Nacho Cardero: "Es la hora del periodismo de calidad para hacer frente al populismo"
El director de El Confidencial repasó los 18 años de vida del periódico en un evento en el que también abordó los retos a los que se enfrenta la cabecera a corto y medio plazo
“La mentira y la desinformación son un mal negocio”. Nacho Cardero, director de El Confidencial, fue el ponente invitado del Foro de la Nueva Comunicación celebrado ayer en el Casino de Madrid. En un acto que contó con la presencia de personalidades del mundo de la política, la economía y el periodismo, el responsable de esta casa hizo un repaso por los 18 años de vida del periódico, los retos que afronta en el presente y sus planes de futuro para seguir al frente de la oferta de cabeceras digitales en español.
El acto contó con un puñado de personalidades de la vida pública, entre las que se contaban cuatro ministras del Ejecutivo en funciones, las titulares de Hacienda, María Jesús Montero; Sanidad, María Luisa Carcedo; Defensa, Margarita Robles, y Trabajo, Magdalena Valerio. También la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el presidente del Senado, Manuel Cruz, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, así como el vicepresidente de la comunidad y la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Ignacio Aguado y Begoña Villacís, estuvieron presentes.
Entre los invitados, se encontraban otras figuras políticas como Ana Pastor, Inés Arrimadas, Elías Bendodo, Teodoro García Egea o Fátima Báñez, en un desayuno al que también asistieron importantes nombres del ámbito empresarial como Francisco Reynés, de Naturgy; Jaume Giró, de CaixaBank; José Bogas, de Endesa; Maurici Lucena, de AENA; Félix Abánades, de Quabit, o Gregorio Marañón, de Roche Farma. Rostros de la sociedad civil, como Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, se unieron a un acto en el que también se encontraba José Antonio Sánchez, presidente de El Confidencial.
El desayuno del Foro de la Nueva Comunicación sirvió para presentar en sociedad EC Previum, la apuesta de El Confidencial por el periodismo de calidad. Este nuevo servicio, dirigido a empresas, directivos, instituciones públicas y otras entidades, ofrecerá acceso privilegiado a información exclusiva antes de que se publique en abierto al resto de lectores. Análisis y opinión se darán la mano para complementar información con opinión de periodistas y expertos. Todo ello bajo un formato personalizado para que los suscriptores reciban las noticias, columnas y reportajes que puedan resultar más relevantes para sus intereses.
“¿Cuál es el coste de la verdad? —se preguntaba el director de El Confidencial—. Tener información antes que nadie, en español, de lo que pasa en el mundo”, resumía Cardero. Es un servicio de pago para directores generales y directivos “para que puedan tomar decisiones y adelantarse a sus competidores”.
“Nacho dirige a diario una película, una obra de teatro”, afirmaba la presentadora del evento, Cayetana Guillén Cuervo, antes de dar paso al director de El Confidencial, que desgranó en algo menos de una hora las claves que han regido este diario durante los últimos 18 años, los hitos que ha cosechado y los retos que se avecinan en el futuro. Todo ello con un ojo puesto en el estado del periodismo y su estrecha relación con los poderes políticos y económicos.
Cardero recordó que ha habido tres hitos que han marcado época en el periodismo en los últimos años. “El Watergate fue periodismo analógico. Wikileaks estuvo al 50% entre el periodismo analógico y el digital, mientras que los papeles de Panamá fueron 100% digitales. Ahí estaba El Confidencial y nos dieron un premio Pulitzer por ello”.
El Confidencial también ha tenido sus propios hitos a lo largo de esta travesía que han sido sus 18 años de vida. Junto a los citados papeles de Panamá, publicados en 2016, Cardero también quiso hacer referencia a dos cuestiones específicas: la situación en Cataluña —“nos ocupa y preocupa: hemos vivido intensamente lo que ha pasado allí y el 1-O fue un punto de inflexión a la hora de cubrir este tipo de eventos”— y “el aquí y el ahora”.
La batalla de la calidad
Cuando uno cumple 18 años, se plantea una serie de cuestiones vitales. Las mismas que se puede plantear un periódico que ha alcanzado una posición de liderazgo dentro de los medios digitales como El Confidencial. Esas preguntas van desde lo filosófico a lo terrenal. “¿Quiénes somos? ¿Qué queremos ser? ¿Nos gusta tener audiencia? Mucho. ¿A cualquier precio? No”. Para Cardero, la misión de El Confidencial es “hacer la sociedad un poquito mejor”, y ese trabajo solo se consigue “haciendo lo único que sabemos hacer: haciendo periodismo de calidad, publicando lo que otros callan y ejerciendo de contrapoder”.
