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Batet sume al Congreso en una parálisis récord y permite a Sánchez eludir el control
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DEMORA MÁXIMA EN LA FORMACIÓN DE COMISIONES

Batet sume al Congreso en una parálisis récord y permite a Sánchez eludir el control

La oposición critica que el Congreso no forme las comisiones para poder controlar a los ministros. El PSOE alarga los plazos para llegar a septiembre sin apenas control al Ejecutivo

Foto: Pedro Sánchez aplaude a Meritxell Batet al ser elegida presidenta del Congreso. (EFE)
Pedro Sánchez aplaude a Meritxell Batet al ser elegida presidenta del Congreso. (EFE)

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet (PSOE), no parece tener prisa por poner en marcha la actividad ordinaria de la Cámara. Casi seis semanas después de su elección, las comisiones siguen sin estar constituidas y no hay fecha prevista. Ni siquiera está formada la Diputación Permanente, el órgano de guardia para controlar al Gobierno en vacaciones. La lentitud beneficia a Pedro Sánchez, cuyo Gobierno que no se somete al control de la Cámara Baja desde marzo mientras busca, también con calma y cargando el peso en los demás grupos, los apoyos para la investidura. PP y Ciudadanos critican la parálisis de Batet. Ni Patxi López ni Ana Pastor, los últimos presidentes, esperaron al nombramiento de los ministros para poner en marcha el Congreso.

El 13 de enero de 2016, el socialista Patxi López fue elegido presidente del Congreso. Entonces Mariano Rajoy estaba en funciones y el PSOE tenía prisa por poner a funcionar el Congreso para controlar al Ejecutivo. Trece días más tarde, el día 26, se constituyó la junta de portavoces y al mismo tiempo se acordó la composición de las comisiones del Congreso, que permiten controlar a los ministros además de empezar la tramitación de leyes. Las comisiones se constituyeron de forma oficial el 3 de febrero de ese año.

Hasta entonces, lo habitual era esperar a que se formara el Gobierno para que cada comisión siguiera el esquema del Ejecutivo en el reparto de tareas. Pero ante el retraso de Rajoy en la búsqueda de pactos con otros partidos para la formación de un nuevo Ejecutivo —al final Rajoy, rechazó el encargo del Rey de buscar la investidura—, el Congreso se movió. El Gobierno del PP consideró entonces que al estar en funciones no se debía someter al control del legislativo, pero el Constitucional falló más tarde que el control previsto en la Constitución debía producirse aunque el Ejecutivo estuviera en funciones.

placeholder Los expresidentes del Congreso Ana Pastor (PP) y Patxi López (PSOE). (EFE)
Los expresidentes del Congreso Ana Pastor (PP) y Patxi López (PSOE). (EFE)

Tras la repetición electoral de 2016, fue elegida presidenta Ana Pastor, del PP. Ocurrió el 19 de julio de 2016. El 9 de agosto se conformó la Diputación Permanente, y el 8 de septiembre, la Mesa acordó el reparto de las comisiones. Habían pasado 51 días, de los cuales 31 pertenecieron a agosto, un mes inhábil a efectos parlamentarios. La investidura de Rajoy no se produjo hasta el 29 de octubre, mes y medio más tarde. Pastor tampoco esperó al nuevo Gobierno para formar las comisiones.

Meritxell Batet ha decidido romper con los tiempos manejados por sus dos antecesores. Tras tardar tres semanas en constituir la Junta de Portavoces —la mayor demora en los últimos 30 años—, ahora está a 12 días de superar el récord de Ana Pastor y convertirse en la presidenta que más ha retrasado la formación de las comisiones. Y sin tener el mes inhábil de agosto de por medio.

