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Josefa, la supuesta víctima de la auxiliar de Alcalá que sobrevivió a la inyección
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EL SUCESO SE REMONTA A DICIEMBRE DE 2013

Josefa, la supuesta víctima de la auxiliar de Alcalá que sobrevivió a la inyección

La Fiscalía pide 40 años de prisión para Beatriz López por matar a dos ancianas entre 2015 y 2017, pero otras acusaciones añaden una tentativa de homicidio contra Josefa L. P.

Foto: La auxiliar de clínica del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Beatriz López, durante el juicio. (EFE)
La auxiliar de clínica del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Beatriz López, durante el juicio. (EFE)

"Ustedes, en este momento, están pensando que vaya marrón que tienen". Con esta frase arrancó el fiscal su primera intervención ante el jurado popular que desde este martes tiene en sus manos el futuro de Beatriz López, la auxiliar de enfermería a la que el Ministerio Público acusa de haber matado a dos ancianas en el Hospital de Alcalá de Henares entre 2015 y 2017. El fiscal no mintió al hablar de "marrón" este martes. Formar parte de un jurado puede suponer un engorro en sí mismo, pero más cuando tienes que hacerlo en un juicio en el que las propias acusaciones sostienen relatos distintos de los hechos. En este caso, la principal diferencia se centra en el número de víctimas que dejó López a su paso por el hospital: la Fiscalía apunta a dos asesinatos, mientras que otras acusaciones añaden una tentativa de homicidio contra Josefa L. P., una paciente que, según su versión, sobrevivió a su ataque en 2013.

El juicio contra López arrancó este martes en la Sección Tercera de la Audiencia de Madrid con la elección del jurado popular, las primeras intervenciones de las acusaciones y la declaración de la acusada. Aunque la Fiscalía solo habló de los dos asesinatos, el abogado Antonio Navarro, que ejerce la acción popular en nombre de la asociación El Defensor del Paciente, puso a continuación la tentativa de homicidio sobre la mesa, para lo que se remontó a finales de 2013. En su escrito, el letrado solicita además la prisión permanente revisable como condena.

Foto: Beatriz López se sienta hoy en el banquillo. (EFE)

Josefa L. P. había ingresado en el Hospital de Alcalá de Henares el 18 de noviembre de 2013 por celulitis y tras el correspondiente tratamiento con antibióticos presentaba una "buena evolución clínica", explica el Juzgado de Instrucción 4 de Alcalá de Henares, encargado de la fase inicial de investigación, en un auto al que ha tenido acceso El Confidencial. Todo apuntaba a que la paciente estaba a punto de recibir el alta, pero el 1 de diciembre su situación cambió de forma radical: "Aparece un cuadro brusco de bajo nivel de conciencia sumándose hipotensión, cuando previamente se encontraba estable", explica el auto. Mientras los facultativos trataban de estabilizarla, Josefa entró en coma.

Los médicos no se explicaban lo ocurrido, por lo que optaron por hacerle una exploración craneal por TAC hasta dar con el motivo: "Encuentran burbujas aéreas en el interior de ambos senos cavernosos en el trayecto de ambas arterias carótidas internas y músculos pterigoides bilaterales y músculos temporales, con fracaso renal agudo". En otras palabras: en vista de que sufría un embolismo gaseoso, la sospecha de que alguien había inyectado aire en las venas de Josefa se extendió por el hospital.

placeholder Pinche en la imagen para leer el escrito de acusación de la Fiscalía.
Pinche en la imagen para leer el escrito de acusación de la Fiscalía.

Josefa logró salir del coma, pero "las secuelas se vienen prolongando y empeorando hasta el día de la fecha", se explica en el auto. Su caso cayó entonces en el olvido, pero no por mucho tiempo. "En el hospital se produjeron hechos inexplicables desde el año 2013", aseguró este martes el abogado Antonio Navarro ante el tribunal, resumiendo así la sensación que se vivió en el centro a partir de ese momento. Dos años después, el 29 de julio de 2015, la sospechas afloraron de nuevo.

El Ministerio Público sostiene que la acusada entró ese día en la habitación 532-2, ocupada por Luisa Moragón, una paciente de 92 años. Su alta hospitalaria estaba prevista para el día siguiente, pero nunca llegó. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, López fue la responsable: "Con ánimo de causar su muerte de forma inmediata y aprovechando que en esos momentos no se encontraba acompañada por ningún familiar, le inyectó con una jeringuilla gran cantidad de aire en el sistema circulatorio a través de la vía que tenía colocada en el brazo. Como consecuencia de ello, la paciente entró en parada cardio-respiratoria, falleciendo a las 9:40 horas del mismo día".

