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Los pactos permiten a la derecha arrebatar poder a la izquierda y le dan Madrid de trofeo
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EL NUEVO MAPA QUE DEJA EL 15-J

Los pactos permiten a la derecha arrebatar poder a la izquierda y le dan Madrid de trofeo

El PSOE ganó en 25 capitales de provincia el 26-M, pero su cuenta de alcaldías se verá reducida por las alianzas de PP y Cs, en muchos casos con el concurso de Vox, como en el caso de la capital

Foto: (Ilustración: Raúl Arias)
(Ilustración: Raúl Arias)

Decía Pedro Sánchez en campaña que ganar no es solo ganar. Que es gobernar. Lo tiene grabado a fuego en su piel. No solo porque renació como líder un año atrás, cuando ganó la moción de censura a Mariano Rajoy, la que le permitió primero en unas encuestas en las que cotizaba a la baja y luego vencer con rotundidad en las generales, autonómicas, municipales y europeas del 28-A y del 26-M. También porque en 2015, en su primer examen en las urnas tras conquistar el trono de Ferraz, convirtió unos resultados discretos en un importante balón de oxígeno para el partido. Entonces, los pactos con las formaciones del espectro progresista, muchas nacidas del tronco de Podemos e IU, posibilitaron la recuperación del poder territorial. En ayuntamientos y comunidades. En 2019, cuatro años después, esa estrategia de alianzas ha operado a la inversa, a favor de la derecha. Lo que casi nunca ocurría antes porque el PP no tenía socios potenciales. Pero su espacio se ha fragmentado y sí dispone de compañeros de viaje. Ciudadanos, claro. Y por supuesto Vox.

Así que sí, ganar es gobernar. Por descontado. La suma de las derechas previsiblemente funcionará como un reloj este 15 de junio. El sábado en que se constituyen los consistorios de toda España y en que se elegirá a la inmensísima mayoría de los 8.131 alcaldes que pilotarán sus municipios en los próximos cuatro años. Populares y naranjas, en muchos casos con el concurso de la ultraderecha, arrebatarán gobiernos a la izquierda, aunque esta se hará asimismo con el bastón de mando en pueblos y ciudades en las que sus formaciones no han sido las más votadas. Los pactos, pues, se activarán en las dos direcciones. Y se habrán probado fundamentales para que el PP recupere, después de cuatro años, el poder de la capital, de Madrid, en manos de José Luis Martínez-Almeida, gracias a un pacto 'in extremis' con Cs al que se ha adherido Vox, y para que Ada Colau retenga el control de Barcelona, ayudada por el PSC y con tres de los votos de la plataforma encabezada por Manuel Valls.

Aunque aún quedan incertidumbres por despejar y el día puede deparar sorpresas, el diseño básico del nuevo mapa municipal emanado de las urnas del 26 de mayo ya está bastante completo. Los socialistas ganaron las municipales (29,34% de los sufragios, 6,6 millones de votos) y fueron primera fuerza en 25 capitales de provincia. Pero a esa cuenta habría que agregar los triunfos de la izquierda en la capital, de la mano de Más Madrid, la plataforma de la alcaldesa, Manuela Carmena, y de las candidaturas ligadas a Podemos e IU (Cádiz y Zamora), Compromís (Valencia) y BNG (Pontevedra), además de ERC (Barcelona y Lleida). El PP, con su 22,6% y sus 5,1 millones de papeletas, solo se impuso, en cambio, en 11 cabeceras, más Ceuta y Melilla. Cs no venció en ninguna. Sin embargo, el PSOE tendría amarradas, antes de que comiencen los plenos de constitución de los consistorios de todo el país, solo 14 capitales provinciales (obtuvo 17 en 2015). Casi las mismas que el PP (13 más la ciudad de Ceuta). Y la formación de Albert Rivera podría dirigir, de entrada, cuatro ayuntamientos capitalinos, todos ellos menores.

