Los líderes vuelven a suspender, pero Pedro Sánchez sigue siendo el favorito

Los españoles vuelven a suspender a los líderes políticos, pero el líder del PSOE y presidente en funciones se queda a décimas del aprobado que tenía hace unos meses. Pedro Sánchez ha seguido siendo el mejor valorado con una nota de 4,6 sobre 10 en el barómetro del CIS de julio publicado este martes, lo que supone bajar dos décimas porcentuales el resultado obtenido en el anterior.

El líder de IU, Alberto Garzón, ha escalado al segundo puesto y se ha situado un punto porcentual por debajo de Sánchez, con una valoración de 3,6 puntos sobre 10. El tercer mejor valorado ha sido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha registrado una valoración de 3,4 puntos. Le siguen el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, con 3,3 puntos y, solo dos décimas por detrás, el líder del Partido Popular, Pablo Casado. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha conseguido 2,3 puntos sobre 10 y es, de nuevo, el líder peor valorado por los españoles.

Respecto a las preferencias de los españoles sobre quién debería ser el presidente del Gobierno, el 36,5 % de los españoles se decanta por Sánchez, un resultado parecido al anterior CIS pero ligeramente más bajo (37 %). Le siguen, muy de lejos, Rivera (10,5 %), Casado (10 %), Iglesias (8,8 %) y Abascal (3,6 %). Rivera ha empeorado su resultado frente a la encuesta del mes pasado, cuando obtuvo un 12,6 %, pero Casado ha aumentado la percepción de los españoles como candidato presidenciable un punto y dos décimas más (8,8 %). En el anterior CIS, Iglesias obtuvo el respaldo de un 7,6 % de los españoles, y Abascal, un 3,2 %.

Hay que tener en cuenta que el trabajo de campo de este barómetro se realizó durante los primeros días de este mes, cuando empezaban a iniciarse las negociaciones para la investidura del candidato socialista, pero antes de que fracasara por el acuerdo fallido entre PSOE y Unidas Podemos.

Fueron los días en los que se supo la fecha en la que se celebraría el Pleno de investidura y cuando, durante la manifestación del Orgullo, Ciudadanos sufrió un 'escrache' que llevó a que la formación naranja presentara una denuncia ante la Fiscalía.

Las dificultades en las negociaciones y la expectación ante una investidura poco clara han hecho mella en el presidente en funciones. El día 9, por ejemplo, la reunión que mantuvieron Sánchez e Iglesias concluyó sin acuerdo a la vista, entre críticas cruzadas y pocas esperanzas en que uno de los dos fuera a ceder.

Sin embargo, los españoles han valorado a los líderes sin saber aún que el "principal escollo" para la investidura para Sánchez era Pablo Iglesias. Tampoco sabían en ese momento que Iglesias daría un paso a un lado para que prosperase el acuerdo y que los malentendidos y las discusiones sobre competencias y ministerios entre ambas formaciones desembocarían en una investidura fallida.