Calvo llama a Echenique para desbloquear las negociaciones y lanzar una nueva oferta
Los socialistas entendían que debían ser ellos los que hicieran el siguiente gesto después de la abstención de los morados en la primera votación de investidura. Ya quedan menos de 48 horas
El Gobierno y el PSOE asumieron que el siguiente movimiento de ficha les correspondía a ellos. Y lo ejecutaron: Carmen Calvo llamó esta tarde a Pablo Echenique, el negociador de Unidos Podemos, para reactivar juntos las conversaciones y anticiparle que habrá una nueva oferta a los morados. Ahora cada paso que se dé ya va cogiendo cuerpo de definitivo, porque quedan menos de 48 horas para la segunda y última votación de investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas necesitan el sí del grupo de Pablo Iglesias para que el resto de formaciones faciliten la reelección del presidente en funciones.
"Nos toca a nosotros tomar la iniciativa, y vamos a llamarles ya para sentarnos otra vez en las próximas horas", confirmaban fuentes del Gobierno a los periodistas en el Congreso. Pocos minutos después de ese anuncio, Calvo descolgaba el teléfono. La negociación, por tanto, vuelve a estar en marcha, una voluntad que ya habían manifestado tanto desde la cúpula del PSOE como de la de Unidas Podemos el mismo lunes, tras la bronca entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el hemiciclo. Las mismas fuentes subrayaban que se trasladará a los morados una "nueva oferta" en ese Gobierno de coalición que ambos pretenden construir. La pregunta que se hacen en el núcleo duro del presidente es si queda "racionalidad" después de los duros reproches vistos en el pleno. En Ferraz aseguran que esa "racionalidad" la tienen, y también el empeño por armar un buen pacto.
—¿Cuándo se reunirá con Podemos? —le preguntaron los periodistas cerca de las seis de la tarde a Calvo, cuando abandonaba el Congreso.
—En cuanto podamos.
Pocos minutos más tarde era el presidente el que salía de la Cámara Baja. El jefe del Ejecutivo mantuvo una reunión de alrededor de tres horas y media con su núcleo duro en la zona reservada al Gobierno en el Congreso: con Calvo, por supuesto, pero también con su director de Gabinete, Iván Redondo; con José Luis Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización; María Jesús Montero, titular de Hacienda. Adriana Lastra, vicesecretaria general y portavoz parlamentaria —y miembro del comité negociador con Calvo y Montero—, tuvo que marcharse algo antes del encuentro.
❌ El Pleno rechaza en primera votación la investidura del candidato @sanchezcastejon por 124 a favor, 170 votos en contra y 52 abstenciones #SesiónDeInvestidura pic.twitter.com/sDVhV9fNaV
— Congreso (@Congreso_Es) July 23, 2019
En el estado mayor socialista no dan detalles de cómo será la nueva propuesta a los morados, y si diferirá mucho de la anterior, que ellos rechazaron porque consideraban, como dijo Iglesias durante el debate, que se trataba de un mero "decorado". La jefa del equipo negociador del PSOE y mujer de la total confianza de Sánchez, Carmen Calvo, había confirmado en la mañana de este martes que su partido sí acepta que la portavoz de UP en el Congreso, Irene Montero, asuma una vicepresidencia.
El presidente se reúne con su núcleo duro (Calvo, Ábalos, Lastra y Montero) durante alrededor de tres horas y media tras la finalización del pleno
Los morados esperaban que esa cartera estuviera dotada de amplios poderes en contenidos sociales, pero Ferraz ofreció competencias mermadas. Esa vicepresidencia —que en ningún caso sería única, porque la coordinación del Ejecutivo seguiría quedando en manos del PSOE, y casi con seguridad bajo la tutela de Calvo— se complementaría con ministerios también sociales de poder más reducido. UP deseaba controlar áreas vinculadas con Hacienda, Trabajo, Medio Ambiente y Ciencia, pero el PSOE se negó.
El cambio en el voto de UP
Ni Calvo ni Ferraz han querido desvelar en las últimas horas qué ministerios estarían dispuestos a ceder a sus socios preferentes. En cualquier caso, Sánchez sí dio muestras durante el debate de incomodidad con la fórmula de la coalición, al menos como la concibe Iglesias. El presidente en funciones subrayó que es su obligación velar por el "interés general" del país y no poner en riesgo su estabilidad. Y es que en el fondo de todos los debates sigue figurando la misma dificultad, la desconfianza.
Calvo ya confirmó que los socialistas aceptan que Montero sera vicepresidentan. Falta por definir qué más ministerios asumirían los morados
Pese a las turbulencias serias que afrontaron las relaciones entre las dos fuerzas, este martes volvió la distensión. Calvo, en sus declaraciones a los medios, aunque acusó a Iglesias de haber "complicado" el diálogo, rebajó el tono para devolver la pelota al suelo. Y Unidas Podemos lanzó una señal muy significativa: viró a la abstención en la primera votación de investidura. Ese giro fue explícito cuando en el pleno se leyó el sufragio telemático emitido por Irene Montero: no. Ella había ejercido su derecho antes del arranque de la sesión, antes de las nueve de la mañana, y su grupo aún seguía impactado por las intervenciones de Sánchez en la primera jornada del debate de investidura. Luego Unidas Podemos cambió a la abstención como un "gesto más" hacia el PSOE para facilitar las negociaciones.
Esa señal fue rápida y obviamente captada por los socialistas. A la salida del hemiciclo, tanto diputados como dirigentes territoriales dejaban ver su optimismo, su convicción de que ahora el acuerdo podía llegar, aunque fuera 'in extremis' y en el último minuto.
#SesiónDeInvestidura La presidenta del Congreso, @meritxell_batet, convoca el Pleno el jueves, día 25, a las 13.30h para el debate y la segunda votación, en la que el candidato @sanchezcastejon necesitará el apoyo de la mayoría simple de la Cámara para ser presidente del Gobierno pic.twitter.com/aoUVGi1s8I
— Congreso (@Congreso_Es) July 23, 2019
Sánchez tiene menos margen de maniobra, pues fue él quien identificó a Iglesias como el "principal escollo" para el acuerdo, y una vez que él dio un paso al lado, se quedaba con menos cartas de negociación, puesto que se evidenciaría que su partido tenía varias pegas a una coalición con Unidas Podemos. Ya resta el tramo final de las conversaciones, y es el definitivo.
El Gobierno y el PSOE asumieron que el siguiente movimiento de ficha les correspondía a ellos. Y lo ejecutaron: Carmen Calvo llamó esta tarde a Pablo Echenique, el negociador de Unidos Podemos, para reactivar juntos las conversaciones y anticiparle que habrá una nueva oferta a los morados. Ahora cada paso que se dé ya va cogiendo cuerpo de definitivo, porque quedan menos de 48 horas para la segunda y última votación de investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas necesitan el sí del grupo de Pablo Iglesias para que el resto de formaciones faciliten la reelección del presidente en funciones.
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