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"Tenía los ojos cerrados", "A saber por qué lloraba": el juicio a la Manada, en 10 frases
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Juicio a la Manada

"Tenía los ojos cerrados", "A saber por qué lloraba": el juicio a la Manada, en 10 frases

Cinco magistrados han escuachado hoy los recursos de casación presentados contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra sobre los miembros de la Manada

Foto: Algunas de las frases más duras del juicio.
Algunas de las frases más duras del juicio.

El juicio contra los cinco jóvenes sevillanos acusados de cometer una presunta violación grupal durante los Sanfermines de 2016 quedó visto para sentencia el martes 28 de diciembre de 2017 con el alegato final de los imputados, quienes proclamaron su inocencia ante los tres delitos que se les imputaban y por los que finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Navarra les condenó a nueve años de prisión por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento.

Hasta llegar a la última palabra de los acusados transcurrieron 11 sesiones, todas celebradas a puerta cerrada salvo las dos últimas, unas jornadas que se pueden resumir con estas 10 frases a modo de 'sentencia' de cada una de las partes implicadas en el proceso.

"Tenía los ojos cerrados y solo deseaba que acabara cuanto antes"

La joven de 18 años de Madrid que fue objeto de la presunta agresión sexual sentenció que fue forzada a mantener relaciones sexuales dentro de una lista de abusos que incluyen penetraciones anales y vaginales, felaciones, eyaculaciones y besos negros... Y todo sin que los acusados utilizaran preservativos. En su declaración, admitió que no fue obligada a entrar por la fuerza en el portal número 5 de la calle Paulino Caballero y justificó que no hubiera presentado resistencia a los jóvenes porque entró en "estado de 'shock" al ver las intenciones de estos una vez en el interior del portal, a donde había entrado confiada pensando que iba a ir a fumar un porro, lo que la llevó a "someterse" a ellos. Según declaró, cerró los ojos y "solo deseaba que acabara cuanto antes". Los hechos tuvieron lugar en 18 minutos, el tiempo que transcurre desde que el grupo entra al portal hasta que los cinco integrantes de La Manada abandonan el mismo dejando semidesnuda a la joven y tras robarle previamente el móvil.

Los miembros de 'La manada' no piden perdón y reiteran su inocencia

"Confío plenamente en la Justicia"

José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza, Alfonso Jesús Cabezuelo y A. M. G. (es el único de los acusados cuya identidad no se puede revelar por orden previa del juez a instancias de su abogado) utilizaron su derecho a la última palabra para, uno a uno y con expresiones casi idénticas, declarar su inocencia ante el juez y confiar "plenamente" en su decisión. Hubieron dos veces en las que se 'salieron' del guion establecido para añadir alguna cuestión. Por un lado, Boza, a quien se le vio más afectado a nivel emocional durante el juicio, deseó que la situación acabase "cuanto antes". Por otro, A. M. G. proclamó su "arrepentimiento" y ha pidió "perdón público" por robar el móvil a la joven tras los hechos, algo que achacó a la "avaricia", para tratar que la sustracción fuese catalogada como un simple hurto sin violencia. Los cinco inistieron en que fueron relaciones sexuales consentidas, siendo la joven quien "llevaba la iniciativa" en algunos momentos.

"Son buenos hijos, algunos trabajan, están muy unidos a sus familias y amigos"

Agustín Martínez, abogado de tres de los cinco acusados, llevó la voz cantante de la defensa ante los medios de comunicación con manifestaciones públicas antes y después de cada sesión. También lo hizo en la sesión de conclusiones finales, donde se mostró como el más rotundo de los tres letrados de los acusados, llegando a provocar las lagrimas y abrazos entre ellos. De los acusados dijo que aunque pueden parecer "imbéciles en algunos aspectos, patanes, infantiloides, simples o primarios en sus pensamientos" y tengan "comportamientos que merecen reprobación", son "buenos hijos, algunos trabajan, otros lo intentan, están muy unidos a sus familias y amigos". Sostuvo que durante las 11 sesiones celebradas "no" quedó "acreditada ni una sola prueba" que demuestre la denuncia de la joven, ya que quedó "muy claro" que fueron relaciones sexuales "consentidas". Incluso acusó a los expertos de realizar informes 'ad hoc' para "demostrar la realidad de la denuncia" con aportaciones "viciadas de esa consideración previa de culpabilidad".

