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El PP se propone evitar el choque con Cs y Vox en campaña y centrarse en la economía
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Casado buscará el debate económico

El PP se propone evitar el choque con Cs y Vox en campaña y centrarse en la economía

Cale o no España Suma en Albert Rivera, Casado volverá a la carga con su llamamiento a concentrar el voto del centro derecha para no regalarle a Sánchez otra victoria electoral

Foto: El líder del PP, Pablo Casado, durante su intervención en la segunda y última sesión de control de esta legislatura. (EFE)
El líder del PP, Pablo Casado, durante su intervención en la segunda y última sesión de control de esta legislatura. (EFE)

La dirección del Partido Popular repite los buenos propósitos que se hizo para la anterior campaña electoral, la del 28-A, y ante la del 10-N quiere apostar por la economía como cuestión de fondo y evitar el choque con su competencia más directa: Ciudadanos y Vox. Pablo Casado reconoció después de su fracaso en esos comicios que no había calibrado hasta el final el hecho de que mientras él iba contra Sánchez, Rivera se centró en disputarle su propio terreno en la derecha. Ahora las circunstancias han cambiado y después de obtener el apoyo de Ciudadanos para gobernar la mitad de las administraciones de la España autonómica, fuentes del PP apuntan que no tendría sentido entrar en conflicto con su principal socio.

Foto: Rajoy y Casado, durante el encuentro. (LaSexta)

Cale o no la oferta de España Suma en el partido de Albert Rivera, Casado volverá a la carga con su llamamiento a concentrar el voto del centro derecha para no regalarle a Sánchez una nueva victoria electoral, que puede ser menos corta que la anterior, según reconocen en la sede de Génova. Pero esas apelaciones a la unidad tendrán que ser medidas y sin críticas personales al presidente de Ciudadanos, añaden en los mismos medios.

De hecho, diputados y senadores del Grupo Popular aseguran que en sus conversaciones con compañeros de escaño y dirigentes de Cs sí encuentran receptividad a la idea de coordinar sus candidaturas, al menos en la Cámara Alta.

Foto: Los líderes del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera. (EFE)

Como ya planteó Casado a Rivera en los anteriores comicios, en caso de listas conjuntas al Senado, el centro derecha se garantizaría la victoria en la mayoría de las circunscripciones y con un reparto muy simple: dos puestos para los populares y uno para los riveristas. Con esa fórmula, Cs podría tener después un grupo propio en el Senado de más de 30 miembros, con lo que supone esa representación después en subvenciones y puestos de asesores. En las anteriores elecciones, Ciudadanos solo obtuvo cinco escaños en el Senado.

En el caso de Vox, en el PP parecen empeñados en tantear la posibilidad de pedir a los de Santiago Abascal que dejen de presentarse en las provincias donde no tienen posibilidades de sacar escaños y los votos que restan al PP acaban por beneficiar al PSOE o a los nacionalistas catalanes y vascos. Los populares prefieren un pacto de no agresión mutua en campaña pese a que echen cuentas del desgaste de Vox en las provincias más pequeñas experimentado en las elecciones autonómicas y europeas del 26 de mayo para calcular cuántos escaños pueden recuperar por esa vía.

Foto: Pleno del Congreso. (EFE)

En las primeras líneas del guion de campaña del Partido Popular está también la apuesta por el debate económico. Casado insiste ya en todas sus intervenciones públicas en que la desaceleración, los datos de empleo de este verano, las consecuencias para España del Brexit o el déficit creciente del sistema de pensiones son las cuestiones que el partido debe abordar en las próximas semanas. Como reconocen en el nuevo Grupo Popular y recalcan en la vieja guardia del partido, el PP tiene su mayor crédito en la gestión económica después de haber sacado a España de dos crisis, la de 1996 y la última, la más larga y dura, que le tocó afrontar a Mariano Rajoy.

Antes de confirmarse la repetición de elecciones y nada más arrancar el curso político, Casado anunció una convención sobre economía que servirá para actualizar el último programa electoral, concretar la oferta del PP para hacer frente a la amenaza del retroceso en el crecimiento y el empleo e intentar trasladar a la opinión pública la importancia de la gestión económica más allá del choque izquierda-derecha en que se quiere mover Pedro Sánchez.

La dirección del Partido Popular repite los buenos propósitos que se hizo para la anterior campaña electoral, la del 28-A, y ante la del 10-N quiere apostar por la economía como cuestión de fondo y evitar el choque con su competencia más directa: Ciudadanos y Vox. Pablo Casado reconoció después de su fracaso en esos comicios que no había calibrado hasta el final el hecho de que mientras él iba contra Sánchez, Rivera se centró en disputarle su propio terreno en la derecha. Ahora las circunstancias han cambiado y después de obtener el apoyo de Ciudadanos para gobernar la mitad de las administraciones de la España autonómica, fuentes del PP apuntan que no tendría sentido entrar en conflicto con su principal socio.

Pablo Casado
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