La soledad de Torra en Madrid: ERC ausente y solo el PDeCAT arropa al 'president'

El ‘president’ de la Generalitat llegó al Paseo de la Castellana sin un solo acompañante. Quim Torra entró al hotel Villamagna de Madrid entre escoltas y chóferes donde le esperaba la plana mayor de su partido. Meritxell Budó, consejera de la presidencia y portavoz de la Generalitat, había entrado minutos antes. También estaba otro peso pesado del PDeCAT, la ahora senadora Marta Pascal. Más tarde llegaban un gran número de diputados autonómicos catalanes y también los rostros más conocidos del grupo parlamentario en el Congreso: la portavoz, Laura Borràs y los parlamentarios Miriam Nogueras y Sergi Miquel.

El salón en el que se celebraba el desayuno organizado por ‘Europa Press’ no dejó apenas un sitio vacío. Las mesas estaban repletas, pero la verdad es que la noticia recaía más en las ausencias que en las presencias. Apenas hubo rastro de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Dos nombres: el diputado Joan Capdevila y la consejera de salud de la Generalitat, Alba Vergés. Nadie más. Tampoco se vieron apenas dirigentes del resto de grupos territoriales representados en el Congreso que a menudo expresan empatía por la crisis catalana. No hubo dirigentes del PNV y de EH Bildu estuvieron la portavoz parlamentaria, Mertxe Aizpurua y el diputado, Jon Iñarritu, estrella de TV3 que lució orgulloso el lazo amarillo en la solapa de su americana.

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Los comentarios se escuchaban entre invitados y periodistas (solo este segundo grupo llenaba cinco mesas del salón) y apuntaban hacia un mismo sentido: cierta sensación de soledad. Torra entró en la sala sin que nadie le pidiera declaraciones previas como suele ser habitual. El Gobierno de Pedro Sánchez envió a dos representantes de los ministerios de Política Territorial y Función Pública y del Interior. Del primero estuvo la secretaria general de coordinación territorial, Miriam Álvarez y, del segundo, Juan Antonio Puigserver, también secretario general técnico. Nada de figuras políticas... tal vez para que no hubiera lecturas de ningún tipo.

No a Sánchez y "respuesta" a la sentencia

Este mismo miércoles la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, reconocía que en su formación no tenían ningún interés en reunirse con el PDeCAT para hablar de la investidura. “No hay nada que hacer”, se lamentaba de un diputado catalán esta mañana al enterarse. El 'president' confirmaba esta mañana que la postura de su grupo parlamentario se mantenía en el no a la investidura, calificando de "decepción" la propuesta del Ejecutivo para Cataluña incluida en su programa de 370 medidas en la que queda claro que no habrá referéndum.

Torra inició su comparecencia con un breve resumen sobre lo sucedido en Cataluña en los últimos años. Defendió su postura una y otra vez: “En Cataluña no hay un problema de convivencia ni de ruptura social, sino de democracia”, repitió. Denunció “la persecución política”, el “encarcelamiento” y “posterior exilio” de muchos dirigentes catalanes y no dudó en afirmar que aunque mucha gente “piensa que la ley es la ley”, mucha otra considera que “los derechos y libertades universales están por encima de la dura ley española”.

Recordó el 1 de octubre de 2017, “urnas y porras” a su juicio, y recriminó de todas las maneras posibles la gestión del Gobierno de Rajoy. Le reprochó al presidente del Gobierno haber pedido explicaciones como jefe de la oposición y haberse olvidado ahora que está en la Moncloa. Y volvió a repetirlo: “El único problema de Cataluña es de democracia”.

Se pronunció claramente sobre un posible anticipo en las elecciones catalanas: “Son lo último que me preocupa en este momento”, aunque también reconoció que “no las quiere” porque entiende que lo importante “es fortalecer las instituciones”. Sí aseguró que lo más preocupante es “la situación enormemente compleja y grave” que se vivirá una vez se conozcan las sentencias (en referencia al juicio del procés). “Si queremos dar una respuesta, como va a hacer la sociedad catalana, lo último que podemos a hacer es abocarnos a unas elecciones en las que todos sabemos que el grado de confrontación será importante. Tenemos que fortalecer las instituciones. Habrá respuesta”, aseguró sin concretar si desde el Govern se instaría a la sociedad catalana a actuar de alguna manera.