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El padre imán del yihadista de Sevilla: rastrean su mezquita por apoyar el salafismo
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SE HABÍA CONVERTIDO EN UN FOCO DE RADICALISMO

El padre imán del yihadista de Sevilla: rastrean su mezquita por apoyar el salafismo

Los servicios de la lucha antiterrorista investigan a los fieles de la mezquita que dirigía el padre del detenido en Marruecos tras descubrir que el templo era conocido en Sevilla por su radicalismo

Foto: El padre imán del yihadista de Sevilla. (Atlas)
El padre imán del yihadista de Sevilla. (Atlas)

Los servicios de la lucha antiterrorista están investigando la mezquita que frecuentaba el yihadista que planeaba provocar una masacre en la Semana Santa de Sevilla, Zouhair el Bouhdidi, detenido el pasado 9 de abril en Marruecos poco después de llegar al país para despedirse de su familia, tras tomar la decisión de inmolarse en el recorrido de las procesiones. El templo al que acudía se encuentra a solo unos 150 metros de su casa, en el número 88 de la calle Ortega y Gasset del humilde barrio sevillano de Su Eminencia, y el líder de los rezos es precisamente su padre, Abderrahim Bouhdidi, que también está ahora en el foco de las pesquisas.

Según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas a la investigación, que dirige el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, el padre del sospechoso es conocido en la comunidad musulmana de la capital hispalense por su adscripción al salafismo, una corriente del islam extremadamente rigorista que propugna la aplicación de la sharía o ley islámica, rechaza la integración de los musulmanes en las sociedades de Occidente, considera que el islam es la única religión verdadera y sitúa a la mujer varios escalones por debajo del que supuestamente ocupa el hombre, en todos los planos de la vida.

La familia del presunto yihadista detenido en Marruecos pide respeto

Los salafistas no ejercen la violencia, pero pueden llegar a justificarla. Ese cúmulo de factores es lo que ha hecho que los expertos consideren que esa visión de la fe islámica es el caldo de cultivo perfecto o la antesala para que se desate un proceso de radicalización como el que presuntamente experimentó Zouhair en los últimos meses. Dejó a un lado sus estudios en la Universidad de Sevilla para volcarse en el consumo de vídeos y textos del Estado Islámico. Y finalmente, habría decidido unirse a las filas de ese grupo terrorista y atentar de forma inminente contra una de las celebraciones más importantes de la misma ciudad en la que residía.

Como adelantó El Confidencial este jueves, el detenido habría confesado a la policía marroquí su firme determinación de hacerse detonar entre la multitud que sale a las calles estos días para contemplar las procesiones de la Semana Santa. Fuentes próximas a la investigación añaden que su objetivo era inmolarse con una carga de TATP o triperóxido de triacetona, un explosivo de fabricación casera conocido también como la 'madre de Satán' por su alto poder destructivo. En el registro de su vivienda no se encontró ninguna sustancia, pero su plan era regresar a Sevilla con tiempo suficiente para poder elaborarlo, señalan las fuentes consultadas, que subrayan su “peligrosidad”.

placeholder Dos agentes de la Policía Nacional, durante el registro de la casa donde residía el presunto yihadista. (EFE)
Dos agentes de la Policía Nacional, durante el registro de la casa donde residía el presunto yihadista. (EFE)

En un acontecimiento como la Semana Santa, donde se forman grandes aglomeraciones en callejuelas estrechas, cualquier detonación, por pequeña que fuera, podría haber provocado estampidas o avalanchas que probablemente habrían incrementado de forma significativa el número de víctimas. Incluso sin explosivo seguía representando una amenaza, apuntan los expertos. La célula de Alcanar fabricó TATP en cantidades industriales, pero el material explotó antes de lo previsto. Solo necesitaron unos coches y cuchillos para provocar 16 muertos.

Los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), tratan ahora de identificar a las personas que formaban parte del círculo más íntimo de Zouhair para descartar que contara con colaboradores o algún tipo de infraestructura. Las diligencias se están centrando en la mezquita que lideraba su padre, Al Baraka (La Bendición, en árabe), para averiguar si otros asiduos al templo siguieron los mismos pasos del joven por el influjo salafista de su padre. En el sunismo (la corriente mayoritaria en el islam y la que profesaba el detenido), el imán tiene un amplio margen para interpretar el Corán y dirigir el rezo. No es casualidad que el cerebro de los atentados de Barcelona también fuera el máximo responsable de la mezquita de Ripoll, Abdelbaki es Satty.

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Dos agentes de la Policía Nacional hablan con algunas personas durante el registro. (EFE)

Durante su declaración en Marruecos, Zouhair dio los nombres de cuatro conocidos que también residen en Sevilla y que igualmente están siendo investigados. El detenido llegó a Marruecos el 9 de abril en compañía de otra persona que supuestamente se dirigía a un seminario que iba a celebrarse en Rabat. Esta segunda persona regresó a España el pasado lunes día 15.

En el interrogatorio, el joven también admitió que había comunicado sus planes al Estado Islámico, que lleva meses pidiendo a sus seguidores que atenten en los países en los que viven para tratar de contrarrestar las derrotas que ha sufrido el grupo en Siria e Irak, donde ya ha perdido todos sus bastiones. Precisamente, el pasado domingo se difundió un vídeo en canales de Telegram frecuentados por miembros del ISIS en el que prometían atentados contra la Semana Santa de España. A solo una semana de las elecciones generales del próximo 28 de abril, cualquier ataque habría resucitado el fantasma del 11-M. Es imposible adelantar qué efectos habría tenido un ataque del Estado Islámico en los resultados del 28-A.

La madre del sospechoso y mujer del imán, Aisha, atendió el miércoles por la tarde a los medios que se congregaron en la puerta de su casa para informar del registro. Negó que su hijo fuera un terrorista y aseguró que todas las acusaciones son mentira. “Mi hijo no ha hecho nada”, repitió decenas de veces, ataviada con hiyab negro y gafas de sol. “No he visto nada de nada. Hacía su vida normal, juega al fútbol, va a la universidad”.

Los servicios de la lucha antiterrorista están investigando la mezquita que frecuentaba el yihadista que planeaba provocar una masacre en la Semana Santa de Sevilla, Zouhair el Bouhdidi, detenido el pasado 9 de abril en Marruecos poco después de llegar al país para despedirse de su familia, tras tomar la decisión de inmolarse en el recorrido de las procesiones. El templo al que acudía se encuentra a solo unos 150 metros de su casa, en el número 88 de la calle Ortega y Gasset del humilde barrio sevillano de Su Eminencia, y el líder de los rezos es precisamente su padre, Abderrahim Bouhdidi, que también está ahora en el foco de las pesquisas.

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