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El transformismo de Gabriel Rufián marca el inicio de la séptima vida de ERC
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EL TÍTULO DE 'CABDILL' REPUBLICANO, EN JUEGO

El transformismo de Gabriel Rufián marca el inicio de la séptima vida de ERC

Su mutación hacia un perfil más moderado, la altura de miras y liderazgo en una nueva fase histórica de su partido —y por tanto del independentismo— ha sido tan eficaz como acelerada

Foto: La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, y su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, sin el lazo amarillo, durante una reunión negociadora para la investidura. (EFE)
La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, y su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, sin el lazo amarillo, durante una reunión negociadora para la investidura. (EFE)

"La séptima vida de Esquerra está pendiente: sería una alternativa a la transformación de lo que han sido Puigdemont y Torra", escribía recientemente el historiador Enric Ucelay-Da Cal en su 'Breve historia del separatismo catalán', una fina investigación historiográfica con la mirada desacomplejada y emancipada de un hijo de exiliados republicanos nacido y formado en EEUU. Un equidistante, como lo acusarían hoy en día tanto independentistas como antiindependentistas. Esta séptima vida de Esquerra Republicana de Catalunya ya se ha iniciado y Gabriel Rufián es quien más esfuerzos está haciendo por pilotarla. El nuevo Gabriel Rufián. "Reformado", que dirían en su entorno, o "rehabilitado", según conceden sus rivales políticos. Su operación de transformismo hacia la moderación, la altura de miras y liderazgo en una nueva fase histórica de su formación —y por tanto del independentismo— ha sido tan eficaz como inmediata. La sesión de investidura, con connotaciones más propias del procesismo, ha sido la puesta de largo de su nuevo perfil político.

Existe un nada usual consenso entre los analistas políticos e informadores parlamentarios sobre el hecho de que Rufián fue una de las voces que más cordura trató de imponer entre tanto caos. Parafraseando a Aitor Esteban, "el mundo al revés". Orden y moderación suelen estar asociados a la hegemonía, y lo que busca ERC es precisamente ser hegemónica en Cataluña, dejando en un plano secundario a los posconvergentes. El nuevo Rufián no solo se ha inspirado así en su predecesor y maestro Joan Tardà, sino que también lo ha hecho en Esteban, con cuyo equipo tiene una cercana relación, e incluso parece encaminarse a situarse en posiciones más propias de Carod-Rovira, las del 'tripartit', hasta que el 'procés' acabó con su figura, y más tarde con la de Joan Puigcercós.

Con el presidente del partido, Oriol Junqueras, encarcelado y su secretaria general, Marta Rovira, huida en Suiza, está en juego el título de 'cabdill' de la nueva vida de ERC en la "legalidad". Un 'cabdill' 2.0 que se entrevista con afamados 'youtubers' y que pretende realizar una renovación generacional. La de los 'millennials' republicanos. No solo Rufián se ha postulado para ello. Roger Torrent también está en la competición. Una competición que se está centrando, al menos ahora y quizá con la sentencia del procés como 'deadline', en ver quién se modera más, tanto en el fondo como en las formas. Si el 'president' de Parlament va a Madrid a expiarse en un foro económico asegurando que defiende un Pacto de Claridad, un referéndum pactado con el Estado en la línea de los comuns o incluso del PSC en su día, Rufián acepta el envite y decide ir un paso más allá: se quita el lazo amarillo y se fotografía sin referencias a "presos políticos" ni "exiliados" con la portavoz del PSOE en el Congreso.

En su primera intervención en el debate de investidura, el portavoz del Grupo Republicano —nuevo nombre elegido para esta legislatura quitando la palabra Esquerra—, pidió a Sánchez un flotador para bajarse del barco del 'procés' sin hundirse. No se lo dio, pero el presidente en funciones sí se lo enseñó, dando a entender que Rufián, pese a intentar parecerlo, no es el nuevo 'cabdill' republicano, ni por tanto el interlocutor autorizado para confiarle un trato de tamaña envergadura. Todo forma parte del transformismo, y Rufián seguía construyendo su propio perfil.

