¿Es posible ahorrar en la 'vuelta al cole'?

"No hay ahorro posible". Esta es la frase de una madre con dos niños en edad escolar, pero seguramente repetida por muchos padres cada mes de septiembre. El curso 2019-2020 está a punto de comenzar, y son muchos los padres y madres que tratan de buscar los mejores trucos para ahorrarse un dinero en el retorno a las aulas: entre el material, los libros de texto, los uniformes o los comedores escolares, buena parte de los ingresos acaban en una mochila. ¿Existen trucos para ahorrar? Desde luego, aunque el primero y el más importante es no postergar las compras y planificarlas, para no tener que desembolsar todo de golpe.

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No obstante, llegado el momento la 'vuelta al cole' puede generar un agujero importante para la economía familiar. Los gastos derivados de libros de texto, material escolar, uniformes y calzado, mochilas, estuches y, cada vez más, 'tablets' y otros aparatos electrónicos, se suman a los gastos habituales de hipoteca o alquiler, pagos de factura, etc., por lo que el principal consejo que se le debe dar a una madre o a un padre a la hora de hacer frente a esta situación es escalonar las compras. Lo mejor es no esperar para hacerse con todo el material que los pequeños necesitan para cursar toda la temporada escolar, aunque en ocasiones resulta complicado, debido a la poca antelación con la que se ofrecen, por ejemplo, los listados de libros de texto que se utilizarán cada curso.

Libros de texto: el dolor de cabeza

Cada poco tiempo se cambian las ediciones de los libros de texto que se utilizan en la educación española, por lo que una familia con hijos con una diferencia de cuatro años pueden encontrarse con la situación de que los libros del mayor ya no sirven al pequeño. Uno de los consejos que más se suele ofrecer es el de reutilizar libros de otras personas, o adquirirlos en tiendas de segunda mano, aunque no siempre se sabe a qué tipo de lugares se puede acudir.

El coste medio de los libros por alumno en España supera los 150 euros. Según un estudio de iAhorro, en 2019 cuestan una media de 167,73 euros, siendo los de Infantil los que más han subido de precio. Quizás lo primero que hay que hacer es consultar si en la comunidad autónoma en la que uno reside puede acceder a libros de texto gratuitos, ya que existen algunas, como Andalucía, Comunidad Valenciana o Navarra, que ofrecen este material de manera gratuita a alumnos de Primaria y Secundaria e incluso algunos de FP.

► Estas son las comunidades autónomas con libros de texto gratis para el curso 2019-2020

No obstante, existen algunas plataformas en Internet donde adquirir material escolar a un coste inferior al que tiene si fuera nuevo. Eso sí, cuidado con los cuadernos de ejercicios: si ya vienen con las respuestas no servirá de nada gastarse el dinero en ellos.

• Wallapop: es la tienda 'online' de segunda mano por excelencia. Con 'app' en el móvil, es una de las opciones más utilizadas a la hora de buscar productos ya utilizados... y también libros. Es importante comprobar que la edición es la que exige el colegio o, en su defecto, comparar la edición que está a la venta y valorar qué diferencias hay con la de los libros de texto de la última edición.
• Al igual que Wallapop, el resto de páginas web genéricas de segunda mano también son buenas opciones para valorar: MilAnuncios o Vibbo (el antiguo Segunda Mano) pueden ayudar a minimizar los gastos en el material escolar.
• Uniformesylibros: esta plataforma sí está especializada en material escolar. Creada por una madre de Gijón que hace algunos años se declaró harta de desembolsar enormes cantidades de dinero cada comienzo de curso, en ella se venden libros de texto (incluso en 'packs' por curso) y también uniformes de determinados centros escolares que lo exigen.
• BolsaBooks: otra plataforma, autodenominada 'librería académica', que vende además de libros de texto otro

Hasta hace algunos años existían otras plataformas, como Donaz.es, Truequebook o Bolsadelibros, pero en la actualidad han dejado de funcionar. No obstante, otra buena opción para reutilizar libros de texto es ponerse de acuerdo con otros padres del mismo centro escolar, para comprar el material al año siguiente de ser utilizado por primera vez, adquiriéndolos a un coste más bajo del suyo original.

• Otro truco, no tanto para ahorrar, es vender los libros del último curso a otros padres que lo necesiten: es otra manera de recuperar parte del dinero gastado en el material del último año que, en caso de que no haya cambiado de edición, pueden usar los alumnos de otros cursos.

Uniformes: ¿en el cole, o en Internet?

No en todos los colegios es obligatorio el uniforme, y tampoco en todos en los que es obligatorio se siguen las mismas normas. Tal y como explican desde Legálitas, ningún centro público ni concertado puede obligar a los padres a comprar el uniforme en sus instalaciones, algo que sí pueden hacer los privados —al realizar la matrícula se acepta la política del centro—.

• Esta libertad se reduce cuando los uniformes llevan bordado el logo del centro escolar: en este caso, los padres pueden optar por hablar con la AMPA del colegio en cuestión para valorar, por un lado, la posibilidad de comprar únicamente el logo y coserlo en un uniforme que cada uno pueda comprar fuera de las instalaciones escolares o, en su defecto, hablar con el centro para que busque proveedores más baratos.
• ¿Meter y hacer dobladillos? Una de las recomendaciones más habituales es la de comprar el uniforme una o dos tallas por encima de la que utiliza el alumno para que le dure algo más de tiempo, y en un principio meter los puños o los bajos del pantalón o la falda. No obstante, esto puede acabar resultando incómodo para los niños, sobre todo si las faldas le quedan anchas o los pantalones demasiado grandes o largos.
• Compras escalonadas: si bien para empezar hace falta que el alumno ya tenga su uniforme, una opción es esperar a las siguientes rebajas para comprar los zapatos, en los que no se debería escatimar.

