Melilla Vice: una investigación de El Confidencial y porCausa

Melilla Vice es una investigación conjunta de El Confidencial y porCausa que por primera analiza en profundidad las relaciones políticas y empresariales entre el gobierno regional y numerosos empresarios involucrados en causas de corrupción.

Durante un año, una veintena de periodistas se han dedicado a analizar más de 5.000 licitaciones realizadas entre enero de 2015 y 2018 cruzándolos con cerca de 6.000 páginas de sumarios y autos judiciales de varios casos procedentes de la Fiscalía Anticorrupción, especialmente las relacionadas con las operaciones Ópera y Tosca.

Además del análisis de estos documentos, se han realizado viajes a varias provincias andaluzas, a Madrid o Bilbao, además de la propia ciudad de Melilla con el objetivo de entrevistar a todas las partes implicadas. La finalidad ha sido recoger los efectos del nepotismo político en cuestiones como la gestión de los menores extranjeros no acompañados, los vestigios del franquismo, las presiones judiciales, el silencio mediático o la compra de votos electorales en una ciudad que lleva más de 20 años gobernada por el Partido Popular.

La iniciativa surge de la plataforma PorCausa, a raíz de la investigación sobre las empresas que gestionan el control de fronteras en Melilla y que fue publicado también por El Confidencial en 2017 bajo el título “Indra´, Dragados y Ferrovial, los grandes beneficiados del control de fronteras”. El objetivo tras ese primer trabajo ha sido profundizar en cómo funcionan los mecanismos de la corrupción en una ciudad fronteriza como Melilla, principal paso entre Europa y África. El resultado es el que ahora les presentamos.

Créditos:

Coordinación: Lucila Rodríguez-Alarcón, David Jiménez, Ángel Villarino y María Zuil

Redacción: Diana Moreno, Álvaro Bravo, Fermín Grodira, Daniel Domínguez, Marcos García Rey y José Bautista

Formato: Laura Martín, Pablo López Learte, Irene de Pablo, Luis Rodríguez

Fotografía: Carmen Castellón

Datos: Emilia G. Morales, Laura Pérez, Joseba Torronteras y Salvador Carnicero