Sánchez se reunió ayer en secreto con Iglesias: las posturas siguen "muy alejadas"

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunieron este lunes por la mañana en la Moncloa. Es el primer encuentro que ha trascendido entre ambos después de que ambos pusieran en marcha la semana pasada las negociaciones para la investidura del líder socialista. Pero no hay avances aún. Las posturas, según el PSOE, siguen "muy alejadas". Las conversaciones se atascan a la primera.

La cita de ayer en el palacio presidencial, que arrancó sobre las 10:30 horas, adelantada por eldiario.es y confirmada posteriormente por fuentes de Ferraz, no supuso un avance significativo porque Iglesias mantuvo su pulso firme: quiere un Gobierno de coalición con el PSOE, con entrada de los morados en los ministerios. Pero Sánchez se resiste a esa formulación y se aferra a su oferta de "Gobierno de cooperación" que ambos pactaron la semana pasada pero que sigue desprovista de un contenido concreto. No obstante, las mismas fuentes del PSOE añadieron que el partido continúa "con la máxima disposición de entendimiento" y reconoce a Unidas Podemos como su "socio preferente". Y es que Sánchez precisa a sus 42 diputados para que su reelección prospere. No son suficientes, pero sí son necesarios.

Desde la formación morada, mientras, insisten en que los dos líderes "se reunirán y hablarán mucho en las próximas semanas" y piden que se respete la "discreción necesaria para poder trabajar". Además, entienden que ha de ser el candidato socialista el que ha de detallar su propuesta, y no a la inversa. En el entorno del secretario general, a diferencia de lo que traslada el PSOE, sí hablan de "optimismo" y ven "avances" en las negociaciones.

En Podemos afirman que los dos líderes"se reunirán y hablarán mucho en las próximas semanas" y piden la "discreción necesaria para poder trabajar"

Los términos en los que Ferraz confirmó que la reunión se produjo ayer —"las posiciones están muy alejadas"— ya dan cuenta de que las conversaciones no serán fáciles. De hecho, indican un cierto paso atrás. La dirección del PSOE se congratuló de que el pasado 11 de junio de que Iglesias hubiera aceptado hablar de "Gobierno de cooperación".

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Discrepancias sobre el Ejecutivo

Pero desde el primer momento se vio que las dos partes concebían la expresión de forma distinta. Mientras que para Ferraz se trataba de experimentar una "fórmula novedosa" que "en absoluto" ha de ser un Ejecutivo de coalición. Para Unidas Podemos, en cambio, esa innovación terminológica no cambia el sentido último, que es el de un cogobierno. Es más, Iglesias ha venido repitiendo en los últimos días que no concibe que haya "vetos" por parte de los socialistas. Desde ese punto de vista, no entiende que Sánchez pudiera frenar su entrada en el Consejo de Ministros. "Sería inaceptable en términos democráticos", decía él mismo en una entrevista con 'El País'.

Iglesias no concibe "vetos" personales e insiste en que la mayor estabilidad la proporciona un bipartito. El PSOE subraya que las dos fuerzas no suman

En el PSOE, en cambio, no gusta la idea de un Ejecutivo de coalición. No solo porque creen que un bipartito introduciría ruido en cuestiones delicadas —la visión de país y el conflicto con Cataluña, por ejemplo—, sino porque las dos fuerzas no llegan a la mayoría absoluta: suman 165 escaños. Sostienen que un Consejo de Ministros compartido podía rehuir apoyos, no atraerlos. Además, como indicaba ayer el número tres, José Luis Ábalos, la prioridad es amarrar un acuerdo programático en el que la agenda social esté en el centro. Sánchez y su equipo han venido mostrando su satisfacción y agradecimiento a Iglesias por el respaldo prestado a iniciativas de contenido social desplegadas en los últimos meses, entre ellas el proyecto de Presupuestos de 2019, que finalmente decayó por el veto de los independentistas y las derechas.

La de ayer lunes fue la tercera ocasión en la que los líderes de PSOE y Unidas Podemos se vieron tras las generales del 28 de abril. La primera cita fue el 7 de mayo, y en ella acordaron continuar las conversaciones y pactar la Mesa de Congreso y Senado, el primer paso de la nueva legislatura. La segunda fue el pasado día 11. Habrá más encuentros, pero Iglesias ya sabe que Sánchez tiene intención de ir a la investidura "en breve", posiblemente en la primera quincena de julio, tenga o no tenga los apoyos atados. Esa declaración, solemnizada por Ábalos ayer en rueda de prensa, contribuye a incrementar la presión ambiental sobre los grupos, puesto que a partir de la primera votación se abre un periodo de solo dos meses para elegir nuevo presidente, y si no es posible, se disolverán las Cámaras y habrá segundas generales en el otoño. De hecho, esa comparecencia del número tres se producía después de la cita Sánchez-Iglesias en la Moncloa. La falta de grandes avances explica el tono algo más contundente del ministro.

Para Podemos, sin embargo, la advertencia de Ábalos no les añade más prisas: "Quien se sentirá más presionado es quien esté dispuesto a ir a una investidura y no tenga los votos sumados", señaló este martes el secretario de Sociedad Civil y Movimientos Sociales de la formación, Rafa Mayoral. Cuando a uno "le encomiendan abordar una investidura tiene la tarea de sumar los votos suficientes para hacerla con garantías", mantuvo, informa Europa Press. En ese sentido, instó a los socialistas a "levantarse del sillón" para buscar los apoyos necesarios. "Ese es el trabajo que debe hacer quien quiera ser investido como presidente".