"¿Qué mujer hace una felación con los ojos abiertos?"

Una de las cuestiones clave para las acusaciones y el Ministerio Publico fue que la denunciante se muestra en todo momento con los ojos cerrados en los 96 segundos que suman los siete vídeos que grabaron dos de los cinco acusados con sus móviles y que abarcan todo el espacio temporal, ya que reflejan momentos correspondientes tanto al inicio como al final de los hechos. Es la prueba de cargo que demuestra que fue "sometida" por los cinco jóvenes. A este hecho, entre otros, aludieron los dos policías forales que realizaron un informe sobre el contenido de las grabaciones para concluir que la denunciante fue sometida a "humillaciones y vejaciones". Sin embargo, las defensas trataron de poner sobre la mesa un axioma para desacreditar esta versión. "¿Qué mujer hace una felación con los ojos abiertos?", pregunó al tribunal el abogado de A. M. G., Jesús Pérez, quien incluso lamentó que no haya "estadísticas" sobre mujeres que hacen felaciones con los ojos cerrados. También se pronunció en similares términos Agustín Martínez, quien aseguró que "es difícil hacer una felación con los ojos abiertos".

"¡A saber por qué estaba llorando en el banco!"

Tras la supuesta violación grupal, la joven de 18 años fue encontrada por una pareja acurrucada en un banco cercano al portal, llorando de forma "desconsolada" y sin poder articular casi palabra. Los policías que la atendieron en primer lugar admitieron que estaba en estado de 'shock' y que "no fingía" cuando denunciaba una presunta agresión sexual. Sin embargo, la defensa no dio crédito a sus lágrimas. "¡A saber por qué estaba llorando [en el banco]!", aseveró Juan Canales, abogado del militar Antonio Jesús Cabezuelo. Entre las posibles causas de este lloro, la defensa apuntó como principal hipótesis que la joven temía que la hubieran grabado durante los hechos con su móvil robado y esas imágenes fueran publicadas en las redes sociales. Pero hay otras posibles razones. Canales apuntó que los acusados la dejaron semidesnuda en el portal tras los hechos, "con mala educación y fuera de las reglas de la caballerosidad", de modo que este gesto "no le sentó nada bien porque se quedaba sola". Incluso, Jesús Pérez sostuvo como causa de la denuncia que la joven "necesitaba imperiosamente el uso de anticonceptivos" tras mantener relaciones sexuales grupales sin preservativo.

Foto: El abogado de la joven madrileña que denunció haber sufrido una violación grupal, a su llegada al Palacio de Justicia de Navarra. (EFE) Opinión
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"No le quedaba otra posibilidad que someterse"

La Fiscalía ratificó en la última sesión su petición de pena de 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno de los acusados por los delitos de agresión sexual continuada, contra la intimidad y robo con intimidación a la vista de la "contundencia" de las pruebas. Según expuso, había quedado "absolutamente acreditado"que los integrantes de 'La manada' abusaron sexualmente de la joven de 18 años. Para ello, según remarcó la fiscal Elena Sarasate, los imputados se valieron de su "superioridad numérica y física" en la "ratonera" de pequeñas dimensiones a la que llevaron a la joven dentro del portal. "No le quedaba otra posibilidad que someterse. Ante una intimidación tan grave, solo pudo someterse. No tuvo más remedio que no resistirse y esperar a que todo pasara cuanto antes", aseguró. La representante del Ministerio Publico lo tuvo muy claro: los acusados actuaron de "forma conjunta y organizada" sintiendo además que gozaban de "total impunidad". "Iban a lo que iban", aseveró ante unos hechos que "se produjeron sin consentimiento y bajo violencia e intimidación".

