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El 'timador sincero' de Barajas: da el palo con su DNI y pide perdón por teléfono
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Una plataforma prepara una denuncia colectiva

El 'timador sincero' de Barajas: da el palo con su DNI y pide perdón por teléfono

José Manuel Barahona Calzado lleva al menos cuatro años estafando a viajeros en las terminales del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas

Foto: Imagen: EC.
Imagen: EC.

Pablo Castillo González tenía 27 años en junio de 2016. Acababa de llegar al aeropuerto madrileño de Barajas cuando un hombre se le acercó llorando y alterado. Decía que acaba de dejar a su hermana en la terminal y que se había metido en problemas. No tenía metálico para pagar la gasolina de su coche, llegaba tarde al trabajo y encima sus tarjetas bancarias estaban desimantadas. Solo pedia algo de dinero, “unos 30 euros, con eso vale”. Prometía devolverlos al llegar a casa. Lo que Castillo no sabía es que acababa de ser estafado. Y que no era la primera, ni mucho menos la última víctima que caía en su trampa.

Castillo se fio de él sin dudarlo demasiado. Entre otras cosas porque el sujeto le había dado su número de teléfono, el de su hermana y hasta le había enseñado su DNI. Pero dos horas después de aquello, y tras ver que el hombre no daba señales de vida, decidió buscar su nombre en internet y encontró un evento de Facebook (publicado en 2015) en el que justo se hablaba de aquella persona. El mismo tipo que le acababa de pedir dinero en Barajas llevaba años engañando con la misma treta (punto por punto) a decenas de personas en los pasillos del aeropuerto. A día de hoy, tres años después, sigue haciéndolo regularmente.

Foto:  Mensajes de WhatsApp enviados por uno de los estafados. (Montaje: EC)

José Manuel Barahona Calzado es el nombre de la persona que se llevó el dinero de Castillo y el de decenas de personas que pasaban por el aeropuerto desde, al menos, 2014 (hay víctimas contando su historia en las redes sociales desde aquel año y que tienen, como el resto, el DNI y el móvil guardados en su agenda). A pesar de entregar todos sus datos personales a las víctimas a las que acaba robando, e ir siempre a cara descubierta, este madrileño de ahora 37 años no ha dejado de delinquir en estos años ni tampoco nadie le ha logrado parar los pies. Solo en los últimos tres días ya han saltado dos nuevos casos y la cifra de afectados no para de crecer.

“A mí me robó 30 euros, pero he visto gente que ha perdido hasta 100, encima con la idea de estar ayudando a un pobre hombre. Lo peor es que al ser menos de 400 euros por mucho que denuncies la cosa no pasa de delito leve y una sanción administrativa. Él se declara insolvente y sigue a lo suyo. Te da hasta su DNI, o incluso su pasaporte, porque le da igual lo que hagas”, explica a El Confidencial el propio Pablo Castillo.

placeholder El DNI que envía a sus víctimas. (Imagen cedida)
El DNI que envía a sus víctimas. (Imagen cedida)

Este joven sabe bien de lo que habla ya que tras lo ocurrido decidió crear un grupo en WhatsApp para intentar unir al mayor número de víctimas posibles y poder poner una denuncia colectiva. Ahora mismo, tres años después de aquello, son 38 casos registrados en la denuncia y el dinero supera con creces los 400 euros (la mínimo por persona son 20 euros, la media está en los 30 y hay casos de hasta 50 o 100 euros). Aunque cree que esta cifra es muy pequeña respecto al número real de afectados. “En el grupo hemos llegado a ser 80 personas, ha habido un goteo constante, por no hablar de que hay gente que no sabe que existe esto, personas que no usan las redes sociales, que sufren el robo y no le dan más vueltas… Estoy seguro de que hay muchos más afectados”, apunta.

¿Por qué entonces no se ha frenado a este hombre antes? Pues, según Castillo, por frustración. “Él es muy inteligente y sabe que ha encontrado un resquicio en la ley. La gente se frustra al ver que no puede hacer nada y prefiere olvidarse del tema. Es normal, yo sigo con esto porque, bueno, me comprometí tras crear el grupo”, apunta.

Las mismas historias, distintos pagos

El ‘modus operandi’ ha sido clave para llevar tantos años actuando y seguir haciéndolo sin problemas, frustrando las opciones de los afectados. Sus sustracciones son pequeñas, las recibe voluntariamente, no usa ningún tipo de violencia y siempre repite la historia, según los afectados. Solo cambia la cifra que pide.

El caso de Barahona ha llegado ahora mucho más lejos porque una de sus últimas actuaciones se ha hecho viral en Facebook al ser la afectada la campeona española de Trail Running, Azara García de los Salmones. En el vídeo, que ha sido compartido casi 1.000 veces, explica lo ocurrido, pero lo que no saben los que lo ven es que la misma historia que le había contado a ella se la había relatado ya a personas como Pablo Castillo hasta tres años antes.

Si se busca en internet es fácil dar con condenas contra Barahona. Al menos tiene dos condenas por hurto y estafa en 2018 y 2019, ambos casos, todo apunta, están relacionados con sus actuaciones en las terminales. En una de ellas se le condena por un delito leve de hurto (multa de 280 euros) y en la otra de estafa (100 euros). En los dos se deja claro que Barahona no se ha presentado al juicio y está en paradero desconocido.

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Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto tanto con la Policía Nacional como con AENA para conocer más detalles sobre este caso pero no hemos recibido respuesta en el momento de la publicación de este artículo.

Heroinómano y con cómplices

Decenas de afectados, casos continuos sin que nadie sea capaz de pararle los pies, condenas… pero, ¿quién es José Manuel Barahona? Los propios afectados han intentado descubrir todos los detalles sobre este estafador fantasma, pero se sabe poco sobre él salvo que tiene grandes dotes para la interpretación y la ocultación, que aprovecha un resquicio de la ley y que es adicto a las drogas, en concreto a la heroína. Detalles que aparecen en internet o que él mismo, o la propia Policía, han ido desvelando a los afectados.

Lo de las drogas lo confiesa el propio estafador en un audio mandado a una de sus víctimas y, según Castillo, se lo confirmó la propia Policía. Y es que, lejos de negar lo ocurrido, Barahona lo admite e incluso pide a sus víctimas que le denuncien. “No te puedo devolver el dinero porque no puedo ni mantener mi consumo”, llega a decir en el audio.

“Además, creemos que tiene un cómplice que se hace pasar por su hermana, pero eso no estamos seguros porque él cambia los números de móvil cada poco tiempo”, apunta Castillo. El joven ahora solo espera que la gente sepa del caso y, por lo menos, no haya nuevos estafados. “Estoy seguro de que con la difusión del vídeo y de los artículos aparecerán muchos más afectados y al menos la historia se sabrá. Este hombre lleva años viviendo de esto y no ha parado. Solo queda que la gente lo reconozca cuando vaya al aeropuerto y evite caer en la trampa”, apunta

Pablo Castillo González tenía 27 años en junio de 2016. Acababa de llegar al aeropuerto madrileño de Barajas cuando un hombre se le acercó llorando y alterado. Decía que acaba de dejar a su hermana en la terminal y que se había metido en problemas. No tenía metálico para pagar la gasolina de su coche, llegaba tarde al trabajo y encima sus tarjetas bancarias estaban desimantadas. Solo pedia algo de dinero, “unos 30 euros, con eso vale”. Prometía devolverlos al llegar a casa. Lo que Castillo no sabía es que acababa de ser estafado. Y que no era la primera, ni mucho menos la última víctima que caía en su trampa.

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