Zaragoza, el diputado socialista que aguantó entre el grupo de Vox: "A mí no me achantan"

José Zaragoza tiene mucha mili. Este histórico dirigente del PSC entró de concejal en Molins de Rey en 1983 y ocupa escaño en el Congreso desde 2011. En la sesión de constitución del nuevo Congreso, ha sido protagonista porque cuando los diputados de Vox han ocupado la tradicional bancada socialista, él ha conseguido sentarse entre Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros. "No iba a dejar que me achantaran. Al principio ha habido tensión, pero luego se ha relajado. Al final, me han dicho medio en serio medio en broma que me tenían rodeado y les he contestado, señalando al resto del hemiciclo: 'No habéis entendido que estáis rodeados vosotros y que yo he venido a negociar vuestra rendición'. Abascal entonces se ha reído. La democracia es un lugar donde se sienta y convive la gente que piensa diferente". Así se gestó una de las fotos del día en la Constitución del Congreso.

Sobre las siete y media de la mañana, poco después de que abriera el Congreso, los 24 diputados de Vox acudieron en sigilo al hemiciclo y ocuparon escaños. El día que se constituyen las Cortes no hay lugar asignado y gana el más madrugador. Abascal se sentó así en el cogote de Pedro Sánchez y sus diputados ocuparon los mejores puestos que tradicionalmente ocupan los socialistas. Con su maniobra, mandaron a Adriana Lastra, Meritxell Batet y Rafael Simancas a la quinta fila.

Solo Zaragoza estaba ya a las ocho de la mañana junto a Abascal. Este socialista, conocido por sus posiciones críticas con el independentismo, relata de una tacada por teléfono la escena. "Estaba a punto de desayunar y me ha llamado Rafa Simancas: 'Tío, que los de Vox se han puesto en nuestro sitio, vamos para allá'. Y al llegar veo a todos los nuestros alrededor mirando y los de Vox en los escaños. Nos querían trolear, pero a mí no me humillan. He visto que había un hueco y sin decir ni media he pasado. Estaban como los conquistadores, creían que ya era suyo y se habían relajado. Ortega Smith estaba hablando y me he sentado. Abascal me ha mirado y me ha preguntado: '¿Qué haces tú aquí?'. Y le he dicho que me sentaba porque es nuestro sitio. Me ha dicho que no hay escaño asignado y le he dicho que precisamente por eso me he sentado y que me iban a tener que aguantar. Al principio, ha sido un poco tenso. Yo me he mantenido frío, pero por dentro el corazón lo tenía a 100".

Así, Zaragoza ha quedado sentado en el sitio teóricamente reservado al número dos de Vox. Sin corbata ni traje, se notaba que no encajaba en el atuendo de la formación de derecha nacionalista. Al principio, Zaragoza y sus acompañantes apenas se miraban. Faltaban dos horas para que empezara la sesión y el silencio espeso se percibía desde la tribuna. Incluso se acercaban todos los móviles al pecho para evitar que el vecino lo pudiera ver. El socialista se ha perdido la reunión del grupo parlamentario con Pedro Sánchez, convocada para las nueve menos cuarto, y que ha hecho que los socialistas se vieran destinados al gallinero.

"Mentiría si dijera que Abascal no ha sido educado, y no es por blanquearlo"

Con el paso de las horas —la sesión acabó sobre las dos y media—, se les vio más relajados. "Hemos empezado a hablar de cosa de intendencia, de cómo se vota, de los lavabos, y he hecho de veterano con los novatos. Abascal ha sido más amable y me ha dicho que no le tuviera en cuenta los comentarios a Ortega Smith, que es muy nervioso. Mentiría si dijera que Abascal no ha sido educado, y no es por blanquearlo", explica Zaragoza por teléfono. Afirma que le ha sorprendido el desconocimiento de cuestiones básicas que tenían los nuevos diputados.

El diputado socialista solo se ha levantado una vez en toda la sesión del escaño, cuando ya habían empezado las votaciones. Al volver estaba el sitio ocupado pero, educadamente, la diputada de Vox se ha levantado cuando ha regresado. Él no ha evitado su dosis de provocación. "Me ha venido a saludar Sergi Miquel, un diputado de Convergència. Le he dicho que avisara a Turull, con el que tengo amistad, para que viniera a saludarme. Primero ha venido Cuevillas [el abogado de Puigdemont, diputado de JxCAT], al que conozco hace 20 años, y hemos empezado a hablar en catalán, y estos nos miraban estupefactos. Después ha venido Turull, y Abascal se ha dado la vuelta".

Al final de la sesión, cuando ha llegado el momento de que todos los diputados juraran o prometieran cumplir la Constitución, los independentistas han usado fórmulas en las que se definían como presos políticos o apelaban al mandato del referéndum ilegal de septiembre de 2017. La recién elegida presidenta, Meritxell Batet, ha permitido la fórmula ante las protestas —gritos y golpes en el escaño— de la bancada de Vox. "Estaban diciendo que es ilegal y les he dicho: 'Lo legal es decir 'sí, juro' o 'sí, prometo' y vosotros estáis haciendo lo mismo que ellos". Los diputados de Vox han utilizado la fórmula: "Por España, sí, juro" y, siempre según Zaragoza, le han replicado que no era comparable eso a "la arenga golpista", como la calificó Abascal.

Entonces Albert Rivera se ha levantado a protestar y ha pedido a Batet que pusiera orden y Zaragoza, un espía privilegiado en las interioridades del grupo de Vox, afirma que Abascal ha mandado a los suyos aplaudir. El portavoz, Espinosa de los Monteros, se ha levantado y ha pedido la palabra, pero Batet no le ha hecho caso y no ha podido protestar. "Nos han querido humillar, pero los socialistas no nos rendimos. Soy del PSC, del Baix Llobregat, y estoy acostumbrado a situaciones muy complicadas".