Prisión para la mujer que coció la cabeza de su marido antes de dársela a su vecina
Cuando su vecina le entregó una caja con la excusa de que le escondiera los juguetes sexuales que tenía, nunca sospechó que dentro encontraría la cabeza del marido desaparecido
Cuando el marido de Mari Carmen, una vecina de la calle Santa Ana de Castro Urdiales (Cantabria), desapareció en abril, ella temía que la policía la señalara como sospechosa. Según cuenta, no sabía nada de su marido, de nombre Jesús, hasta que un día "apareció su cabeza en el felpudo de casa". No quiso denunciar porque creía que podía ser un ajuste de cuentas y que ahora irían tras ella.
Se le ocurrió entonces que lo mejor sería entregar la cabeza a su vecina para que la Guardia Civil nunca la encontrase. Para ello, la coció con la intención de que no desprendiera olor. Después, la envolvió en papel de aluminio y la metió en una caja.
La Guardia Civil, que investigaba el asunto, llamó a Mari Carmen para anunciarle que al día siguiente iría a registrar la casa por si aparecía algún indicio que les ayudara a resolver la desaparición. A falta de orden judicial, le pedían su autorización.
Ella consintió, pero ese mismo día fue a ver a una vecina amiga para entregarle la caja que ya tenía preparada con la excusa de que eran juguetes sexuales. "Por favor, guárdame esta caja que va a venir la Guardia Civil a mi casa y no quiero que vean los consoladores y las bolas chinas que uso. Van a pensar mal de mí", le dijo.
La vecina lo entendió perfectamente y accedió a guardarla. La mantuvo en su casa sin la aparente curiosidad de abrirla y comprobar si había algún juguete sexual más. La caja tenía un peso considerable y no era pequeña. Sin embargo, este fin de semana quiso descubrir que había dentro.
Al abrir la caja, la mujer no encontró ningún juguete sexual, sino la cabeza decapitada del marido desaparecido de la vecina.
Al verlo, la mujer sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, que la trasladaron en ambulancia al centro de salud Cotolino de Castro Urdiales.
La mujer sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios, que la trasladaron en ambulancia al centro de salud
Ahora, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Castro ha acordado como medida cautelar la prisión provisional comunicada y sin fianza de la mujer.
La causa será instruida por el Juzgado 3, donde ya se han incoado diligencias previas y se ha ratificado el secreto de las actuaciones acordado previamente por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2.
Cuando el marido de Mari Carmen, una vecina de la calle Santa Ana de Castro Urdiales (Cantabria), desapareció en abril, ella temía que la policía la señalara como sospechosa. Según cuenta, no sabía nada de su marido, de nombre Jesús, hasta que un día "apareció su cabeza en el felpudo de casa". No quiso denunciar porque creía que podía ser un ajuste de cuentas y que ahora irían tras ella.