El chef Dani García gana una demanda de 410.000 euros por uso ilegal de su franquicia

Dani García (Marbella, 1975) juega en la liga de campeones de la gastronomía española y mundial. Está a la altura de afamados cocineros como Juan Mari Arzak, Joan Roca o Jordi Cruz. Todos ellos están al mando de los fogones de restaurantes reconocidos con tres estrellas Michelin. El chef dirige el local marbellí que lleva su nombre y que cuenta desde diciembre pasado con el distintivo de mayor reconocimiento de la restauración mundial. Ese galardón no pervivirá en el tiempo, ya que este cocinero de Málaga ha decidido clausurarlo a finales de 2019 para emprender nuevas aventuras menos exigentes que el calvario personal y profesional que conlleva sostener un restaurante triestrellado. Aventuras entre las que destaca el deseo de llevar la cultura culinaria andaluza más tradicional a todos los rincones del mundo. En la cabeza del chef marbellí está que los espetos de sardina o el ajoblanco se coman y popularicen en grandes capitales como Nueva York o Londres.

La carrera de Dani García ha sufrido altibajos antes de llegar a la cumbre de la gastronomía patria y universal. Uno de sus fracasos fue la puesta en marcha en 2008 de La Moraga, una franquicia de tapeo selecto y restaurantes informales. Llegó a inaugurar un establecimiento en Nueva York.

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A finales de 2011, cuando el chef ya andaba dubitativo sobre el modelo de franquicias que había creado, se dispuso a negociar la venta del nombre comercial y la marca gráfica La Moraga. En enero de 2012 llegó a un acuerdo con Inversiones Moscatel XXI SL y sus socios, Miguel Narváez Sevillano, su mercantil Andalusian Gourmet Concept SL y Percufas SL, a cambio del abono total de 473.600 euros en seis pagarés con vencimiento final en diciembre de 2014.

Narváez Sevillano es esposo de Margarita del Cid, una histórica del Partido Popular de Málaga. Ganó las elecciones del 26 de mayo como candidata a la Alcaldía de Torremolinos con el 32,5% de los votos escrutados. Los nueve concejales obtenidos por Del Cid, de un total de 25, no le fueron suficientes para convertirse en la nueva regidora de Torremolinos, ya que los pactos posteriores frustraron su intento.

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Narváez Sevillano había logrado un préstamo de CaixaBank por 2,1 millones de euros con el objetivo de fundar una cadena de restaurantes bajo la marca La Moraga con el aval del prestigio del chef Dani García. Nunca devolvió esa cantidad. En 2016, el juzgado de primera instancia número 17 de Málaga repercutió esa deuda sobre otras ejecuciones de embargo de la casa familiar de los Narváez en la calle de la Cordera de Torremolinos. Otros embargos por incumplimiento pesan sobre la vivienda desde 2014 para un total gravado de casi cuatro millones de euros por deudas de la pareja con acreedores, bancos, exempleados, el Ayuntamiento de Málaga, la Seguridad Social o Hacienda.

Entre esas deudas, el entramado empresarial de Narváez Sevillano debe 602.129 euros a la entidad pública Banco Europeo de Finanzas (BEF), que le concedió esa subvención para sus proyectos empresariales. El BEF, operativo desde 2007, financiaba y gestionaba, entre otras partidas, las subvenciones concedidas por las diferentes tesorerías de la Junta de Andalucía. Fundado por las cajas de ahorros andaluzas, desde 2017 el BEF está participado al 100% por Unicaja Banco.

Los problemas de la venta de La Moraga surgieron entre Dani García y Narváez Sevillano cuando ni el segundo pago ni los siguientes se ejecutaron. Las partes avalistas de la compra solo ejecutaron el primer pagaré, equivalente a 73.600 euros. Y ya nunca más abonaron ni un euro de los 400.000 restantes.

Entretanto, Narváez Sevillano y sus socios comenzaron a abrir locales de restauración con el nombre comercial adquirido e, incluso, cedieron a terceros la utilización de la marca La Moraga para inaugurar establecimientos en Madrid y Fráncfort (Alemania).

Como resultado de los incumplimientos de contrato, el chef marbellí interpuso una demanda contra el empresario. El fallo de mayo pasado del Juzgado de 1ª Instancia número 3 de Málaga, que por primera vez ha trascendido a un medio, es contundente: Narváez fue condenado a pagar 400.000 euros a Dani García por la compraventa del nombre comercial y la marca La Moraga. La resolución de la magistrada, además, le obliga a un pago de 8.258 euros adicionales correspondientes a las comisiones de devolución de los pagarés emitidos que había afrontado el perjudicado, el abono de los intereses devengados desde el incumplimiento de contrato y a las costas procesales. El fallo en primera instancia es recurrible ante la Audiencia Provincial de Málaga.

Dani García y Narváez Sevillano prefirieron guardar silencio ante las preguntas de este diario. Margarita del Cid hizo las veces de portavoz y respondió lo siguiente: “Miguel Narváez no puede pronunciarse acerca de procedimientos abiertos en los que está personado y sobre los que no hay sentencia firme aún”.

Quien fuera el chef de la reciente y cacareada boda entre el futbolista Sergio Ramos y la presentadora de televisión Pilar Rubio (el banquete costó 300 euros por persona) espera que el fallo en primera instancia se concrete en una resolución firme. Esta circunstancia le permitiría cobrar el dinero que le corresponde por contrato, según el argumentario de los hechos probados esgrimidos por el juzgado de Málaga.