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La vida normal del 'Lobo': pesca, partidos del Real Madrid y operado del corazón
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mikel lejarza acaba de presentar sus memorias

La vida normal del 'Lobo': pesca, partidos del Real Madrid y operado del corazón

El espía más famoso de España se sincera para El Confidencial y relata la persona que hay detrás del agente encubierto. Una de sus frustraciones es que su hijo no haya podido seguir sus pasos

Foto: Mikel Lejarza, cuando ETA puso precio a su cabeza
Mikel Lejarza, cuando ETA puso precio a su cabeza

"Es la primera vez que un periodista quiere entrar en mi mundo, en mi vida personal", señala Mikel Lejarza en conversación telefónica con El Confidencial. 'El Lobo', seguramente el espía español más famoso, 71 años, acaba de presentar sus memorias, escritas junto a Fernando Rueda. 'Yo confieso' (Roca Editorial) es el título. Y este diario le propone confesar, pero no sus andanzas como el topo que desangró a ETA y participó en múltiples misiones secretas para combatir el terrorismo y el crimen organizado, algunas de ellas ya conocidas y casi todas plasmadas ahora en este libro, sino confesar algo más mundano, más normal, descubrir su rutina, qué hace ahora un día cualquiera, qué comida le gusta, qué películas ve, sus aficiones, su familia.

El Confidencial no quiere conocer al 'lobo', solo conversar con Mikel. Y lo hace mientras se sigue recuperando de una delicada operación que sufrió en noviembre. "Me quitaron una válvula, fue una intervención a corazón abierto, pero ya estoy mejor. La angustia y el estrés me han matado poco a poco", señala con cierta ironía. Y es que 45 años de espía, de topo, de infiltrado, de agente negro, pesan mucho. "Luego tuve un proceso pulmonar bastante grave en Navidad, pero ya pasó". Asegura encontrarse bien, y lo más importante, que el médico no le ha puesto limitaciones en lo referente a la dieta.

Foto: Ignacio González (i), Esperanza Aguirre (c) y Francisco Granados (D)

"Siempre he sido muy comilón, como buen vasco de 100 apellidos que nació en un caserío de más de 500 años con su árbol milenario, uno de lo más longevos del País Vasco", explica Mikel, que no duda en presumir de tierra y de orígenes. "Soy de buen comer y no engordo, me gusta un buen vino y de momento la operación no me ha obligado a quitarme nada. Puedo incluso tomar de vez en cuando un chupito de whisky". También le gustan los puros. "Empecé a fumar con 58 años. Yo antes no era fumador pero me trajeron unos habanos de Cuba y desde entonces los fumo".

La conversación no se ha podido realizar en persona. Se trata de una charla amigable a través de un número de teléfono "que en poco tiempo dejará de existir". Mikel sigue manteniendo todas las medidas de seguridad. Y cada cierto tiempo se muda de domicilio. Siempre viviendo de alquiler. "Sigo siendo un trashumante. Aunque con la edad cada vez es más duro". No hay que olvidar que ETA puso precio a su persona cuando descubrió que se había infiltrado en la banda terrorista, empapelando las calles del País Vasco con su rostro. "Condenado a muerte como traidor", rezaba un comunicado etarra. Lo cuenta en el libro y se reafirma con este diario. "Aunque ETA ya no esté hoy todavía hay más peligro. Puede venir cualquier persona buscando sus cinco minutos de gloria y si me pasa algo solo se trataría de un acto de delincuencia".

placeholder El actor Eduardo Noriega, en una de las escenas de la película que llevó a los cines la vida del 'Lobo'
El actor Eduardo Noriega, en una de las escenas de la película que llevó a los cines la vida del 'Lobo'

Aunque actualmente no tiene escolta, va armado. "Mi mejor escolta soy yo", afirma, mientras recuerda que tres veces le denegaron la posibilidad de llevar pistola. "Tres veces me negaron como a San Pedro, pero los abogados pusieron un contencioso administrativo y lo ganamos". El Tribunal Superior de Justicia de Madrid le dio la razón. "Nunca salgo a las mismas horas ni voy a los mismos sitios. Sigo dando vueltas en las rotondas por si me siguen". Llegados a este punto es obligado hablar de sus continuos cambios físicos. ¿Realmente cuántas veces ha pasado 'el lobo' por el quirófano? "Solo ha habido una operación estética", asegura, "que me recomendó Gutiérrez Mellado".