El PP venció en 11 cabeceras, más Ceuta y Melilla. Cs no ganó en ninguna. Pero ambas formaciones ampliarán la nómina gracias a los acuerdos


Precisamente la cosecha tan magra para Cs, que va a apuntalar al PP en las comunidades de Madrid, Castilla y León y Murcia, hizo que mantuviera el pulso hasta el final con la joya de la corona. La capital de España. Este viernes, pasadas las 22 horas, y tras horas de negociaciones, sucumbió a la realidad: la alcaldía de Madrid será, para todo el mandato, para el popular Martínez-Almeida, y no para su candidata, Begoña Villacís, que se conforma con ser su número dos. Génova sabía que no podía ceder las dos principales plazas en juego, la Comunidad de Madrid y la capital, las que concedían respiración asistida a Pablo Casado tras un derrumbe en las generales y un hundimiento en las autonómicas, municipales y europeas. Y no lo hará, salvo sorpresa. Pero para que el Gobierno regional y la ciudad recaigan en el PP no bastan solo los votos de los diputados y concejales de Cs. Hace falta Vox. En las dos instituciones. Y el partido de Santiago Abascal pide entrar en los ejecutivos. Sobre todo en el autonómico, el principal escaparate para el resto de España.

Foto: José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís firman su acuerdo de Gobierno para Madrid. (PP)

La joya de la corona

Madrid, comunidad y urbe, se han convertido, pues, en el principal símbolo de fuerza para la derecha —lo habría sido para la izquierda de haber sumado—, en su gran apuesta, el epicentro desde el que quiere comenzar la "remontada" para conquistar luego el Gobierno central. Del mismo modo, Barcelona era la gran esperanza para el independentismo, el trofeo que necesitaba ganar para afianzar su proyecto y ensanchar su base social. Pero Ada Colau está ya a un paso de lograr la reelección como alcaldesa, gracias al apoyo del PSC y de Valls, y refrendada por las bases de su partido, Barcelona en Comú. El republicano Ernest Maragall, primera fuerza en las urnas por solo 4.833 votos y empatado en ediles con Colau (10), tendrá que ocupar la bancada de la oposición, junto a JxCAT, PP y Cs. Todo esto ocurrirá si no hay sorpresas en el pleno: la Ley Electoral exige que el alcalde sea investido con una mayoría absoluta de votos de los concejales y de lo contrario, logrará el bastón de mando el candidato de la fuerza con más respaldo en las urnas.

Almeida firma con Villacís 'in extremis' una alianza que quita a Carmena pero que requiere de Vox. En BCN seguirá Colau con el PSC y los votos de Valls

Madrid y Barcelona no son ni mucho menos las dos únicas ciudades donde los pactos arrebatarán el poder a los aspirantes más votados. Este viernes populares y naranjas cerraron un pacto para hacerse con las tres capitales de provincia de Aragón. En dos de ellas, Zaragoza y Huesca, el PSOE ganó con holgura los comicios. A sus candidatos, Pilar Alegría y Luis Felipe, les habría bastado sumar a los ediles de Cs para llegar a la mayoría absoluta. No había opciones a la izquierda por el bajón de Podemos y las plataformas municipalistas. Alegría, de hecho, y según relató ella misma, estaba negociando ayer por la mañana con la cabeza del partido de Rivera. Pero cuando estaba concluyendo su cita llegó la noticia "desde Madrid" de que Zaragoza pasaría a manos del popular Javier Azcón. Y Huesca sería gobernada a cambio por el candidato de Cs, José Luis Cadena, tercera fuerza en el consistorio, con solo tres de los 25 concejales del pleno.

PP y Cs pactan que Martínez-Almeida sea alcalde de Madrid en un Gobierno de coalición

En ambas ciudades, PP y Cs necesitan a Vox. Y no están seguras aún para Azcón y Cadena. La formación de ultraderecha avisó de que no apoya el pacto de populares y naranjas en Zaragoza y exigió entrar en el Gobierno municipal. Cadena, mientras, desmintió todo acuerdo para alcanzar la alcaldía de Huesca. En Teruel, el PP fue la formación más votada, de modo que Emma Buj podría continuar al frente del consistorio gracias al apoyo de Cs. Los dos partidos podrán gobernar en minoría, aunque la absoluta se la proporcionaría el edil de Vox.

