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El PSOE rechaza una coalición, aunque se abre a incluir a "miembros" de Podemos
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ENTREVISTA EN 'ESPEJO PÚBLICO'

El PSOE rechaza una coalición, aunque se abre a incluir a "miembros" de Podemos

Ábalos insiste en que el propósito es sacar adelante una agenda de transformación "sin condicionamientos", aunque su propósito sigue intacto: Gobierno socialista con independientes

Foto: José Luis Ábalos, el pasado 27 de mayo en Ferraz. (EFE)
José Luis Ábalos, el pasado 27 de mayo en Ferraz. (EFE)

Los socialistas siguen diciendo no a Unidas Podemos. No quieren una coalición de gobierno al uso, como le reclama Pablo Iglesias. A lo máximo a lo que está dispuesto a llegar Pedro Sánchez, al menos por ahora, es a integrar a “miembros de otras formaciones”, sin que ellos pueda ser catalogado de “coalición”. Puede parecer una contradicción, pero ese es el punto en el que Ferraz quiere situar su marco de negociación para la investidura de su líder, cuyo debate prevé para primeros de julio. Su primer propósito es un Ejecutivo socialista, con "independientes de prestigio".

El secretario de Organización y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, el hombre fuerte del presidente en las conversaciones con otras fuerzas, fue muy explícito este jueves en una entrevista en 'Espejo público' (Antena 3): "De entrada, no nos gusta el término 'coalición'. Nosotros podríamos, en un momento dado, plantearnos la incorporación de miembros de otras formaciones, y en este caso de Podemos, pero desde luego no bajo la fórmula de coalición. Además, una coalición tendría sentida si ambas formaciones sumaran mayoría absoluta, pero no sumamos, por lo que debemos recurrir a otras fuerzas, y que no sean reactivas. Tiene más margen un Gobierno socialista de llevar adelante una agenda progresista sin los condicionamientos que puede suponer otra fórmula. Nosotros hemos dicho reiteradamente que a Podemos lo consideramos un socio programático prioritario. Lo que nos parece más importante es acordar programas de transformación social, que no presencias en el Gobierno. Preferimos hablar de qué vamos a hacer antes de quiénes lo van a hacer, abiertos a personas independientes, de prestigio, que la sociedad se reconoce en ellas, pero queremos que sea de orientación socialista y nos mantenemos ahí. Pero es que además pensamos que es más eficaz, incluso mejor para Podemos".

El PSOE reitera que opta a un Gobierno en solitario

Esa es su reflexión textual. Fuentes de Ferraz insistían posteriormente a este periódico en que Ábalos hablaba "en condicional", como una mera hipótesis de futuro, pero que en todo caso "lo importante" es que el PSOE se mantiene "en el mismo propósito", que es un Gobierno socialista, monocolor, con independientes progresistas y reputados, "como hasta ahora". "Pero luego las circunstancias van determinando, la realidad puede ir cambiando y la decisión final es del presidente", señalaban. Sí enfatizaron las mismas fuentes que se refería únicamente a "miembros de Podemos", y no de otros partidos de los cuales el PSOE necesita apoyos, como el PNV. Es decir, que la pretensión no es "abrir la puerta a otros partidos" que no sea el de Pablo Iglesias. "Pero vamos, hay que esperar, hay que dejar pasar el tiempo y no hay nada claro".

"Podríamos plantearnos la incorporación de miembros de otras formaciones, y en este caso de Podemos, pero no bajo la fórmula de coalición", dice

Posteriormente, en declaraciones a su llegada al Salón Inmobiliario de Madrid, Ábalos se matizó: "Desde una perspectiva de modelo, no cabe hablar de un Gobierno de coalición, porque entran otras significaciones que no compartimos". Insistió en que su partido busca, como ha expresado reiteradamente, un "Gobierno socialista, abierto a personas independientes, comprometidas con nuestro proyecto político". También rubricó que es atribución del presidente decidir su equipo. Los socialistas, añadió, tienen un "papel muy importante", el conferido por los ciudadanos en las urnas, como fuerza "mayoritaria", "con gran diferencia", y ha de actuar con esa "responsabilidad". En ese sentido, perseguirá combinar la "justicia social" con la "estabilidad" institucional.

placeholder Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo en la Moncloa. (Reuters)
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo en la Moncloa. (Reuters)

En el PSOE diferencian entre un modelo de coalición pura y dura, en el que los partidos que la conforman tienen su cuota de poder y codeciden —como ocurrió la pasada legislatura en la Comunitat Valenciana, en la que los socialistas y Compromís se repartieron el Ejecutivo autonómico—, y otro netamente socialista pero que sí integre, quizá en segundos escalones, a personalidades más cercanas a otra formación. En este caso, Podemos. Lo que parece más implanteable, a día de hoy, es que el mismo Iglesias entre en el Gobierno como ministro, como él quiere.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante su reunión en Moncloa con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo. (EFE)

Podemos amaga con tumbar la investidura

La fórmula de colaboración entre las dos fuerzas progresistas es lo que está generando las primeras tensiones en esta legislatura. Los morados siguen demandando un cogobierno, porque pese al descalabro sufrido en los territorios el 26 de mayo, en las generales lograron aguantar y capear el temporal y sus 42 diputados en el Congreso son decisivos para que la investidura de Pedro Sánchez prospere. Podemos, tal y como adelantaba este jueves El Confidencial, se abre a no facilitar la reelección del líder socialista si no se aviene a negociar una coalición. A este planteamiento de los de Iglesias, Ferraz opone que la suma con ellos no es suficiente. PSOE (123) y Unidas Podemos (42) agrupan a 165 diputados, a once de la mayoría absoluta, y otros potenciales socios, que serían necesarios para sacar la investidura, ponen objeciones a un Gobierno compartido.

