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Casado castiga la desgana de Sánchez: "No parece que quiera ser nombrado presidente"
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SÁNCHEZ INSISTE EN PEDIR LA ABSTENCIÓN DEL PP

Casado castiga la desgana de Sánchez: "No parece que quiera ser nombrado presidente"

El presidente insiste en pedir la abstención del PP ante la mirada atenta de Pablo Iglesias. "Lleva tres meses jugando al gato y al ratón y no sabemos si quiere ser investido presidente"

Foto: Pablo Casado, en el debate de investidura. (EFE)
Pablo Casado, en el debate de investidura. (EFE)

Había interés por ver qué Pablo Casado llegaba a la sesión de investidura, si el de la felonía o el último más moderado. A la sesión de investidura acudió un buen orador que acusó a Pedro Sánchez de ocultar a Unidas Podemos y ERC, sus posibles socios de investidura, y criticó que el presidente en funciones haya acudido al Congreso sin pedir apoyos. "Señor Sánchez, ¿qué ha venido a hacer aquí?, ¿quién es usted realmente?, ¿para qué se presenta a esta investidura?, ¿dónde están sus apoyos reales? Lleva tres meses jugando al gato y al ratón y no sabemos si quiere ser investido presidente del Gobierno. Sinceramente no lo parece". Pese a que Casado dejó claro que no piensa abstenerse, Sánchez insistió en reclamarle su voto en blanco y lo hizo con un tono imperativo, de exigencia, llegando a amenazar con una repetición electoral: "Usted tiene el derecho de meter a su partido en un laberinto, pero no tiene el derecho de meter a España en un laberinto". El debate lo siguió Pablo Iglesias con una mirada fría. No parecía que el PSOE estuviese negociando con ellos.

Por la mañana el Congreso se instaló en el tedio con el discurso de Sánchez. Pero por la tarde la cosa cambió. Subió Casado con unas notas y empezó a apretar a Sánchez. "Usted ha usado dos horas de discurso para no decir nada, dos horas sin ver al gran elefante morado con un lazo amarillo en el centro del hemiciclo". El líder del PP, estrenando el liderazgo en la oposición antes de que subiera Albert Rivera a la tribuna, ironizó sobre la falta de sintonía aparente entre Sánchez e Iglesias: "No sabemos si su pareja se ha quedado sin silla o si usted se ha quedado sin pareja. Espero que Iglesias dé más datos en menos tiempo".

"No sabemos si su pareja se ha quedado sin silla o si usted se ha quedado sin pareja. Espero que Iglesias dé más datos en menos tiempo"

El líder del PP retrató a un Sánchez atrapado en unos socios que no le convencen. "Llegó a la presidencia a caballo de los socios que le dan vergüenza ahora. Han activado un campo de minas del que no saben cómo salir. Son rehenes de sus socios de la moción de censura". Casado, eso sí, se negó a apoyar a Sánchez con una "abstención patriótica" del PP.

En la réplica, Sánchez subió el tono e ironizó sobre la menguante bancada popular, ahora con solo 66 diputados tras las elecciones. "Ustedes plantearon las elecciones como un plebiscito: 'Había que echar al malvado Sánchez'. Habla como si no hubieran pasado las elecciones del 28 de abril, con los mismos argumentos del 27 de abril". Y rápidamente, pese a que oficialmente el PSOE está negociando con Unidas Podemos, le pidió un voto en blanco: "Si no quiere una repetición electoral, si no quiere que la investidura dependa de las fuerzas independentistas y quiere ser el líder de la oposición, tengo que darle una mala noticia: se tiene que abstener".

El candidato a la investidura sí levantó a sus diputados, que esta vez aplaudieron de pie y con entusiasmo: "Utilizan Cataluña y los catalanes para camuflar su enorme deslealtad a España". Sánchez fue duro con el PP, del que dijo que sería desleal si Cataluña volvía a entrar en una espiral independentista como la de 2017, y de que en Cataluña le dan la espalda no solo los nacionalistas sino los constitucionalistas y llegó a devolverle la pregunta del principio: ¿usted a qué ha venido, señor Casado, a bloquear España o a facilitar que haya un Gobierno?". Sánchez llegó a usar un tono imperativo exigiendo la abstención: "Usted tiene el derecho de meter a su partido en un laberinto, pero no tiene el derecho de meter a España en un laberinto".

Pese a su pasado del "no es no", Sánchez pidió a Casado que sea coherente con sus palabras y el líder del PP replicó con guasa. "Señor Sánchez, si nos llega a insultar un poco más igual nos abstenemos". "¿Cómo nos vamos a abstener si al día siguiente empezaría a pactar con los que lleva pactando?. Es como la fábula del alacrán. Va en su naturaleza". Iglesias apuntaba de vez en cuando el viejo debate bipartidista en el que él, llamado a ser protagonista de la sesión, se veía relegado.

Había interés por ver qué Pablo Casado llegaba a la sesión de investidura, si el de la felonía o el último más moderado. A la sesión de investidura acudió un buen orador que acusó a Pedro Sánchez de ocultar a Unidas Podemos y ERC, sus posibles socios de investidura, y criticó que el presidente en funciones haya acudido al Congreso sin pedir apoyos. "Señor Sánchez, ¿qué ha venido a hacer aquí?, ¿quién es usted realmente?, ¿para qué se presenta a esta investidura?, ¿dónde están sus apoyos reales? Lleva tres meses jugando al gato y al ratón y no sabemos si quiere ser investido presidente del Gobierno. Sinceramente no lo parece". Pese a que Casado dejó claro que no piensa abstenerse, Sánchez insistió en reclamarle su voto en blanco y lo hizo con un tono imperativo, de exigencia, llegando a amenazar con una repetición electoral: "Usted tiene el derecho de meter a su partido en un laberinto, pero no tiene el derecho de meter a España en un laberinto". El debate lo siguió Pablo Iglesias con una mirada fría. No parecía que el PSOE estuviese negociando con ellos.

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