La oposición ha empezado a criticar a Batet por esta demora. "No quieren formar las comisiones para que no controlemos a los ministros", critican desde la oposición. Desde Unidas Podemos, señalado por el PSOE como socio preferente, también empiezan a llegar las críticas, aunque de momento solo sea en privado. PP y Ciudadanos han pedido que comparezca Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, por los problemas en el recuento provisional de las elecciones municipales y autonómicas, pero no tiene ninguna comisión a la que ir. Tampoco hay sesiones de control al Gobierno.

El PP ha reclamado que se forme al menos la Diputación Permanente, el órgano de guardia, porque julio ya son vacaciones parlamentarias. Ciudadanos también reclama que el Gobierno se ponga en marcha "sin estar a expensas de que Sánchez maree la perdiz". Ahora mismo no hay ningún control sobre el Gobierno en funciones. Las últimas respuestas del Ejecutivo a preguntas presentadas por los diputados datan de marzo, y los nuevos parlamentarios ya han empezado a presentar las primeras preguntas de la XIII Legislatura, ninguna de las cuales ha sido respondida aún por el Ejecutivo socialista.

Los socialistas han concedido que abordarán la formación de las comisiones la segunda mitad de julio, lo que superaría los 51 días de Pastor


Fuentes próximas a la presidenta consideran que no hay parálisis porque solo está registrada la comparecencia de Grande-Marlaska y que julio y agosto son inhábiles a efectos parlamentarios. Aunque no estaba convocada, es previsible que este miércoles se reúna la Mesa. Batet se ha citado el martes con Pedro Sánchez para fijar la fecha de la investidura. Han pasado más de dos meses desde las elecciones y el presidente no ha acudido a informar de las cumbres europeas.

Los socialistas han concedido en privado a otros grupos que abordarán la formación de las comisiones la segunda quincena de julio, lo que superaría los 51 días de Pastor (de los cuales 31 eran de agosto). Según eso, los diputados designados presidentes de comisión y en otros cargos recibirán sus pluses y complementos retributivos justo antes de irse de vacaciones de agosto. Además, el control por parte del Congreso no empezaría hasta septiembre, seis meses después de que Sánchez disolviera las Cortes para adelantar las elecciones.

En la práctica, el Congreso no empezará a controlar al Ejecutivo hasta septiembre y sumará seis meses de funcionamiento al ralentí


En realidad, la mayoría de los diputados está de vacaciones desde entonces. Algunos acuden al Congreso porque usan el despacho, pero en realidad solo la cúpula de los grupos está en las negociaciones. "Me han dicho que con calma, que esto va así, pero no puedo estar tanto tiempo sin trabajar", comenta un diputado novato hiperactivo. Tampoco pueden planificar las vacaciones por si Pedro Sánchez acude a la investidura.

El reparto de las comisiones es importante en clave de poder, tanto dentro de los partidos como entre estos. Cada partido recibe un número de presidencias en función de sus escaños, y para estas designan a veteranos. La presidencia de una comisión incluye chófer y sobresueldo, por lo que es un premio. Esta legislatura, además, se vislumbra el problema de Vox. El partido de Santiago Abascal no entró en la Mesa, controlada por la suma de PSOE y Unidas Podemos (cinco miembros en total, frente a cuatro de PP y Ciudadanos). Además, el PSOE ha advertido de que vetará que se le dé cualquier presidencia de comisión.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet (PSOE), no parece tener prisa por poner en marcha la actividad ordinaria de la Cámara. Casi seis semanas después de su elección, las comisiones siguen sin estar constituidas y no hay fecha prevista. Ni siquiera está formada la Diputación Permanente, el órgano de guardia para controlar al Gobierno en vacaciones. La lentitud beneficia a Pedro Sánchez, cuyo Gobierno que no se somete al control de la Cámara Baja desde marzo mientras busca, también con calma y cargando el peso en los demás grupos, los apoyos para la investidura. PP y Ciudadanos critican la parálisis de Batet. Ni Patxi López ni Ana Pastor, los últimos presidentes, esperaron al nombramiento de los ministros para poner en marcha el Congreso.

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