Lambán ofrece a Podemos el 'modelo Sánchez' tras su exigencia de consejerías

Retener Aragón se está convirtiendo en una tarea más que ardua para el PSOE, y ya se preveía la noche del 26-M. Javier Lambán es el único de los barones que era ya presidente autonómico que tiene más en el aire su investidura. La opción de que gobierne la derecha está aparcada, pero el dirigente socialista está encontrándose con más obstáculos de los previstos por Podemos. La formación morada le exige consejerías. El problema es que su entrada en el Ejecutivo es incompatible con el apoyo del Partido Aragonés (PAR), la formación con la que Lambán primero cerró un acuerdo y que necesita retener a su lado para impedir que la comunidad pase a manos del PP. El presidente en funciones intenta salvar la negativa de Podemos importando el modelo de Pedro Sánchez, el de un Ejecutivo de cooperación, que no de coalición.

Una participación, por tanto, pero en un escalón inferior de la Administración. No en primera línea. Lambán solemnizó ese ofrecimiento este viernes en declaraciones a los medios: no le importa sacrificar parte del poder, aunque no consejerías, para lograr el apoyo de Podemos, su socio parlamentario en los anteriores cuatro años. "Estamos dispuestos a gestionar menos áreas, menos espacios de gobernanza de lo que hemos hecho en la anterior legislatura", señaló el presidente antes de presidir una reunión de su grupo parlamentario en las Cortes de Aragón.

Lo que estaba planteando Lambán, como Sánchez para el Ejecutivo central, es reservar cargos intermedios para Podemos, para combinar tanto su demanda de entrar en el Gabinete como el veto del PAR a que la formación morada se integre en el Consejo de Gobierno. Así que "tiene derecho a participar de la gobernanza de la comunidad" y al mismo tiempo, recalcó, ha de "investirse de realismo, de sentido práctico de la política". Porque su posición de "bloqueo" está "dando otra vez esperanzas" a PP y Cs, que siguen instando al PAR a que vuelva al "redil" y pacte con ellos. Los regionalistas se niegan, y por eso amarraron un acuerdo con el PSOE, porque no querían saber nada de Vox. Y es que en Aragón las derechas no suman con el PAR si los ultraconservadores no entran en la ecuación.

Lambán reconoce que Podemos tiene que participar en la "gobernanza" de Aragón, y al mismo tiempo "investirse de realismo" y aparcar el "bloqueo"

Ahora se trata, defendió Lambán, de encontrar un "equilibrio" entre las demandas de los aragonesistas y las de los morados. Porque hay "instrumentos", dijo, para que "Podemos controle de manera efectiva la acción del Gobierno y ejerza tareas de gestión, de decisión, en espacios políticos que les son particularmente queridos y que podrían depender estrictamente de personas designadas por ellos", sin poner un pie en el Consejo de Gobierno. El presidente aragonés pidió a los morados que prioricen los contenidos a los cargos —reproche que también se escucha en el equipo de Sánchez hacia Pablo Iglesias— y les recordó que habían dicho que las únicas líneas rojas que se impusieron fue no dejar gobernar a la derecha y evitar la repetición de elecciones.

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"Madurez política"

La investidura de Lambán, que aún no tiene fecha, pende así de la voluntad de Podemos. Las Cortes regionales cuentan con 67 diputados, luego el dirigente socialista necesita reunir 34 apoyos. Ya tiene atados 30: los 24 suyos, los tres del PAR y los tres de la Chunta Aragonesista, y ya tiene encarrilado uno más, el de IU. Necesita los cinco de Podemos para frenar al frente de PP (16), Ciudadanos (12) y Vox (3). El presidente toca con la punta de sus dedos su reelección, de ahí que requiera de los morados "madurez política".

Para el PSOE no ha ayudado que los morados hayan tirado de un negociador castellanomanchego, Francis Gil, que también ha ido a La Rioja

Los socialistas confían en que las conversaciones se vayan encauzando. Poco a poco. Pero Podemos puede tener que desandar parte del trayecto recorrido. La ejecutiva de la formación en la comunidad, liderada por Nacho Escartín, decidió facilitar la investidura de Lambán a cambio de entrar en el Gobierno. Una decisión a la que no se opone formalmente la dirección estatal de Iglesias, a pesar de supondría gobernar también con los conservadores del PAR.

La dirección regional cuenta con total autonomía para establecer los términos de las negociaciones, pero la participación en estas de Francis Gil, quien negoció el Ejecutivo de coalición con el PSOE en Castilla-La Mancha de la pasada legislatura, a petición expresa del secretario general en esta comunidad, estaría generando reticencias al otro lado de la mesa negociadora. Supuestamente por sus elevadas exigencias. De hecho, las relaciones de la dirección aragonesa con este negociador que era de la total confianza del exvicepresidente de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, se han enfriado, dejándolo en un papel más secundario.