"Los vídeos son repugnantes"/ "Es una película porno"

En lo único en lo que coincidieron la acusación y defensa en todo el proceso, durante el cual ofrecieron versiones contradictorias de cada declaración, es en que la clave iba a estar en la interpretación que los tres magistrados hicieran de los 96 segundos grabados por los acusados durante los hechos. Las grabaciones se analizaron segundo a segundo en una intensa sesión de seis horas, tras la cual todas las partes se ratificaron en su visión. Mientras para la acusación quedaba acreditado que la joven fue sometida a abusos sexuales, la defensa sostuvo que había quedado de manifiesto que se trató de relaciones consentidas. "Los vídeos son repugnantes", clamó de forma expresiva uno de los dos abogados de la denunciante, Carlos Bacaicoa, al ser interpelado por los periodistas por el contenido de las grabaciones. Por contra, desde la defensa se quiso hacer ver a los medios en los pasillos de la Audiencia de Navarra que se trataba de un "vídeo porno casero". Martínez ratificó esta impresión de forma pública en la última sesión del juicio: "Es una película porno".

Foto: Última sesión del juicio contra "La Manada". (Efe)

"No le preguntaron si quería que utilizaran preservativos"

Víctor Sarasa, representante del Ayuntamiento de Pamplona, que actuó como acusación popular junto al Gobierno de Navarra, puso el foco en que ninguno de los cinco acusados preguntó a la joven si quería que utilizasen preservativo. De ser sexo consentido, según alegó, la denunciante lo hubiera pedido, y más cuando nunca había mantenido relaciones sexuales grupales, para evitar infecciones o un posible embarazo. "Me cuesta creer que una joven universitaria de 18 años no le dé importancia a esta cuestión", remarcó. En esta línea, señaló que es "materialmente imposible" que una joven que nunca ha practicado sexo en grupo decida mantener relaciones sexuales con cinco jóvenes sin preservativo 10 minutos después de conocerlos en un banco de la plaza del Castillo a las 2:50. "El relato de los acusados es una película de ciencia ficción", concluyó.

"Es imposible pedir una declaración lineal y hasta el más mínimo de los detalles de los hechos"

La defensa basó su argumentación en las "múltiples contradicciones" del relato de la joven durante su declaración en el juicio, donde reconoció que no fue obligada a entrar al portal por la fuerza. Sin embargo, el Gobierno de Navarra defendió que era "imposible" pedir a la denunciante "una declaración lineal y hasta el más mínimo de los detalles", a la vista de las circunstancias en la que se produjeron los hechos, con la supuesta víctima en estado de 'shock'. Por el contrario, su letrado, Ildefonso Sebastián, puso en valor que las distintas declaraciones de la joven a lo largo del tiempo tienen una "conexión lógica". Además, su versión, según contrastó, está avalada por los testigos y las pruebas periciales realizadas con "absoluta profesionalidad y precisión", las cuales "confirman el relato de la denunciante, pese a algún detalle no relevante". Según reflejó, los acusados buscaron de forma "consciente" un lugar para abusar sexualmente de la joven sin que ella tuviera posibilidad de "una reacción", algo que encontraron en un "cubículo" dentro del portal que hacia imposible que la supuesta víctima pudiera huir.

"Los wasaps previos no guardan relación con los hechos"

De puertas para afuera, el juicio estuvo marcado por la polémica decisión previa del tribunal de admitir un informe elaborado por detectives privados a encargo de la defensa que hurgó en la vida de la joven en las redes sociales tras los hechos (posteriormente fue retirado a última hora de la causa, una vez que declararon las personas que realizaron el informe) y, por contra, rechazar como prueba todo el material que estaba en los móviles de los procesados con anterioridad a la noche de la supuesta violación. Los wasaps relacionaban a los acusados con otra supuesta agresión sexual en Pozoblanco (Córdoba) y además dejaban al descubierto las intenciones con las que acudían los integrantes de La Manada a los Sanfermines: “¿Llevamos burundanga? Tengo reinoles tiraditos de precio. Para las violaciones", afirmaba uno de ellos sin tapujos en estas conversaciones. Pero el tribunal entendió que este material "no guarda relación con los hechos que son objeto de enjuiciamiento", por lo que careció en "consecuencia de pertinencia" para juzgar el caso.

El juicio contra los cinco jóvenes sevillanos acusados de cometer una presunta violación grupal durante los Sanfermines de 2016 quedó visto para sentencia el martes 28 de diciembre de 2017 con el alegato final de los imputados, quienes proclamaron su inocencia ante los tres delitos que se les imputaban y por los que finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Navarra les condenó a nueve años de prisión por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento.

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