En Castilla y León, la izquierda ganó en siete de las nueve capitales. En dos, con mayoría absoluta: Carlos Martínez (PSOE) en Soria y Paco Guarido (IU) en Zamora. En Valladolid, el socialista Óscar Puente, miembro de la ejecutiva de Sánchez, tiene garantizada la continuidad: quedó primero en las urnas y reeditará su pacto con Valladolid Toma La Palabra.

Alcaldes de Cs en Palencia y Burgos

Pero en Palencia y Burgos, las derechas han pactado para quitar el bastón de mando al más votado, el PSOE. En ambas gobernarán los dos candidatos de Cs: Mario Simón en la primera —con tres concejales de 25— y Vicente Marañón en la segunda (con cinco ediles de 27). En Salamanca venció el popular Carlos García Carbayo, que será el regidor durante todo el mandato, aunque compartirá el Gobierno municipal con Cs. En Ávila, el joven partido Por Ávila, del ex del PP Jesús Manuel Sánchez Cabrera, acabará con 25 años de hegemonía popular en la capital abulense, con un Ejecutivo que aspira a recabar apoyos puntuales de todos los partidos. Los ayuntamientos de León y Segovia, ambos ganados por el PSOE, se constituirán el 5 de julio porque aún deben resolverse los contenciosos electorales.

PP y Cs, en algunos casos con Vox, se quedarían con ZGZ, Huesca Teruel, Palencia, Burgos, Cáceres o Badajoz. Rivera pacta con el PSOE en CLM

Extremadura, como Aragón o Castilla y León, es otro de los ejemplos en donde la victoria del PSOE no se traduce en gobiernos. Fue la lista más votada en Cáceres y Badajoz, pero necesitaba a Cs. Este propuso el jueves el sistema de 2+2, el reparto de la alcaldía con los socialistas, pero el barón regional, Guillermo Fernández Vara, se negó a ese "apaño" porque sus candidatos habían tenido un respaldo muy elevado, del 34,4% en la primera y del 37,2% en la segunda. Los naranjas miraron entonces al PP. Así, acordaron repartirse la alcaldía de Badajoz —los dos primeros años para el actual regidor, el popular Fran Fragoso, y los dos últimos para Ignacio Gragera, de Cs— y cogobernar en Cáceres, con Rafael Mateos (PP) como primer edil. En las dos ciudades necesitan a Vox para desbancar al PSOE. La principal urbe para el partido de Pedro Sánchez es la capital autonómica, Mérida, en la que el actual alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, consiguió la mayoría absoluta.

El Partido Popular y Ciudadanos llegan a un acuerdo en Zaragoza

El caso contrario es el de Castilla-La Mancha. El presidente regional, Emiliano García-Page, que consiguió mayoría absoluta el 26-M en las autonómicas (al igual que Vara), sí cerró un acuerdo "integral" con Cs. Un pacto que le permitirá tener a ambos el control de una veintena de ayuntamientos en la comunidad. En Albacete y Ciudad Real, los dos partidos se repartirán la alcaldía: en la primera arrancará el naranja Vicente Casañ (a los dos años le relevará el socialista Emilio Sáez) y en la segunda continuará de alcaldesa Pilar Zamora, del PSOE, para en 2021 ceder el bastón de mando a Eva María Masías, de Cs. En Guadalajara, las dos formaciones gobernarán juntas, con primer edil socialista, Alberto Rojo. En Toledo, repetirá la socialista Milagros Tolón —con la abstención de Podemos—, y en Cuenca se estrenará su compañero de partido Darío Dolz, gracias a la ayuda de Cuenca Nos Une. Page logra así, mediante acuerdos, aniquilar al PP manchego y robarle las alcaldías de Cuenca, Albacete y Guadalajara.

