleatorio y nadie sabe ni qué día ni a qué hora se suben nuevas citas, parece que hay abogados con información privilegiada. "Las consigo desde alguien de dentro porque si no es imposible", reconoce otra letrada de Barcelona que cobra 120 euros.

placeholder No conseguir citas supone que muchos se queden en situación irregular. (M. Z.)
No conseguir citas supone que muchos se queden en situación irregular. (M. Z.)

10.500 citas al mes

La desesperación de los solicitantes extranjeros retroalimenta este mercado oculto. Cada mes hay disponibles 10.500 citas para Extranjería, según datos de la Delegación del Gobierno aportados al Defensor del Pueblo. Si alguien necesita urgentemente una cita y decide comprarla, otra persona perderá esa hora a pesar de que invierta todo su tiempo frente al ordenador de su casa.

En ciudades como Madrid se ha reducido a más de la mitad la atención de Extranjería, pero no es la única región colapsada

Con el objetivo de conseguir acabar con la especulación, la Asociación Apoyo presentó en octubre de 2018 una queja ante el Defensor del Pueblo denunciando lo que creen que es "un sistema insuficiente que genera un grave déficit de acceso a derechos y situaciones de irregularidad sobrevenida, ya que provoca que caduquen documentos necesarios para el expediente administrativo". Es el caso de los certificados de antecedentes penales, que en países como México o Nicaragua solo tienen validez durante un mes, por lo que los extranjeros deben volver a solicitarlo al consulado de su país de origen y volver a pagar las tasas si en ese tiempo no consiguen hora con la oficina.

Pero también afecta al resto de aspectos de sus vidas. Un cliente de la abogada Patricia Fernández, por ejemplo, ha perdido un trabajo en una universidad por no conseguir una cita a tiempo para obtener el permiso necesario. "Y tengo otros a los que han bloqueado el dinero del banco porque les han caducado sus documentos, así que muchos se ven ese tiempo sin poder trabajar y sin dinero".

Ya el año pasado, asociaciones y ONG denunciaron el "colapso" del sistema de citas previas para solicitar protección de asilo. La cartera de citas que el Gobierno asignó en 2015 para el "Programa de Reasentamiento y reubicación" no era suficiente para suplir la fuerte demanda detectada en las principales ciudades, especialmente en Madrid y Barcelona, y tampoco había suficiente personal para atender las solicitudes.

Ahora la problemática también se ha extendido a trámites mucho más simples como la renovación del NIE, la petición de arraigo o la solicitud de un permiso de residencia. En el caso de Madrid, el problema se ha ido agravando porque en los últimos años se han cerrado tres de las cinco oficinas de Extranjería que había. La oficina de Leganés, por ejemplo, recibe ahora a unas 120 personas diarias que atienden, cuando están todos, siete funcionarios más otra decena en Silva. "No dan abasto, nos lo dicen muchas veces, están saturados", cuenta la abogada Garrido.

Pero el problema no es monopolio de Madrid. También otras regiones como Murcia, Barcelona, Valencia o Baleares tienen sus sistemas colapsados. Desde el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, del que dependen estas oficinas, explican que durante los dos últimos años se han tomado medidas de reforma del portal para impedir la especulación con las citas y reducir el 30% de personas que finalmente no se presentan. Tras una auditoría del CNI, han introducido herramientas de bloqueo de bots, y limitado el número de solicitudes desde una misma IP, aunque el problema persiste. Además, prometen potenciar que más trámites puedan hacerse telemáticamente, una de las peticiones de las asociaciones que denuncian la situación, así como aumentar el personal y el número de citas.

Nada más desayunar, Iris, ecuatoriana de 27 años, se sentaba todos los días frente a la pantalla del ordenador y empezaba a pulsar F5 sin parar. El proceso se repetía una y otra vez a lo largo del día: abrir el navegador, introducir "Cita previa extranjería" en el buscador y probar suerte en la web del ministerio. Nunca la tenía. "Estuve dos meses intentando conseguir hora para que mi marido pudiera solicitar la tarjeta de residencia y cada vez que entraba siempre me saltaba la misma ventana: no hay citas disponibles", recuerda. "Entonces, unos amigos me comentaron que había gente que se dedicaba a venderlas. Uno de ellos me puso en contacto con una abogada para que nos consiguiera un turno. A las dos semanas la tenía". El precio por conseguir una reunión con la administración: 180 euros.

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