Fue en ese momento cuando el director de El Confidencial comenzó a analizar la situación actual de la prensa y la comparó con El Confidencial. “La batalla de la calidad es la batalla de El Confidencial”, afirmaba, no sin advertir al resto de cabeceras de que “debería ser la de todos los medios”. Lamentó la existencia de medios “que informan y desinforman”, aunque recordó que “la mentira y la desinformación son un mal negocio”.
¿Qué hacer frente a esa oferta informativa que no enarbola la bandera del rigor? El director trazó un símil con la premiada serie 'Chernobyl' para recordar que se creó “una realidad mediante informaciones que no eran veraces”, lo que llevó a preguntarse cuál era el precio de la mentira. ¿Qué puede hacer El Confidencial en este contexto? “Apostar por el periodismo veraz, responsable y de calidad, para que la prensa se convierta en una herramienta de regeneración democrática que permita el crecimiento económico sostenible y mantenga la paz social”.
“Una tormenta perfecta”
La coyuntura geopolítica actual preocupa al director de El Confidencial, que cree que se están dando todos los factores para que se produzca “una tormenta perfecta” apoyada en cuatro pilares: “El auge de los populismos, la revolución digital, la hegemonía de los GAFA [Google, Amazon, Facebook y Apple] y la desaceleración económica”. Y advirtió de que la sociedad no es consciente del poder que amasan en la actualidad.
El Confidencial pretende lograr una sociedad un poquito mejor haciendo lo único que sabemos hacer, periodismo de calidad
Cardero también quiso incidir en el papel que juegan las grandes empresas tecnológicas —“plataformas descentralizadas de información”, como las definió— y en lo que no dudó en definir como “la dictadura del algoritmo”, capaz de predecir comportamientos o actitudes de compra pero también de manipular lo que vamos a hacer: “El capitalismo de vigilancia es un poder preocupante”. Estados Unidos, según Cardero, ha puesto el algoritmo al servicio de la empresa, China del Estado y Europa del ciudadano. "Esa idea está bien, pero nos hace menos competitivos", advirtió.
Y con este panorama a las puertas de una nueva década, el responsable de El Confidencial cree que todos los actores, incluidos los medios, tienen preguntas que hacerse. ¿Están cambiando las sociedades democráticas? ¿Y el contrato social? ¿Qué papel juegan los medios en la actualidad? Porque frente al auge de las ‘fake news’, Cardero opina que solo se puede luchar con una prensa fuerte y de calidad en un entorno, el de la revolución tecnológica, que ha cambiado las reglas del juego: “Internet ha propiciado que por las autopistas por las que circula la desinformación también lo haga la información de El Confidencial”.
Reivindica el papel del español
En los compases finales de su charla, Cardero quiso romper una lanza en favor del español y reivindicó su lugar en los círculos económicos, científicos y de poder. “Es la segunda lengua más hablada del mundo y la tercera más usada en internet. Pero cuando hablamos de finanzas, de ciencia o de diplomacia, usamos el inglés”, lamentaba. Cardero opina que es necesaria una diversificación porque una lengua “organiza una sociedad, crea comunidad y garantiza el contrato social”.
El responsable de El Confidencial expresó su preocupación por que el inglés se acabe imponiendo en la Unión Europea, teniendo en cuenta que el Reino Unido “quiere salir de Europa y que Estados Unidos quiere marginarla y volverla insignificante”. Por ello, defendió la necesidad de una prensa fuerte en otros idiomas y que también informe de los temas clave del día a día.
“El español es el 10% del PIB mundial”, afirmaba Cardero, a la hora de reivindicar “una prensa económica y empresarial fuerte en España, en castellano, que sirva de contrapoder”. ¿Qué ha hecho El Confidencial para apoyar esa idea? “Reforzarse y reestructurarse” con nuevos fichajes como Rubén Amón o Ignasi Guardans y poniendo un ojo en las plazas donde es más leído. “Nos leen mucho en España y en México, pero también en la City de Londres, en Bruselas o en Ginebra. Las grandes plazas financieras europeas”, aseguraba.
Y con esas dos ideas en mente —contar con un ‘dream team’ de periodistas especializados y tener presencia en esas grandes plazas— nace EC Previum, la nueva apuesta de El Confidencial para desarrollar su oferta de información veraz, rigurosa y exclusiva para combatir la desinformación y las 'fake news' y ayudar a esos lectores influyentes a tomar mejor sus decisiones.
“La mentira y la desinformación son un mal negocio”. Nacho Cardero, director de El Confidencial, fue el ponente invitado del Foro de la Nueva Comunicación celebrado ayer en el Casino de Madrid. En un acto que contó con la presencia de personalidades del mundo de la política, la economía y el periodismo, el responsable de esta casa hizo un repaso por los 18 años de vida del periódico, los retos que afronta en el presente y sus planes de futuro para seguir al frente de la oferta de cabeceras digitales en español.
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