Foto: Joan Ribó, con los concejales de Compromís, pocos minutos antes de su elección como alcalde de Valencia. (EFE)

En Andalucía, el mapa seguía anoche aún abierto por Granada y Jaén. En ambas venció el PSOE, pero sin la fuerza suficiente. Cs tenía la llave en ambas capitales, para las que se postulan los socialistas Paco Cuenca —regidor desde 2016— y Julio Millán. En las demás ciudades, las cosas están más despejadas: el PSOE mantendrá Sevilla, con Juan Espadas, y Huelva, con Gabriel Cruz (con mayoría absoluta), mientras que el PP continuará liderando Málaga (Paco de la Torre) y Almería (Ramón Fernández-Pacheco), se hará con Córdoba (José María Bellido) y ambiciona Jaén y Granada, solo a su alcance con el concurso de Vox. José María González Santos, 'Kichi', con Adelante Andalucía, suma de Podemos e IU, amplió su respaldo en Cádiz y revalidará mandato.

Foto: Sebastián Pérez, candidato a la Alcaldía de Granada, entre Juanma Moreno y Pablo Casado. (EFE)

El PSC, fuera de las capitales catalanas

Los pactos locales no solo perjudican o benefician a las dos grandes fuerzas. En Cataluña, ERC puede perder Barcelona a favor de Colau, pero con el apoyo de los comunes recibe Tarragona —allí el más votado fue el hasta ahora regidor, el socialista Josep Fèlix Ballesteros— y Lleida, en la que Miquel Pueyo desplaza a Fèlix Larrosa y con él al partido hegemónico en la ciudad, el PSC. En Girona, tendría garantizada la continuidad la independentista Marta Madrenas, de Junts per Catalunya (JxCAT). Los socialistas de Jaume Collboni sí compartirán Gobierno de coalición con Colau en la Ciudad Condal.

La Comunidad Valenciana se reparte entre PP, PSOE y Compromís. En Santander (PP), País Vasco (PNV) y Las Palmas (PSOE) no hay cambios

La Comunidad Valenciana tendrá tres alcaldes en sus capitales de colores diferentes: Amparo Marco (PSOE) en Castellón, Joan Ribó (Compromís) en Valencia y Luis Barcala (PP) en Alicante. Los tres continúan en sus puestos. Incluido el último, Barcala, que obtuvo el ayuntamiento en 2018 tras la dimisión del primer edil socialista, Gabriel Echávarri. En Asturias, los dos nodos de poder también tendrán regidores de signos diferentes: el socialista Wenceslao López pierde Oviedo y se lo cede al más votado, Alfredo Canteli, en virtud de un pacto con Cs. A cambio, el PSOE retoma las riendas de su feudo histórico, Gijón, de la mano de Ana González, quien releva a Carmen Moriyón, de Foro Asturias.

Ada Colau anuncia que se presentará a la investidura

En Santander, no hay cambios: seguirá Gema Igual, del PP, que en este caso gobernará con Cs. Una situación similar es previsible que se repita en Murcia: continuará el popular José Ballesta, probablemente apoyado por los naranjas. Tampoco hay mudanza en las tres capitales vascas. El PNV ha reeditado su alianza con el PSE-PSOE, lo que le permite mantener el control de los tres grandes consistorios: Bilbao, con Juan Mari Aburto; San Sebastián, con Eneko Goia, y Vitoria, con Gorka Urtaran.

Los socialistas sí amplían su poder en Galicia: a Vigo y Lugo agregan Santiago, A Coruña y Ferrol, que arrebatan a las mareas. No logran Ourense

Los socialistas sí que amplian su dominio en Galicia: ganaron en tres de las siete grandes ciudades, pero gobernarán en cinco con pactos con la izquierda: A Coruña (Inés Rey), Lugo (Lara Méndez, que repite), Santiago (Xosé Sánchez Bugallo), Ferrol (Ángel Mato) y Vigo, en la que Abel Caballero amplió su inmenso poder y se acercó al 70% de los votos (20 de 27 ediles). Miguel Anxo Fernández Lores, del BNG, sigue fuerte en Pontevedra y Ourense, en la que vencieron los socialistas, pasa a Gonzalo Pérez Jácome, de Democracia Ourensana, que a cambio mantendrá al frente de la Diputación al popular Manuel Baltar, el 'emperador' de la provincia.

