Fin de una época: el rey Juan Carlos ya no representará más a la Corona

La noticia llegó por sorpresa y en plena resaca de la triple cita electoral. Un comunicado de la Casa Real hacía pública la carta que el rey Juan Carlos envió a su hijo, Felipe VI, en la que expresaba su deseo de retirarse por completo de la vida institucional. "Creo que ha llegado el momento de pasar una nueva página en mi vida y completar mi retirada de la vida pública", decía una de las frases de la misiva. El momento elegido no puede ser más simbólico: este domingo, 2 de junio, cuando se cumplen cinco años de su abdicación y de la posterior proclamación de don Felipe. "Una monarquía renovada para un tiempo nuevo", dijo el Rey el 19 de junio de 2014 ante las Cortes Generales. Era el inicio de una nueva era en la institución.

Y no solo es el aniversario de su abdicación. Da la impresión de que supone el fin de una época. El Rey emérito reconocía en la carta que la idea de retirarse la lleva "madurando" tiempo, aunque apunta directamente a los actos conmemorativos de los 40 años de la Carta Magna como posible punto de inflexión. "Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 aniversario de nuestra Constitución".

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EFE

Y sigue: "Un acto solemne, lleno de emoción para mí, que me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español". De nuevo: el fin de una época de la que el rey Juan Carlos fue uno de los grandes protagonistas y que, cumplida la efeméride, ya forma parte del pasado en un país que se encuentra en un constante cambio político y que podría caminar hacia una reforma constitucional, tarde o temprano.

En Zarzuela, se limitan a recalcar los motivos expresados por el Rey emérito en la misiva dirigida a su hijo recordando que, a partir de ahora, los actos que desarrolle se enmarcarán en su actividad privada, independientemente de si coincide con Felipe VI o no en alguno de ellos. La cuestión es que a partir del próximo domingo don Juan Carlos no acudirá ya a ningún acto en representación de la Corona.

Desde la proclamación de don Felipe, tanto el Rey emérito como doña Sofía han ido desarrollando actividades institucionales de distinto tipo. Aunque don Juan Carlos estuvo apartado durante algunos meses de la agenda pública —coincidiendo con la iniciativa de varios grupos parlamentarios que querían impulsar una comisión de investigación sobre grabaciones de Villarejo a Corinna zu Sayn-Wittgestein (Zarzuela alegó motivos de salud e indicaciones del servicio médico)—, el Rey emérito protagonizó una reaparición por todo lo alto el pasado noviembre con motivo del aniversario constitucional. La Casa Real entendió que debía garantizarle un papel relevante como figura clave de la época y hacedor de la Transición. Protagonizó tres actos de gran significación en apenas cuatro días.

Más recientemente, el Rey emérito ha viajado fuera de España en dos ocasiones representando a la Corona. A principios del mes de mayo, se desplazó junto a la reina Sofía al funeral de Estado del gran duque Juan de Luxemburgo. Tres días más tarde viajó a Nápoles junto a Felipe VI al foro Cotec Europa, que se celebraba en Italia. Los recibieron, por error, con el himno español y la letra que José María Pemán redactó para el régimen de Primo de Rivera. Su último acto institucional tuvo lugar el pasado día 14, cuando estuvo en la reunión del patronato de la Fundación Cotec en el Palacio Real. Sus apariciones estos días de atrás en la Monumental de Las Ventas, durante la feria de San Isidro, se enmarcan en su agenda privada.

Otra de las ocasiones más recientes en que los Reyes eméritos aparecieron juntos fue hace dos semanas en la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba, instalada en el Congreso. Un momento en el que se pudo ver al Rey emérito afectado por la repentina muerte del histórico exdirigente socialista. Será desde este domingo cuando toda su actividad pase a ser privada y deje a un lado por completo la vida institucional que rodea a la Casa Real. En 2014 dejó paso a su hijo para que asumiera la Corona y, en esta ocasión, parece una despedida definitiva y el broche final a la etapa de la que su generación fue protagonista.