Caos electoral en la España rural: 38 pueblos repetirán las municipales, pero tras el 10-N

En La Granja de la Costera (Valencia, 297 habitantes) ir a votar ya es un hábito. Este año ha celebrado en días distintos elecciones autonómicas, generales, municipales y europeas, y ahora tiene que repetir las generales y también las municipales. La Granja es uno de los 38 pueblos que deben votar de nuevo en unas municipales porque así lo ordenó la Junta Electoral Central tras un problema con el recuento. Todo el mundo esperaba que las nuevas municipales coincidieran con las generales el 10-N, pero un error en la gestión de la convocatoria lo impide. "La gente no entendería ir a unas elecciones generales una semana y la siguiente votar en las municipales. Es una historia para no dormir. El Gobierno tenía que haber medido los tiempos", critica el alcalde en funciones, Carlos Garrido, del PSOE.

El pasado 26 de mayo, La Costera tuvo un baile de resultados: primero ganó el PP por un voto, luego el PSOE por uno y finalmente acabó en empate. La solución que tomó la Junta Electoral Central fue repetir las elecciones porque en la mesa electoral estaba como vocal el candidato socialista.

"La gente me pregunta que cuándo vamos a votar y no sé qué contestar. Parece que vamos a estar votando hasta que se canse la gente"

Cordobilla de Lácara (Badajoz, 916 habitantes) también vivió un extraño recuento ese día. Inicialmente, el PSOE obtuvo tres escaños, los mismos que el partido local Extremeños, que tuvo solo un voto menos, y uno Ciudadanos. Pero en la urna había más papeletas que sobres, así que la presidencia de la mesa optó por quitar una papeleta al azar de la urna. Al final, la Junta Electoral ordenó repetir los comicios.

Antonio Cruz, el alcalde en funciones, del partido Extremeños, está cansado de no saber cuándo se resolverá la situación en el pueblo: "La gente me pregunta que cuándo vamos a votar y no sé qué contestar. Parece que vamos a estar votando hasta que se canse la gente". Cruz explica que está sin comprometer presupuesto ni otras actuaciones del ayuntamiento a la espera de que el Consejo de Ministros convoque las elecciones.

El tercer foco de tensión está en Burela (Lugo, 9.500 habitantes), donde el Tribunal Superior de Justicia ordenó repetir las elecciones. Además, hay 35 pueblos en los que no hubo candidaturas en las municipales y tienen que repetir los comicios o se hará cargo una gestora. Muchos de estos municipios están en Navarra.

Todos esperaban votar el 10-N y que coincidiera con la repetición electoral, pero eso ya es imposible. En 2016, el Congreso cambió la ley electoral para agilizar las repeticiones de las elecciones generales en casos de investidura fallida. Entonces, Rajoy estaba pendiente de la abstención del PSOE y esa reforma electoral, la única que aprobó entonces el Congreso, acortó los plazos y las subvenciones en caso de que hubiera que repetir las elecciones generales por un fracaso en la investidura.

"Si para estas elecciones la duración del proceso electoral es de 54 días, fijados a partir del día de la convocatoria, para las elecciones convocadas como consecuencia del apartado 5 del artículo 99 de la Constitución [el que establece cómo será la investidura], la duración se disminuye en una semana, lo que supone un proceso electoral de 47 días de duración", afirma el texto. La norma buscaba abaratar y acortar las campañas electorales en caso de fracaso de la investidura. "Dicha disminución del tiempo de la campaña se justifica en la idea de que en estas elecciones, convocadas de forma automática de acuerdo con el apartado 5 del artículo 99 de la Constitución, los candidatos no necesitan el mismo tiempo para realizar las actividades destinadas a la captación de sufragios".

Es decir, que cuando las Cortes queden disueltas automáticamente el día 23 se convocan elecciones para el 10 de noviembre, un plazo menor que lo normal. Sin embargo, para las municipales el plazo sigue siendo de 54 días. Es decir, que para que coincidieran las municipales el Gobierno debía haber convocado estas la pasada semana, según explica un experto en legislación electoral.

Carlos Garrido, alcalde en funciones de La Costera, critica la imprevisión: "Había dos opciones: que hubiera Gobierno o elecciones el 10-N. En cualquier caso, si hubieran convocado las municipales para esa fecha, ya se garantizaban que iban a coincidir. Si al final llegaban a un acuerdo, pues no pasaba nada. Al no hacerlo, ahora es una historia para no dormir".