Con el presidente del partido y su secretaria general huida en Suiza, está en juego el título de 'cabdill' de la nueva vida de ERC en la "legalidad"

El miércoles por la noche, cuando se rompieron las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos a escasas horas de la segunda y definitiva votación de investidura, telefoneó a dirigentes de ambos partidos, incluidos Pablo Iglesias y José Luis Ábalos. Quería ofrecerse para mediar. Ayudar al entendimiento. "Hay margen para el acuerdo, debe haberlo", les trasladó según pudo saber este diario. Septiembre, con la sentencia del 'procés' planeando y una Diada que marcaría el inicio de un otoño caliente, todo será más difícil, justificó. "Por razones obvias".

Al otro lado del teléfono eran conscientes. Titulares: 'Rufián ejerce de mediador entre PSOE y Unidas Podemos' o 'Rufián media in extremis con Iglesias y Ábalos'. Gana incluso la partida a Aitor Esteban, que al día siguiente sigue sus pasos lanzando un ofrecimiento velado para ayudar a recomponer los puentes entre socialistas y morados. La nueva imagen de Rufián sigue su proceso de construcción en los medios madrileños. De pirómano a bombero.

placeholder El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE)
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE)

Proyección de 'seny' hacia afuera pero también de puertas adentro. El portavoz de los republicanos en el Congreso ya logró frenar las posiciones más rupturistas en el debate interno de la ejecutiva de ERC para decidir el sentido del voto en la investidura. El 'no' parecía imponerse, pero finalmente los más cercanos a Rufián lograron consensuar una posición intermedia: Anunciar públicamente que se abstendrían en caso de que se produjese un entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos. No ser parte del bloqueo y, sobre todo, facilitar el camino para el acuerdo entre las dos izquierdas, dado que juntos tampoco sumaban mayoría.

Rufián logró aplacar las posiciones más rupturistas en el debate interno de la ejecutiva de ERC para decidir el sentido del voto en la investidura

El martes votaron que no ante la falta de entendimiento —como había decidido la ejecutiva—, al igual que Junts per Catalunya, sin embargo el jueves el independentismo se dividió en el voto con los posconvergentes instalados en el no y los republicanos moviéndose hacia la abstención porque era la última oportunidad "no política, sino histórica", para evitar que "Vox, Ciudadanos y PP nos pasen por encima".

La política social y el concepto izquierda han ganado terreno en el nuevo discurso de Rufián. Claves de la evolución hiperacelerada de su perfil. La publicación del libro 'Ser de izquierdas es ser el último de la fila (y saberlo)' y, sobre todo, su presentación en Madrid junto al cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, fue el hito fundacional, a nivel mediático, de las vías por las que pretende transcurrir la séptima vida de ERC. Pelear por incorporar a la familia republicana la tradición del PSUC. 'Un sol poble'. Ensanchar sus márgenes electorales. En esta línea, la incorporación a sus filas del líder de EUiA y Comunistes, Joan Josep Nuet, antes diputado en el Parlament con En Comú Podem y ahora diputado en el Congreso con ERC, es otro de los elementos que señalan el inicio de una nueva etapa.

"La séptima vida de Esquerra está pendiente: sería una alternativa a la transformación de lo que han sido Puigdemont y Torra", escribía recientemente el historiador Enric Ucelay-Da Cal en su 'Breve historia del separatismo catalán', una fina investigación historiográfica con la mirada desacomplejada y emancipada de un hijo de exiliados republicanos nacido y formado en EEUU. Un equidistante, como lo acusarían hoy en día tanto independentistas como antiindependentistas. Esta séptima vida de Esquerra Republicana de Catalunya ya se ha iniciado y Gabriel Rufián es quien más esfuerzos está haciendo por pilotarla. El nuevo Gabriel Rufián. "Reformado", que dirían en su entorno, o "rehabilitado", según conceden sus rivales políticos. Su operación de transformismo hacia la moderación, la altura de miras y liderazgo en una nueva fase histórica de su formación —y por tanto del independentismo— ha sido tan eficaz como inmediata. La sesión de investidura, con connotaciones más propias del procesismo, ha sido la puesta de largo de su nuevo perfil político.

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