Ábalos reconoce que ha mantenido un primer contacto con Villegas, de Cs, para comenzar a hablar, pero sin compartir siquiera el diagnóstico

Por otro lado, Ábalos se mostró confiado en alcanzar pactos con Ciudadanos en algunos territorios. Sí reconoció que ha mantenido contacto telefónico con el número dos de la formación naranja, José Manuel Villegas, lo cual ya es un paso, dada la hostilidad total entre los dos partidos en las dos últimas campañas. "Ni siquiera hemos planteado un diagnóstico, más allá de un contacto en torno a la necesidad de hablar, pero ni siquiera hemos compartido el diagnóstico todavía". Los socialistas querrían alcanzar un pacto que les permitiese presidir Castilla y León, Aragón y Murcia, comunidades en las que el PSOE ganó el pasado domingo y en las que basta el apoyo de Cs. En Madrid, Ángel Gabilondo venció, pero su suma con los naranjas no es suficiente, y se necesita la actuación de un tercer partido, Más Madrid, liderado por Íñigo Errejón, que en sendas entrevistas en eldiario.es y en la SER se ha mostrado dispuesto a hablar.

Ábalos: "Apuesto por un Gobierno socialista sin condicionamientos de otra fórmula"

Ábalos avisó a la formación de Albert Rivera de que si se subordina al PP renunciará "a todo a lo que aspiró, a todo". Ahora, siguió, debe reconsiderar su estrategia, "pensar en sus intereses y en qué quieren ser de mayores", pero si desde luego su destino es completar mayorías populares "se convertirán en un instrumento accesorio de ellos". Cs, dijo, "no puede ser la bisagra entre la derecha y la ultraderecha".

Así, el dirigente socialista se mostró convencido de que Luis Tudanca podrá gobernar en Castilla y León, porque allí el PP quedó "absolutamente descompuesto" por un "problema tremendo de liderazgo". Y también debería poder seguir al frente de Aragón el barón Javier Lambán, puesto que mejoró resultados el pasado 26-M (de 18 a 24 diputados en las Cortes regionales).

Foto: El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el secretario general, José Manuel Villegas. (EFE)

En Navarra, los socialistas son la llave. Son la segunda fuerza, con 11 escaños, tras Navarra Suma (20), la coalición que integran PP, Unión del Pueblo Navarro y Cs. Ábalos insistió en 'Espejo público' en que su partido "no negociará con Bildu". Recordó que el actual cuatripartito —de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra—, que lidera Uxue Barkos, ha perdido la mayoría, de suerte que el PSN es la primera fuerza progresista, no nacionalista, de un Parlamento muy fragmentado. Se trata ahora de "equilibrar" un Ejecutivo que "no sea nacionalista, pero sí de impronta progresista". Y el PSOE reivindica para sí la presidencia, "obviamente". Claro que cuadrar el círculo es "muy difícil", admitió.

Contar con Díaz "donde mejor pueda servir"

En la entrevista en Antena 3, José Luis Ábalos negó que el presidente hubiera ofrecido a Susana Díaz un ministerio: "Lo desmiento, porque no se ha planteado". ¿Pero se le ha planteado a la expresidenta andaluza un cargo importante en Madrid?, le repreguntó Susanna Griso. "No, se ha hablado en la conversación que tuvieron [Sánchez y Díaz el lunes en la Moncloa] del papel que se puede desempeñar dentro del proyecto socialista después de las pasadas elecciones. Pero en definitiva no es si no la intención de seguir contando con un referente del socialismo en España, allá donde mejor pueda servir. De eso se habló y nada se concretó", respondió el secretario de Organización. 

❤️🌹 @sanchezcastejon ha ofrecido lealtad, trabajo y compromiso conjunto para volver cuanto antes al gobierno de #Andalucía

👉 El trabajo y el talento de los socialistas andaluces se centrará en ayudar a Pedro en conseguir lo mejor para #España

▶️ @susanadiaz pic.twitter.com/an2W2j1XRz

 

Ábalos insistió en que los cambios en las cúpulas del partido se deciden en los congresos, que se deciden entre el tercer y el cuarto año posterior al último. Es decir, que en el caso federal (y en el de Andalucía) tocaría entre 2020 y 2021. "No hay ninguna intención de hacer ningún congreso extraordinario". Será en el cónclave ordinario cuando se elegirá nuevo líder. 

La propia Díaz negó hoy cualquier oferta de Sánchez e insistió en que su proyecto es seguir en Andalucía

Los socialistas siguen diciendo no a Unidas Podemos. No quieren una coalición de gobierno al uso, como le reclama Pablo Iglesias. A lo máximo a lo que está dispuesto a llegar Pedro Sánchez, al menos por ahora, es a integrar a “miembros de otras formaciones”, sin que ellos pueda ser catalogado de “coalición”. Puede parecer una contradicción, pero ese es el punto en el que Ferraz quiere situar su marco de negociación para la investidura de su líder, cuyo debate prevé para primeros de julio. Su primer propósito es un Ejecutivo socialista, con "independientes de prestigio".

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