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El teniente del 20-S: "No podíamos salir de la Conselleria, nos habrían machacado"
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"Aquello era una locura"

El teniente del 20-S: "No podíamos salir de la Conselleria, nos habrían machacado"

El capitán, entonces teniente, ha asegurado que la actitud de los Mossos, dependientes en la jornada de la intendente designada por el mayor Trapero, Teresa Laplana, le indignó

Foto: Imagen de la protesta ante la conselleria de Economía el 20 de septiembre. (Assemblea.cat)
Imagen de la protesta ante la conselleria de Economía el 20 de septiembre. (Assemblea.cat)

El juicio del 'procés' se reanudó este lunes con el foco sobre la manifestación celebrada el 20 de septiembre. El responsable del dispositivo de investigación de la operación Anubis, a cargo de registros como el de la Conselleria de Economía, se sentó en la silla reservada a los testigos para dar su visión de lo sucedido en aquella jornada durante el cerco a la sede. El agente relató cómo la tensión fue aumentando en la calle hasta temer que lograran entrar en el edificio: "Sujetamos las puertas para que no se vinieran abajo". Pero ni siquiera una entrada "maciza y de madera" era capaz de frenar a la masa, lo que les hizo buscar una salida alternativa para evitar el choque con los manifestantes: "Nos habrían machacado, había un riesgo objetivo y evidente, lo veían las compañeras de Mossos y me atrevo a pensar que los señores Sànchez y Cuixart también".

El capitán, entonces teniente, aseguró que la actitud de los Mossos, a cargo en aquella jornada de la intendente designada por el mayor Trapero, Teresa Laplana, le indignó. "Provocó indignación en mí", dijo en referencia a su falta de actuación ante lo que él consideraba una situación de riesgo. También habló de sometimiento por parte de la policía autonómica a la decisiones del entonces presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez: "El que tomaba las decisiones era el señor Sànchez, y la señora Laplana las acataba". Llegado el turno de las defensas, el testigo insistió en esta idea: "Esperpéntico me parece tener que gestionar la seguridad con el presidente de una asociación, eso tenían que hacerlo las fuerzas de seguridad".

Foto: La Guardia Civil y los Mossos, durante los registros de Barcelona. (EFE)
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El mando detalló en este sentido cuál fue el papel de Sànchez en aquella concentración. Repitió en varias ocasiones que tenía "poder sobre la masa" y dijo que pese a su "pretendida actitud colaborativa", no facilitó ninguna posibilidad realista. "La señora Laplana se mantenía en un segundo plano acatando las decisiones de Sànchez", aseguró rotundamente. Explicó además que vio cómo la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, se encontraba en las inmediaciones de la Conselleria, mientras que el exvicepresidente Oriol Junqueras entró en el edificio.

El agente insinuó así, por primera vez en el juicio, una connivencia entre el responsable de la asociación soberanista y la policía autonómica. Insistió en que "la voz cantante" la tenía Sànchez, mientras que el comportamiento de la intendente era pasivo. Por ejemplo, describió que ella no veía riesgo en situaciones que a él le parecían objetivamente peligrosas, como los cortes de circulación en la zona.

Las defensas cargaron entonces contra su versión preguntándole por detalles sobre sus conversaciones con Laplana, ante lo que el teniente fue incapaz de recordar cuántas veces había hablado con ella o si la agente iba de paisano o uniforme. Pero las preguntas de los abogados se centraron en más de una ocasión en lo anecdótico —"¿Sabe si esa masa de gente tomaba tapas en medio del bulevar?—, por lo que Marchena tuvo que interrumpir el interrogatorio varias veces.

"Aquello era una locura", destacó el guardia civil, y mencionó los ataques a los vehículos que quedaron aparcados fuera antes de que la multitud comenzara a rodear la Conselleria. "La imagen de mucha gente insultando y gritando 'Fuera las fuerzas de ocupación' impacta, pero cuando los ves encima de los coches...." . En cuanto a las vías de solución que ofreció Sànchez para desalojar el edificio y sacar a los detenidos, las tachó de poco realistas. "Al final era una masa que llegó a ser de 45.000, una superioridad de 2.200 a uno", argumentó. También destacó el intento de asalto a la sede, a lo que respondieron sujetando entre todos las puertas. "Si entran, hubiera podido ocurrir una desgracia".