Foto: El secretario general del PSdG-PSOE, Gonzalo Caballero (c) junto a la ejecutiva del partido durante la noche electoral del 26-M. (EFE)

Logroño, Palma, Las Palmas...

El PSOE venció el 26-M en Logroño, y se hará con la alcaldía por su entente con Podemos-IU y el Partido Riojano, así que Pablo Hermoso de Mendoza relevará a la popular Cuca Gamarra, miembro de la dirección de Pablo Casado. En Palma, se hará con el consistorio el socialista Pepe Hila. Él ya dirigió el ayuntamiento de la capital balear entre 2015 y 2017, cuando se lo cedió a Toni Noguera, de sus socios de MÉS. Ahora, Hila, reforzado en las urnas, liderará la corporación todo el mandato, con los apoyos de los morados y de MÉS. En Las Palmas de Gran Canaria, repetirá como regidor Augusto Hidalgo, del PSOE, con el respaldo de Podemos y Nueva Canarias.

Las dudas de la jornada se centran en Pamplona, que volvería a manos de Enrique Maya (UPN), y en Canarias, por los pactos cruzados y complejos

¿Dónde quedan las dudas para este 15-J, por tanto? En dos puntos muy distantes. Por un lado, en Pamplona. La fuerza más votada, Navarra Suma (Na+), coalición de UPN, PP y Cs, se quedó con 13 ediles, a uno de la mayoría absoluta. Le sigue EH Bildu, con siete. Pero su candidato, el regidor saliente, Joseba Asiron, solo podría repetir si recabara los votos del PSN (5) y de Geroa Bai (2), pero los socialistas ya han dicho que no le respaldarán. Es más, la candidata del PSN, Maite Esporrín, promete votarse a sí misma. Si todos los aspirantes hacen lo mismo, volvería a ocupar la alcaldía el regionalista Enrique Maya, como lista más votada. Pero podría suceder que la izquierda 'abertzale' y GBai apoyaran a Esporrín, y ella sería la primera edil, algo que Ferraz no desea en absoluto. Lo que ocurra este sábado repercutirá a su vez en la gobernabilidad de la comunidad y en la investidura de Sánchez.

placeholder Los candidatos a la alcaldía de Pamplona Enrique Maya, de Navarra Suma, y Maite Esporrín, del PSN-PSOE, y la candidata de este último partido a la presidencia del Gobierno foral, María Chivite, el pasado 11 de junio en la capital navarra. (EFE)
Los candidatos a la alcaldía de Pamplona Enrique Maya, de Navarra Suma, y Maite Esporrín, del PSN-PSOE, y la candidata de este último partido a la presidencia del Gobierno foral, María Chivite, el pasado 11 de junio en la capital navarra. (EFE)

En Canarias, la ruptura de las negociaciones entre Coalición Canaria y el PP para hacerse con el control de las islas —Cs, actor necesario, rechaza que el nacionalista Fernando Clavijo, imputado en el caso Grúas, continúe en el Ejecutivo, ahora como vicepresidente—, ha devuelto las alianzas al punto en el que se encontraban anteriormente. Ahora todo puede pasar. Tanto que se mantenga al frente del consistorio su actual titular, José Manuel Bermúdez, de CC, el partido dominante en la capital desde hace 40 años, o bien que le reemplace la socialista Patricia Hernández. Ambos necesitan a los naranjas. Las conversaciones en el archipiélago están entrelazadas: se mezclan ayuntamientos, cabildos insulares y el Gobierno regional.