Desde la dirección estatal de Podemos, sin embargo, dicen confiar en que la situación “se resuelva de la mejor forma posible” en base a las decisiones adoptadas por este territorio. La situación sigue encallada y desde Podemos Aragón avisan que no darán “gratis” su apoyo a Lambán porque gobernando con el PAR, dicen, apenas llevaría a cabo políticas de izquierda. El mensaje del secretario general es que la investidura debe pactarse también con Podemos, más allá del PAR y la Chunta, “sin miedo y sin vetos”.

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El orden de los factores

"Con paciencia, pero la investidura saldrá", replican fuentes muy próximas a Lambán, que recuerdan que hay tiempo hasta el 20 de agosto, que es la fecha tope en la que se disolverían las Cortes autonómicas si no hubiera presidente nuevo. "Podemos tiene problemas internos muy graves. Los anticapitalistas quieren votar la investidura de Javier gratis. Y la dirección quiere una consejería que el PAR no admite por ahora. Ahí está la cuestión", indican las mismas fuentes. Los socialistas proponen que las negociaciones —que por su parte conducen el jefe de Gabinete del presidente, Chema Giral; el secretario de Organización regional, Darío Villagrasa, y el portavoz parlamentario, Vicente Guillén— se centren primero en el acuerdo programático para la investidura y luego en la estructura del Gobierno. "Y Lambán es lo bastante flexible como para que Podemos pueda estar en sitios estratégicos", añaden.

Los socialistas han cerrado un preacuerdo en Navarra con Geroa Bai, Podemos e I-E, que necesita forzosamente de la abstención de Bildu

CHA e IU están de acuerdo con el método de trabajo planteado por el PSOE. "Solo estamos hablando de la investidura, sin vincular al Ejecutivo, sin poner como condición entrar en el Gobierno. Aunque nosotros sí queremos estar —señalan fuentes próximas al líder de la Chunta, Pepe Soro, consejero de Vertebración en funciones—. El problema son los líos internos que tienen en Podemos. Pero lo lógico es hablar primero de programa, y luego del Gobierno, como se ha hecho siempre".

La participación del negociador morado manchego, Francis Gil, también ha ayudado a enturbiar las conversaciones en La Rioja. Allí, el PSOE dispone de 15 diputados, que con los dos de Unidas Podemos —una parlamentaria de la formación morada y otra de IU—, suman mayoría absoluta y bastan para hacer presidenta a la candidata socialista, Concha Andreu, y liquidar así 24 años de gobiernos conservadores. La ruptura entre Podemos e IU está complicando los acuerdos. El PSOE se ha visto obligado a hablar por separado con las dos diputadas. Con la representante de IU, Henar Moreno, y el coordinador regional, Diego Mendiola, cerró este mismo viernes un pacto. La morada Raquel Romero seguía mostrándose este viernes dispuesta a negociar con los socialistas, sin "regalar" su voto. Y exigía asimismo un Ejecutivo de coalición.

En Navarra, la líder del PSN, María Chivite, ya ha cerrado un preacuerdo con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, que suma 23 de los 50 parlamentarios de la Cámara foral. Necesita la controvertida abstención de Bildu para convertirse en presidenta, formación con la que los socialistas no se sentarán ni a hablar.

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Posibles nueve presidentes en total

En Asturias y Canarias, el camino está más despejado. El socialista Adrián Barbón tiene garantizada la presidencia del Principado gracias a sus 20 escaños, a tres de la mayoría absoluta, y gracias a un procedimiento de investidura en el que no es posible votar en contra. La previsión es que pueda ser elegido en segunda votación el 15 de julio por mayoría simple, aunque el dirigente busca acuerdos con Podemos (cuatro escaños) o IU (2) para dar estabilidad a la legislatura.

Despejadas están ya las investiduras de los socialistas Adrián Barbón en Asturias y Ángel Víctor Torres en Canarias, al frente de un tetrapartito

También arranca la semana próxima el debate de investidura en Canarias. El socialista Ángel Víctor Torres tiene asegurada la elección por mayoría absoluta, gracias a sus 25 parlamentarios, los cinco de Nueva Canarias, los cuatro de Podemos y los tres de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) de Casimiro Curbelo. Las cuatro fuerzas se repartirán el nuevo Ejecutivo de las islas, que desplazará a Coalición Canaria después de 26 años ininterrumpidos en el poder.

El resto de barones socialistas ya han sido investidos: Ximo Puig en Valencia —jefe de un tripartito con Compromís y Unidas Podemos—, Guillermo Fernández Vara en Extremadura, Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha —ambos con mayoría absoluta— y Francina Armengol en Baleares —al frente de un Ejecutivo de coalición con los morados y con los econacionalistas de MÉS—. Cuando culminen todos los procesos autonómicos, el PSOE encabezará, si nada se tuerce, nueve gobiernos, tres más de los que tenía antes de las elecciones del 26-M (sumaría Navarra, Canarias y La Rioja), pero seguiría sin poder arrebatar el mayor premio del mapa territorial al PP: Madrid. Claro que ahí queda batalla por delante entre las derechas, igual que en Murcia.