Como los sucesos extraños se repetían en el pasillo B de la quinta planta, las autoridades instalaron un sistema de videovigilancia oculto que grababa todo lo que ocurría en esa zona del centro. La medida resultó inútil durante dos años, tiempo en el que no se produjo ninguna otra muerte repentina. El pasillo quedó así en calma hasta el 4 de agosto de 2017, cuando Consuelo Doblado, de 86 años, falleció en la habitación 528. Aunque la anciana compartía cuarto con otra mujer, esta se encontraba en estado semicomatoso, por lo que el escrito de acusación de la Fiscalía apunta a que López pudo repetir el mismo proceso: "Inyectó a través de la vía y con una jeringuilla gran cantidad de aire, lo que provocó que sufriera una parada cardio-respiratoria motivada por una embolia gaseosa masiva, que provocó su fallecimiento a las 16:00 de ese mismo día".

Comienza el juicio a una auxiliar de clínica por matar a dos ancianas inyectándoles aire

A diferencia de los sucesos anteriores, esta vez el vídeo de lo ocurrido ese día recogió todo el desarrollo de los hechos. A las 15:35, Beatriz entra por primera vez en la habitación. Sale a las 15:36, pero dos minutos después vuelve y se queda ahí hasta las 15:40. A las 15:47, “sale del control de enfermería otra trabajadora y entra en la habitación. López se encuentra junto a un carro y se percata de que la otra enfermera ha entrado”. Quince segundos después, la sospechosa deja lo que está haciendo y acude al grito de auxilio de su compañera. Tras estudiar la grabación, los agentes de homicidios le pusieron las esposas a López en agosto de 2017, detención que hizo recordar el caso de Josefa.

"Como puede comprobarse, el 'modus operandi' es similar en cuanto a la forma lesional mediante la introducción de aire en el sistema circulatorio provocando el embolismo gaseoso en su víctima", explica el auto del Juzgado de Instrucción 4 de Alcalá de Henares. "El escenario donde se produjeron los hechos es el mismo, las circunstancias similares, la denunciada Beatriz López prestaba sus servicios en el lugar y tiempo de los hechos y solo la rápida actuación de los servicios sanitarios posibilitó la supervivencia de Josefa".

La acusada niega los hechos entre sollozos

Una vez finalizadas las intervenciones de acusaciones y defensas, López se sentó ante el tribunal para someterse a los interrogatorios, declaración que fue acompañada por constantes sollozos. Insistió en que como auxiliar de enfermería no se encargaba de poner y quitar vías a los pacientes, solo de limpiarles y darles de comer. "Yo no puedo coger ni cosas punzantes ni cortantes", aseguró. Otra de las acusaciones le preguntó entonces por las jeringuillas que encontraron en su domicilio, ante lo que la acusada se escudó en que eran para uso personal: "Las utilizo para el jarabe y la otra para lavarme la herida de un dedo que tenía perjudicado".

Después de superar estas primeras cuestiones, las acusaciones se centraron en los dos supuestos asesinatos, pero la auxiliar de enfermería no dio su brazo a torcer: dijo que en 2015 ni siquiera entró en la habitación de la fallecida, mientras que en 2017 se limitó a ponerle un termómetro a la otra anciana: "Me veo incapaz de quitar la vida a alguien y que se me acuse de algo tan sucio... Me he dejado la piel en el hospital para las personas que he estado cuidando", afirmó entre lágrimas. Respecto a la supuesta tentativa de homicidio en 2013, argumentó que no recordaba a la anciana: "No son pacientes que yo elijo. Nosotras los sorteamos".

"Ustedes, en este momento, están pensando que vaya marrón que tienen". Con esta frase arrancó el fiscal su primera intervención ante el jurado popular que desde este martes tiene en sus manos el futuro de Beatriz López, la auxiliar de enfermería a la que el Ministerio Público acusa de haber matado a dos ancianas en el Hospital de Alcalá de Henares entre 2015 y 2017. El fiscal no mintió al hablar de "marrón" este martes. Formar parte de un jurado puede suponer un engorro en sí mismo, pero más cuando tienes que hacerlo en un juicio en el que las propias acusaciones sostienen relatos distintos de los hechos. En este caso, la principal diferencia se centra en el número de víctimas que dejó López a su paso por el hospital: la Fiscalía apunta a dos asesinatos, mientras que otras acusaciones añaden una tentativa de homicidio contra Josefa L. P., una paciente que, según su versión, sobrevivió a su ataque en 2013.

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