Foto: Alfonso Alonso e Iñigo Urkullu en un reciente pleno en el Parlamento Vasco. (EFE)

En el mapa solo quedarían ya las dos ciudades autónomas. En Ceuta continuará el popular Juan Jesús Vivas que, siguiendo una directriz contraria a Génova, no se apoyará en Vox para no afectar a la "convivencia" en la localidad, con un alto porcentaje de población musulmana. Le facilitará su reelección Manuel Hernández, del PSOE, que no se presentará como candidato. En Melilla, "la ciudad más corrupta de España", las cosas están menos claras: el popular Juan José Imbroda, presidente de la ciudad desde 2000, podría ser descabalgado del poder por una coalición de Coalición por Melilla, PSOE y Ciudadanos. Los naranjas pedían su relevo, pero él no está dispuesto a ceder su cabeza, de modo que podría sucederle Mustafá Aberchán, líder de CpM. Imbroda requiere de los votos de los de Rivera y de Vox para seguir en el cargo.

Foto: Melilla Vice: la ciudad más corrupta de España
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El Confidencial

La España nacida el 26-M, más compleja e incierta, se materializará este sábado. Arranca un nuevo mandato municipal. Pero precisamente la fragmentación del voto, o los pactos que no puedan culminarse para cuando se celebre la sesión constitutiva permite presagiar que puede haber vuelcos incluso durante la legislatura vía moción de censura. En todo caso, cuando acabe la jornada, se podrán echar las cuentas de quién vence y quién pierde poder. Porque sí, ganar es gobernar.

600 consultas a las bases en el PSOE

Los estatutos y reglamentos emergidos del 39º Congreso Federal del PSOE impusieron la celebración de consultas obligatorias y vinculantes a las bases en los casos de pactos de gobierno o cuando el partido facilitara la investidura de un candidato de otra formación. Pues bien, 24 horas antes de la constitución de los ayuntamientos de todo el país, y hasta este viernes, el PSOE validó más de 600 consultas a la militancia, según informó Ferraz

La dirección presume de estar de nuevo "a la vanguardia de la participación y la transparencia". Estaban convocados, señaló, alrededor de 100.000 afiliados en todo el territorio, y han contado estos referendos con una movilización por encima del 50% de las bases. 

El partido, en su nota, destaca la participación en las más de 450 agrupaciones municipales y de distrito de la Comunidad Valenciana, en la que han votado más de 6.000 militantes. Y subraya que el acuerdo del Botànic II, el que ha dado de nuevo la presidencia a Ximo Puig (con Compromís y Unides Podem) ha sido ratificado por "más de un 80% de la militancia" del PSPV. 

El comunicado de Ferraz también el caso de Euskadi. Allí, el 90,16% de las bases ha respaldado el acuerdo de gobernabilidad con el PNV para las instituciones locales y forales, con más de 100 consultas abiertas en los tres territorios históricos. La participación sobrepasó el 60% del censo del PSE. El pacto contó con el refrendo del 97,35% de la militancia de Álava, el 96,77% de la de Gipuzkoa y el 81,32% de la de Bizkaia. 

Ferraz advierte de que todos estos datos crecerán porque quedan pendientes de recabar las consultas en capitales como Ciudad Real o Albacete

Decía Pedro Sánchez en campaña que ganar no es solo ganar. Que es gobernar. Lo tiene grabado a fuego en su piel. No solo porque renació como líder un año atrás, cuando ganó la moción de censura a Mariano Rajoy, la que le permitió primero en unas encuestas en las que cotizaba a la baja y luego vencer con rotundidad en las generales, autonómicas, municipales y europeas del 28-A y del 26-M. También porque en 2015, en su primer examen en las urnas tras conquistar el trono de Ferraz, convirtió unos resultados discretos en un importante balón de oxígeno para el partido. Entonces, los pactos con las formaciones del espectro progresista, muchas nacidas del tronco de Podemos e IU, posibilitaron la recuperación del poder territorial. En ayuntamientos y comunidades. En 2019, cuatro años después, esa estrategia de alianzas ha operado a la inversa, a favor de la derecha. Lo que casi nunca ocurría antes porque el PP no tenía socios potenciales. Pero su espacio se ha fragmentado y sí dispone de compañeros de viaje. Ciudadanos, claro. Y por supuesto Vox.

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