Indicó que, como "interlocutor de la masa", Sànchez ofrecía un cordón hecho por voluntarios y establecía una serie de condiciones. "No podía acceder personal uniformado. El acceso debería ser a pie, con los detenidos que tenían que ir libres, con un mero acompañamiento mientras se atravesaba la masa", dijo. Aseguró incluso que algún mosso que se encontraba en el edificio también veía irrealizable salir por un pasillo formado por voluntarios de la ANC, tal y como les trasladó una agente con la que hablaron sobre ello. "¿Estáis locos? Si salís con las cajas os matan", les habría dicho la misma.

Foto: Manifestación frente a la Conselleria de Economía el 20 de septiembre. (Assemblea.cat)

Por ello, se le propuso otra opción a Sànchez, "ya que tenía esa capacidad de poder generar cordones". "¿Por qué no uno de tres metros para que circulara un coche?", expresó. Pero el expresidente de la ANC no quiso sacar adelante esta posibilidad: la secretaria judicial terminó saliendo por la azotea y los guardias civiles abandonaron el edificio en dos turnos, uno a las cuatro de la mañana y otro a las siete.

Los agentes "no tuvieron la osadía de salir fuera ante esa masa", ni siquiera para comprar comida. Unos agentes de los Mossos "se apiadaron de ellos" y trajeron unos bocadillos que tuvieron que repartir entre todos. Los coches, en ese punto, ya estaban reventados. El mayor temor eran las armas que sabían que había en el interior y la seguridad de los que habían accedido al edificio, sensación que se mantuvo hasta que pudieron comprobar qué había quedado en los coches: "Las armas estaban escondidas y aparecieron en los vehículos logotipados, habían desaparecido cargadores y otros materiales policiales, pero las armas estaban intactas".

La investigación sobre malversación

El capitán explicó que, además de liderar el registro en Economía, también participó en la investigación sobre la presunta malversación en el referéndum. Su versión al respecto fue clara: campañas para llamar al voto el 1-O fueron pagadas con fondos públicos. El testigo destacó la campaña Civisme, que consistió en anuncios que promocionaban el referéndum, una iniciativa en la que encontraron dos elementos que apuntaban a que se había pagado con dinero de la Generalitat: "El análisis de los correos de Junqueras con esa solicitud y la información que da la interventora de la Generalitat sobre la campaña de Civisme, con la que con la solicitud se incorpora el uso de los fondos de contingencia".

Además señaló cómo en el despacho del entonces secretario catalán de Hacienda, Lluís Salvadó, se encontró un documento que dibujaba una hoja de ruta. Establecía cuatro fases inmediatas, las comunicaciones que había que llevar a cabo con otros países y hasta 41 normas que debían aprobarse de forma urgente. El escrito detallaba además "qué personas deben desarrollar cada una de las funciones", por lo que se hablaba de que la noche del 1 de octubre "debía actuar la ANC" y el 2 de octubre la responsabilidad recaería sobre el propio Salvadó y la actual portavoz del Govern, Elsa Artadi. En la misma línea, dijo que "Diplocat y el Departamento de Exteriores planteaban una ley de acción exterior y la apertura de embajadas", así como una especie de CNI catalán: "Existía una agencia de ciberseguridad".

La Fiscalía puso de nuevo sobre la mesa los pagos a los observadores internacionales que trajo el Diplocat para el 1-O: "Se pidió información a la Intervención General de la Generalitat. Vamos a preguntar a la administración que en su deber de colaboración nos dará la información sobre los gastos del Diplocat, nos dicen que no había ningún gasto", explicó el capitán. El análisis de los correos del entonces 'conseller' de Exteriores, Raül Romeva, ofrecía una versión distinta —"Directamente se estaba gestionando la contratación de observadores"—, pero la gran pregunta quedó de nuevo sin respuesta: "No hemos llegado a determinar si se pagó o no".

El juicio del 'procés' se reanudó este lunes con el foco sobre la manifestación celebrada el 20 de septiembre. El responsable del dispositivo de investigación de la operación Anubis, a cargo de registros como el de la Conselleria de Economía, se sentó en la silla reservada a los testigos para dar su visión de lo sucedido en aquella jornada durante el cerco a la sede. El agente relató cómo la tensión fue aumentando en la calle hasta temer que lograran entrar en el edificio: "Sujetamos las puertas para que no se vinieran abajo". Pero ni siquiera una entrada "maciza y de madera" era capaz de frenar a la masa, lo que les hizo buscar una salida alternativa para evitar el choque con los manifestantes: "Nos habrían machacado, había un riesgo objetivo y evidente, lo veían las compañeras de Mossos y me atrevo a pensar que los señores Sànchez y Cuixart también".

Juicio procés Tribunal Supremo
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