Las imágenes de la rebelión: la 'gent de pau' que no lo fue tanto

"Som gent de pau". A lo largo de seis horas, en el tribunal del 'procés' se visionaron este martes los primeros vídeos de los hechos de septiembre y octubre de 2017. Los famosos vídeos. Mira que se ha oído en la sala hablar de los vídeos. La espera se hizo más larga que el estreno de la octava temporada de 'Juego de tronos'. Y al fin, los vídeos llegaron. Abrió el capítulo del estreno la Fiscalía, con su tanda de imágenes en defensa de su criterio: la rebelión que se sustenta en un ambiente insurreccional que se alargó durante semanas. Durante meses. El "clima", lo calificó el fiscal Jaime Moreno.

Los vídeos llegaron y, la verdad, impresionaron. A los presentes en la sala. A los acusados que no pudieron evitar comentarlos en voz alta y mostrar indignación ante la imprecisión del Ministerio Público sobre fechas y lugares. Los fiscales no consiguieron ubicar dónde y cuando sucedieron los hechos que habían pedido que se reprodujeran en las pantallas. Tiempo han tenido.

Provocaron otro efecto curioso. Oír durante horas gritos reivindicativos abre el apetito por la revuelta, la verdad. "Vamos a salir de aquí con ganas de invadir Polonia", comentó una compañera de la prensa. A ojos de la Fiscalía, las imágenes sustentan la rebelión. Y tan claro lo tienen los fiscales que prevén elevar a definitiva su acusación. Rebelión, rebelión y nada más que rebelión. De la sedición, ni hablamos. Ni siquiera aparecerá en su informe como delito subsidiario. Clima intimidatorio, organizado por gran parte de los acusados.

En las escenas reproducidas ante la sala, se volvieron reales los momentos que antes se oyó relatar a los testigos. Tanto policías como ciudadanos. Incontables gritos, abucheos y silbidos. Miles de exclamaciones de "¡fora!, ¡fora!" y de "votarem". Antes de que el transcurrir de las imágenes comenzara a permeabilizar el ojo, a acostumbrar la pupila al destello, algunas se quedaron grabadas.

La percepción es muy subjetiva. Así lo han demostrado los testimonios de unos y otros. Los de las "miradas de odio" y también los de la violencia extrema policial. Pero hay cosas que flotan en un todo, no se sabe muy bien el motivo. Como botellas que acaban en la superficie del mar. En los vídeos de la Fiscalía hubo varios de estos momentos. "Som gent de pau" gritaba un centenar de personas que rodeaba a una decena de guardias civiles en un colegio de Sant Cebrià de Vallalta. Los agentes, codo con codo, espalda en el tronco de un árbol —un árbol incongruente, plantado allí a modo de paraguas inútil—, no parecían notar esa 'pau' (paz) que les gritaba a la cara la muchedumbre.

Desfiló, 'frame' a 'frame', la concentración a las puertas de la Conselleria de Economía. Cuixart, hasta ahora en un segundo plano a la sombra de Jordi Sànchez, tomando la palabra en distintos momentos. Llamando a una movilización permanente. Hasta alcanzar el 1-O. Otros actores de primera fila aparecieron también. Junqueras: "Somos gente que hace lo que le dicta su conciencia. Estamos seguros de que nos ayudaremos los unos a los otros para hacer triunfar la verdad, la libertad y la democracia". En otra imagen, se vio al 'expresident' paseando por Barcelona, acompañado de un grupo de personas con esteladas que le aplaudían mientras reclamaban independencia. Salió Marta Rovira, ahora en Suiza, pidiendo desobedecer al Constitucional. Salió Forcadell subida en un atril: "Os pido que el 1 de octubre vayáis a votar. Votad sí o votad no, pero votad con dignidad. Por Cataluña, por el futuro y por la democracia".

Otra imagen de las que se graban. De las que flotan. Policías encapsulados, agarrados del brazo como parejas de enamorados, tratando de salir de otro centro por un estrecho pasillo de gente. La Conselleria de Economía. Agentes que salen con un detenido. Que tratan de llevárselo. 'Masa' —dirían los testigos policiales— que les rodea. El techo del coche está sembrado de claveles blancos pero nadie los ofrece en paz en la imagen. Empujones, tirones y tensión.

Otras ráfagas. Registros como el de la CUP. Mossos aclamados. Mossos enfrentados a sus compañeros de otros cuerpos. Piedras que caen en un charco tras sobrevolar furgones de policía. Algunas no caen en el charco sino en los furgones. Escraches en los hoteles. La atronadora sirena de un coche de 'bombers' acompañando gritos de 'asesinos'. Vallas que vuelan. Roger Español, el herido que perdió un ojo, es una de las personas que las lanzan. Una silla que impacta, brutal, contra un agente. Otro que resbala y recibe una patada. Barricadas de mesas con apariencia de merienda con Cacaolat.

Hijos de puta. Hijos de puta lanzados en varios grados de intensidad. Y una niña. Unos seis años. En los hombros de su padre. Grita, brazo en alto: 'Fora'.