Sánchez acudirá como invitado al G-7 de Biarritz (Francia) el 25 de agosto

El presidente del Gobierno en funciones acudirá como invitado al G-7, convocado en la localidad de Biarritz, Francia, el próximo 25 de agosto, según han confirmado fuentes de Moncloa. Pedro Sánchez participará así en la cumbre de los principales líderes mundiales mientras busca una investidura que acabe con la condición de interinidad que ahora ostenta.

En este sentido, Moncloa ha recordado que "además de los jefes de Estado y Gobierno del G-7, integrado por EEUU, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón, asisten los presidentes de la Comisión y del Consejo europeos, así como mandatarios de otros países que son invitados a participar en alguna de las reuniones".

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Pablo Gabilondo

La cita se celebrará entre el 24 y el 26 de agosto, aunque el socialista asistirá durante la jornada del día 25. Debido a la importancia del encuentro, se prevé un gran despliegue policial en la frontera española con Francia. Con motivo de esta operación, Interior prevé movilizar a 1.000 agentes, entre Guardia Civil y Policía Nacional, en la zona, ya que Biarritz se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Irún.

El movimiento se producirá después de que el Ministerio de Interior francés solicitara al Gobierno español que, durante los días que se prolongue el cónclave, impida la entrada a su demarcación de radicales de extrema izquierda que puedan poner en riesgo la integridad de los líderes mundiales y alterar el orden público con protestas violentas en las inmediaciones del encuentro. El dispositivo y la cita coinciden con la operación retorno de vacaciones.

Junto al macrodespliegue, Enaire, el gestor de navegación aérea, emitió un aviso con distintas restricciones durante los días en los que tendrá lugar el G-7. "Un dispositivo de seguridad que incluirá al aeropuerto de San Sebastián y al espacio aéreo adyacente al mismo mediante la creación de una zona temporalmente restringida", aunque también se aplicará al entorno de Biarritz. Según las fuentes consultadas, amenaza con desatar el caos aéreo en pleno agosto.

En esta línea, los vuelos no regulares, ya sean privados o comerciales, tendrán que quedarse en tierra salvo que estén directamente relacionados con la celebración del evento, impidiéndose además actividades como el parapente o los drones.