La Fiscalía recurrirá la decisión de que Ángel sea investigado por violencia de género

"El juez de instrucción ha hecho una valoración sesgada". La fiscal de la Sala de Violencia sobre la Mujer, Pilar Martín Nájera, se mostró tajante a la hora de valorar el caso de Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años. Martín anunció este jueves que el Ministerio Público recurrirá ante la Audiencia Provincial de Madrid la decisión del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, que ayer se inhibió en favor del juzgado de violencia contra la mujer: "Ella había pedido reiteradamente de una forma libre, pública y voluntaria terminar el sufrimiento. No es un acto de violencia de género", subrayó.

María José, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años, necesitaba la ayuda de su marido para todo, un sufrimiento que nunca llegaba a su fin y por el que le pedía que la ayudara a suicidarse. "Me lo has pedido muchas veces", relató Hernández en un vídeo grabado poco antes de suministrar a su esposa una sustancia letal el pasado miércoles. "Yo solo te voy a prestar mis manos", afirmó. La fiscal considera que estos hechos descartan que se trate de un caso de violencia de género, pues ella había pedido ayuda para acabar con su vida, adquiriendo además "las herramientas para llevarlo a cabo".

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El mismo 3 de abril por la tarde, fue detenido en la casa de ambos, en la calle Federico Sainz de Robles de Madrid (distrito Moncloa-Aravaca). Le detalló a la Policía lo que había ocurrido y puso en disposición el último vídeo grabado y otros muchos en los que quedaba probado el deseo de María José y, sobre todo, el sufrimiento pasado durante años. El de Ángel es el primer caso de un familiar que hace pública la asistencia al suicidio y se enfrenta a una causa judicial. El matrimonio también reconoció que, entre otras cosas, eran partidarios de dar este paso para ayudar a otras personas en su misma situación, "y que nadie más tenga que sufrirlo".

El delito que se le imputa a Ángel es el de auxilio o cooperación al suicidio, que contempla penas que van desde los dos hasta los diez años de prisión. Ese delito, sin embargo, prevé una rebaja sustancial en las condenas de aquellos que actúen por "petición expresa, seria e inequívoca" de la víctima, si ésta sufriera "una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar", requisito que se cumple en el caso de María José Carrasco y Ángel Hernández.

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El Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid se hizo entonces cargo de la investigación, pero este miércoles se inhibió en favor del juzgado de violencia contra la mujer. Para ello, interpretó que la doctrina del Tribunal Supremo establece que la ley obliga a derivar este caso a los juzgados de violencia de género: se trata de un hecho ocurrido en el seno de una relación de pareja y, como tal, debe ser investigado por estos juzgados especializados. La fiscal de la Sala de Violencia sobre la Mujer, sin embargo, no comparte esta postura: "El juez de instrucción ha hecho una valoración sesgada de las sentencias en las cuales se apoya. Precisamente estas sentencias lo que vienen a decir es que no es necesario que exista un motivo o móvil de humillación o dominación sobre la mujer, pero lo que ello supone no es la consideración automática de un delito de violencia contra la mujer cuando la víctima sea mujer".

La fiscal ha anunciado la decisión en una comparecencia de apenas diez minutos: "Es verdad que en principio el juzgado que debe conocer y decidir si está ante un asunto de violencia de género es el juzgado de violencia sobre la mujer, porque es precisamente el especializado, pero en este caso desde el primer momento ya concurren circunstancias y elementos que excluyen y eliminan la violencia de género", argumentó ante los medios de comunicación. "Es necesario que se dé el sustrato o el contexto de discriminación, situación de desigualdad y dominación del varón sobre la mujer", añadió al anunciar que recurrirán la decisión del juez instructor ante la Audiencia Provincial de Madrid. No obstante, el juzgado de violencia machista puede pronunciarse sobre si asume o no la causa antes de que la audiencia resuelva el recurso.