Mantienen como violencia de género el caso del hombre que ayudó a morir a su mujer
La Audiencia Provincial de Madrid no ha atendido el recurso de la Fiscalía, por lo que la investigación en torno a Ángel Hernández seguirá en manos de un juzgado de violencia sobre la mujer
La Audiencia Provincial de Madrid no ha atendido el recurso de la Fiscalía, por lo que el caso de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años, seguirá en manos del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 5. Ángel grabó un vídeo en el que se recoge la muerte para demostrar que solo estaba cumpliendo su deseo de acabar con un sufrimiento constante, pero la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid sostiene ahora que "no se dan las circunstancias para determinar fehacientemente si se trata de un acto de violencia contra una mujer en el ámbito de la pareja, como determina la ley integral de violencia sobre la mujer".
La decisión de los magistrados contradice así la postura de la Fiscalía, que el pasado abril recurrió a la Audiencia Provincial para que se dejara de investigar a Ángel por violencia de género. "El juez de instrucción ha hecho una valoración sesgada", llegó a decir la fiscal de la Sala de Violencia sobre la Mujer, Pilar Martín Nájera, después de que el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid se inhibiese en favor del juzgado de violencia contra la mujer. "Ella había pedido reiteradamente de una forma libre, pública y voluntaria terminar el sufrimiento. No es un acto de violencia de género", argumentó en una rueda de prensa el 11 de abril.
Los magistrados, sin embargo, consideran que estas afirmaciones no han quedado probadas por el momento. "Sin hacer valoraciones impropias a este momento procesal y en recta aplicación del artículo 87.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, considera que no concurre en este concreto instante del proceso, de forma notoria, la causa de exclusión que mantiene la magistrada del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 5", argumentan en un auto de 16 páginas al que ha tenido acceso El Confidencial. Los magistrados argumentan así que en el procedimiento aún faltan elementos probatorios pendientes de practicar que no permiten afirmar en esta concreta fase procesal que deba excluirse la competencia del juzgado de Violencia Sobre la Mujer.
El vídeo y la detención
María José, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años, necesitaba la ayuda de su marido para todo, un sufrimiento por el que terminó pidiéndole que la ayudara a suicidarse, tal y como se ve en un vídeo grabado por el propio Ángel. "Me lo has pedido muchas veces", se le escucha decir a este antes de suministrar a su esposa una sustancia letal. "Yo solo te voy a prestar mis manos", afirma. La fiscal Martín Najera considera que estos hechos descartan que se trate de un caso de violencia de género porque ella había pedido ayuda para acabar con su vida e incluso había adquirido "las herramientas para llevarlo a cabo", pero la Audiencia Provincial de Madrid sostiene ahora que quedan aspectos por investigar.
El mismo 3 de abril por la tarde, día en que murió de María José, Ángel fue detenido en la casa de ambos, en la calle Federico Sainz de Robles de Madrid (distrito Moncloa-Aravaca). Le detalló a la Policía lo que había ocurrido y puso en disposición el último vídeo grabado y otros muchos en los que quedaba probado el deseo de María José y, sobre todo, el sufrimiento pasado durante años. El de Ángel es el primer caso de un familiar que hace pública la asistencia al suicidio y se enfrenta a una causa judicial. El matrimonio también reconoció que, entre otras cosas, eran partidarios de dar este paso para ayudar a otras personas en su misma situación, "y que nadie más tenga que sufrirlo".
Por el momento, a Ángel se le imputa un delito de auxilio o cooperación al suicidio, que contempla penas que van desde los dos hasta los diez años de prisión. Ese delito, sin embargo, prevé una rebaja sustancial en las condenas de aquellos que actúen por "petición expresa, seria e inequívoca" de la víctima, si ésta sufriera "una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar", requisito que se cumple en el caso de María José Carrasco y Ángel Hernández. Pese a ello, el caso ya está en manos de un juzgado especializado en violencia de género.
La Audiencia Provincial de Madrid no ha atendido el recurso de la Fiscalía, por lo que el caso de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años, seguirá en manos del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 5. Ángel grabó un vídeo en el que se recoge la muerte para demostrar que solo estaba cumpliendo su deseo de acabar con un sufrimiento constante, pero la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid sostiene ahora que "no se dan las circunstancias para determinar fehacientemente si se trata de un acto de violencia contra una mujer en el ámbito de la pareja, como determina la ley integral de violencia sobre la mujer".