ERC planea abstenerse en la investidura de Sánchez para presionar a Iglesias
Los republicanos intentan descargar sobre Podemos la responsabilidad ante un bloqueo a la formación de Gobierno. Tampoco se han mostrado partidarios de un Ejecutivo de coalición
Los republicanos están dispuestos a sumarse a la presión sobre Unidas Podemos manteniendo su apuesta por la abstención en la investidura, aunque esta apunte al fracaso debido a la falta de acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En el marco de la nueva estrategia posibilista de ERC, al menos hasta la sentencia del 'procés' y las elecciones catalanas, que previsiblemente se convocarán tras la decisión del Tribunal Supremo, fuentes de la dirección del grupo parlamentario avanzan que a día de hoy se inclinan por abstenerse en la investidura de Sánchez, descargando así las responsabilidades de un bloqueo cada vez más evidente sobre la formación morada.
La incertidumbre lleva a una parte del grupo republicano a mantener la expectativa y evitar adelantar una posición firme cuando todavía restan 10 días para que Sánchez se someta a la investidura, aunque sí insisten en que "por ERC no será". Los republicanos mantienen una vía de comunicación abierta con la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, y está previsto que la socialista celebre una segunda reunión con su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, los próximos días. Tras el primer encuentro entre ambos hace casi un mes, Rufián subrayó públicamente que su formación no deseaba "bloquear absolutamente nada", y pese a que evitó mencionar la palabra abstención, sí contribuyó a dar oxígeno a la investidura de Sánchez.
En los cálculos de los republicanos tras las elecciones generales se vislumbraba un Ejecutivo en solitario de los socialistas, que fuese tejiendo su estabilidad a partir de una geometría variable. Se avanza su apoyo sin que supuestamente se pida nada a cambio, más allá de apelar al diálogo sin líneas rojas para destensar el conflicto catalán. El propio Rufián llegó a afirmar tras reunirse con Lastra que "Podemos no está legitimado para pedir ministerios". En la misma línea, añadió que le parecía "irresponsable hablar de repetir las elecciones generales, y esto es una interpelación directa a Podemos", por lo que comenzó a coger fuerza la pinza a la formación de Pablo Iglesias que ERC trató de hacer con el PSOE, como ya se visualizó tras el 28-A.
ERC y Bildu acordaron mantener una posición común en la investidura tras reunirse representantes de ambas formaciones el pasado 28 de junio en Barcelona, sin esconder su disposición de partida a no bloquear a Pedro Sánchez. Los independentistas vascos, en cambio, sí se muestran abiertamente más partidarios de un Gobierno de coalición. En conjunto, suman 19 diputados (15 del grupo republicano y cuatro de Bildu), más que suficientes para facilitar la investidura siempre y cuando Sánchez logre sumar los apoyos de Unidas Podemos. Con todo, los socialistas buscan no depender únicamente de los votos independentistas, intentando sumar a un pacto de legislatura, además de a Unidas Podemos con sus imprescindibles 42 votos, los seis de PNV y los dos de Compromís y PRC (Partido Regionalista de Cantabria). Hasta la fecha, los socialistas solo han logrado el respaldo del diputado cántabro.
Todas las miradas se dirigen a las negociaciones entre Sánchez e Iglesias, que este jueves parecían encaminarse definitivamente a un camino de no retorno tras volver a chocar por el cogobierno y no fijar más citas, aunque a última hora el líder del PSOE tanteaba un giro sobre Podemos y ya valoraba "todos los escenarios". Los socialistas se mantienen firmes en formar un "Gobierno monocolor", una decisión que avaló la ejecutiva del PSOE el pasado lunes, y Unidas Podemos apuesta por un Gobierno de coalición. En esta tesitura, el PNV difícilmente sumará sus votos a una investidura abocada al fracaso.
Los nacionalistas vascos no son proclives a sumarse a la estrategia de presión de ERC, evitando deslizar una abstención para trasladar la responsabilidad sobre el fracaso de la investidura hacia Podemos. El portavoz de los 'jeltzales' en el Congreso, Aitor Esteban, afirmaba este jueves en una entrevista en La Sexta que a su formación le era "indiferente" si el pacto entre PSOE y Unidas Podemos es de un Gobierno de coalición o de cooperación, y que el sentido de su voto todavía no está definido. Desmentía así los globos sonda lanzados desde Ferraz sobre la supuesta reticencia del PNV a apoyar una investidura si se daba entrada a ministros de Podemos en el Gobierno. Esteban mostraba su preferencia por un acuerdo "que tenga un programa coherente que no entre en contradicción con los postulados y el programa que nos gustaría llevar adelante", asegurando que el que "haya ministros de Podemos no nos incomoda si el programa está bien ajustado".
El líder del PNV, Andoni Ortuzar, se mostraba partidario de "que haya un Gobierno fuerte con estabilidad y sometido a los menores sobresaltos posibles". Durante una entrevista en la Cadena SER, lamentaba asimismo que veía "muy firmes en su postura a los dos, sin entender al otro", en referencia a Sánchez e Iglesias, reconociendo que desde la semana pasada la situación "se ha enconado".
Tanto es así que la conversación telefónica entre Sánchez e Iglesias de ayer por la tarde solo sirvió para ratificar el distanciamiento entre ambos. Ninguno está dispuesto a apearse de sus posiciones. La conclusión del equipo negociador de Unidas Podemos tras la conversación es que Pedro Sánchez "sigue inamovible en su posición. No está dispuesto a negociar el programa de un Gobierno de coalición ni a compartir responsabilidades de gobierno con Unidas Podemos proporcionales a los votos". La conclusión de Sánchez, según hizo pública a través de las redes sociales, fue que, "lamentablemente", Iglesias rechazó su propuesta "para negociar primero el programa y después la composición del Gobierno".
Ruptura de puentes entre Podemos y ERC
Las relaciones entre ERC y Podemos no pasan por sus mejores momentos, y desde la formación morada son conscientes de que los republicanos no desean su entrada en el Ejecutivo. La voladura de los puentes entre ambas formaciones se inició con el rechazo de los republicanos a los Presupuestos Generales del Estado que Sánchez pactó con Iglesias, se profundizó durante la campaña electoral y ahora se consumó tras la decisión de Ada Colau de priorizar al PSC frente a los independentistas para cogobernar Barcelona.
El portavoz de la confluencia catalana En Comú Podem, Jaume Asens, ya arremetió contra ERC a propósito de su posición sobre la investidura, asegurando que esta formación "quiere hacer un cambio de cromos con el PSOE en España a costa de los derechos de la gente. Quiere un Gobierno del PSOE sin la única fuerza estatal que reclama la plurinacionalidad y la libertad de los presos políticos". Asimismo, Asens lamentaba a través de las redes sociales que, "más que pactar con los 'comuns', ERC siempre ha querido destruirlos".
Los republicanos están dispuestos a sumarse a la presión sobre Unidas Podemos manteniendo su apuesta por la abstención en la investidura, aunque esta apunte al fracaso debido a la falta de acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En el marco de la nueva estrategia posibilista de ERC, al menos hasta la sentencia del 'procés' y las elecciones catalanas, que previsiblemente se convocarán tras la decisión del Tribunal Supremo, fuentes de la dirección del grupo parlamentario avanzan que a día de hoy se inclinan por abstenerse en la investidura de Sánchez, descargando así las responsabilidades de un bloqueo cada vez más evidente sobre la formación morada.