Prisión para Evaristo González por el asesinato del empresario en Tenerife

El Juzgado de Instrucción número 4 de La Laguna ha acordado este viernes el ingreso en prisión del empresario y abogado tinerfeño Evaristo González como presunto autor intelectual del asesinato del también empresario Carlos Machín, así como de los dos presuntos sicarios que cometieron el crimen y otros dos cómplices. Machín fue tiroteado por dos presuntos sicarios el 18 de abril de 2018 en el aparcamiento de la Escuela de Idiomas de La Laguna.

El pasado miércoles se produjeron ocho detenciones en relación a este crimen, y tres de los arrestados han quedado en libertad provisional como presuntos cómplices, mientras que cinco han sido enviados a prisión preventiva, comunicada y sin fianza, informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

González ingresa en prisión incondicional como supuesto autor intelectual del crimen. También van a prisión los presuntos autores materiales del asesinato y dos cómplices.

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EC/Agencias

El 14 de mayo pasado la Policía Nacional activó un "aparente rastreo" en un barranco de La Laguna, supuestamente para buscar pruebas, lo que llevó a los acusados a activar algunos de los teléfonos que se habían utilizado en la gestación del crimen, "alarmados ante la evidencia de que se estrechaba el cerco".

Entre los tres investigados que han quedado en libertad provisional con cargos por presunta complicidad en el asesinato se encuentra otro abogado tinerfeño, Santiago Martínez, que en las horas que sucedieron a la muerte de Machín actuó de portavoz público de la familia de la víctima, ha indicado la misma fuente.

Los cómplices

Santiago Martínez está investigado por un presunto delito de encubrimiento de asesinato, con la obligación de comparecer ante el juzgado cada 15 días.

Las otras dos personas que han quedado en libertad son dos varones que supuestamente habrían facilitado a los asesinos el coche del que se valieron para consumar el crimen y se les acusa de complicidad en asesinato y de robo con fuerza.

Según el TSJC, han admitido en su comparecencia judicial el robo del automóvil, pero dijeron que no sabían para qué se iba a usar.