Material escolar, donde más se puede ahorrar

Si bien los libros de texto son la parte de la 'vuelta al cole' que más dinero se suele llevar, también en el resto del material escolar existen opciones para reducir los costes. El principal consejo que se ofrece desde la OCU en este sentido es ir a comprar sin los niños, ya que se suelen 'encaprichar' de determinados artículos más llamativos, con sus personajes favoritos dibujados, que a veces no son los más baratos.

Además, siempre se pueden hacer 'grupos de padres' para compartir gastos: que uno se encargue de los cuadernos, otro de los bolígrafos... si se adquieren en centros de compra al por mayor, puede salir más barato. Uno solo también lo puede hacer, aunque debe tener algún espacio para guardar el material que no vaya a utilizar este curso. No obstante, de manera individual, hay algunos trucos que se pueden llevar a cabo:

• Recuperar los rotuladores secos: recopila todos los rotuladores que estén secos y busca sus tapas —con otras diferentes no encajarán y volverán a secarse—; una vez que estén todos juntos puedes llenar un bol con una taza de agua caliente y dejar los rotuladores destapados dentro del agua durante unos minutos. Después sécalos uno auno y vuelve a taparlos. Prueba, y si ha funcionado, al estuche; si no, a la basura.
• Encuadernar en casa: en lugar de comprar cuadernos individuales, otra opción es recopilar todos los folios en blanco u hojas cuadriculadas que se tengan por casa, y que el alumno trabaje sobre ellas. Con una encuadernadora —se puede conseguir una desde 27 euros en Amazon— los gastos se reducen a largo plazo, aunque es una opción que lleva algo más de trabajo que comprar los cuadernos.
• ¡Recicla papel!: sobre todo para que los estudiantes tomen apuntes. No es recomendable utilizar un folio escrito o un impreso para entregar deberes, pero se pueden tomar apuntes en hojas que sólo estén utilizadas por una cara para, por un lado, ahorrar en la compra de papel, y por otro, tener una actitud más ecológica en la escuela.
• No comprar cosas innecesarias: muchas veces a los alumnos les puede más el llevar un estuche nuevo lleno de nuevos bolígrafos y rotuladores, pero no siempre hay que ceder. Si ya se tiene todo el material necesario para ir a la escuela en casa, olvídate de comprar más; acabará guardado en un cajón, o secándose (en caso de ser un rotulador, por ejemplo) y su vida será mucho más corta.

Transporte: ¿privado, público... o colaborativo?

Por supuesto, esto depende de la distancia que existe desde la vivienda hasta el centro educativo. Si no está muy lejos y es viable (por tiempo), la mejor opción es ir caminando o en bicicleta: al tiempo que se acude al colegio, se hace algo de deporte. Eso sí, cuando las distancias son lo suficientemente grandes como para descartar estas opciones, no hay más remedio que tomar vehículo. Valora si existe un autobús público que acerque hasta el colegio, y en caso de que no sea posible, se puede hablar con otros padres y dividirse el trabajo: que uno se encargue cada semana de llevar a tres o cuatro niños al mismo tiempo al colegio. De este modo, se ahorra en gasolina (no lleva siempre la misma persona al centro educativo) pero también en tiempo: si se consiguen cuatro padres con coche, solo tendrás que ir al colegio una semana al mes.

Actividades extraescolares

Otra actividad que puede hacer un buen agujero en la economía familiar son las actividades extraescolares. A veces, por la dificultad a la hora de conciliar horarios, es complicado poder recoger al chaval en la escuela a la hora a la que terminan las clases y se opta por actividades fuera del horario escolar. Además del gasto que supone pagar las clases, algunas también exigen material, como son los casos de actividades artísticas como tocar algún instrumento o pintar. Si realmente es lo que quiere el alumno, es cuestión de buscar opciones de segunda mano —siempre hay alguien que quiso tocar la guitarra pero que nunca encontró tiempo y ahora vende la suya—; pero si no lo tiene muy claro, comprar un instrumento puede acabar siendo un gasto innecesario. Mide si es lo que el niño o niña quiere hacer de verdad, y si no, busca otras opciones.

• Las actividades extraescolares suelen ser más caras en el centro escolar: busca otros lugares, como centros culturales del municipio, o pregunta directamente por las actividades que lleva a cabo el Ayuntamiento.

Y sobre todo... ¡desgrávate todo lo que puedas!

Aunque de primeras puede parecer una opción lejana, en muchas comunidades autónomas se pueden desgravar los gastos por material escolar y uniformes. Por ejemplo, en la Región de Murcia los contribuyentes se pueden "aplicar una deducción de 100 euros por la adquisición de material escolar y libros de texto derivados de la escolarización de sus descendientes en el segundo ciclo de educación infantil, primaria y ESO", aunque en este caso hay que cumplir algunos requisitos concretos. Otras comunidades, como Madrid, pueden deducir algunos gastos educativos —el 15% de los gastos de escolaridad, el 10% de los de enseñanza de idiomas o el 5% por la adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar—, también con algunos límites salariales.