La intervención se produjo en Madrid, justo después de que Mikel disfrutara de unas merecidas vacaciones en Canarias. Fue en el Hospital Angloamericano, que después se convertiría en el Anatómico Forense. "Fue un cambio muy brusco y estuve 15 días vendado. Tras la operación vino a verme mi madre, me miró a los ojos, lloramos y nos abrazamos". Mikel conocería a su mujer, Mamen, ya con el rostro cambiado. Y obviamente con identidad falsa, José Miguel Casas Ferrer. Fue en 1978, en Salamanca. Desde entonces siempre han estado juntos. 'El Lobo' reconoce que sin ella Mikel no hubiera sobrevivido.

Foto: Asamblea de Madrid. (EFE)

"La conocí cuando yo estaba en Salamanca en una misión controlando a mercenarios de Angola que estaban haciendo negocios con el tráfico de armas. Fue en una cafetería. Unos ojos verdes impresionantes. La pillé en un momento bajo porque entonces tenía novio y estaban enfadados. Tú vas a ser mía muy pronto, le dije". Su mujer describe en el libro cómo Mikel le contó que era 'El Lobo'. "Compré la revista 'Blanco y Negro', que hablaba del 'Lobo', y le dije que era yo", recuerda él. Mamen ha sido su apoyo incondicional. Incluso le ha ayudado en alguna operación. "Tiene un sexto sentido", asegura.

La pareja ha tenido dos hijos, un chico y una chica, que hoy tienen 38 y 32 años. Él ha querido seguir sus pasos en el CNI, pero no ha podido ser. "A mi hijo le han rechazado dos veces, y es un chico muy preparado, un informático fabuloso". Mikel se sincera. Sí, él, seguramente uno de los espías más importantes que ha tenido España, está viendo como se hijo no puede caminar por su misma senda. "En cierta medida me siento culpable de que mi hijo no pueda hacer lo que realmente le gustaría", comenta con cierta tristeza. "Y es que a mí me ha gustado lo que he hecho. Nunca me he planteado ser otra cosa, no sabría hacer otro trabajo ni verme de otra manera". Habla en esta ocasión 'El Lobo', orgulloso de su pasado.

placeholder Una de las identidades falsas de Mikel Lejarza, cuando residió en México
Una de las identidades falsas de Mikel Lejarza, cuando residió en México

Nostalgias aparte, Mikel es ahora "prácticamente un jubilado, aunque estaré activo toda la vida. No sé estar quieto". Y como jubilado lleva una vida muy tranquila. "Me gusta dar mis paseos por el monte y, cuando puedo, tertulia con los amigos". También intenta recuperar el tiempo que no pudo estar con su familia. Tiene dos hermanas mellizas y varios sobrinos. "Me he perdido mucho. No pude estar ni en las bodas de mis hermanas ni en el entierro de mis padres". También confiesa que, aunque es vasco y su padre era del Athletic, es seguidor del Real Madrid. "He pasado mucho tiempo en la capital".

En definitiva, disfrutar de familiares y amigos, "ya que la vida es una estrella fugaz". El precio que ha tenido que pagar por recorrer el camino del espionaje ha sido alto. Pone un ejemplo. "Yo no puedo votar en las elecciones porque no estoy empadronado en ningún sitio". Sin olvidar que sus hijos "no pueden presumir de padre". La discreción debe seguir siendo absoluta. Es todo tan complicado, recalca, que tampoco puede tener experiencias que le gustaría, "como dar una conferencia en un campus universitario para transmitir mis conocimientos a los más jóvenes". En la presentación de su libro en Madrid tuvo que entrar por teléfono, mientras hacían de maestros de ceremonia en una sala abarrotada Fernando Rueda y su amigo Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia.

También le apasiona el mar y pescar. "Tengo unos amigos que me llevan en un barquita. Algunos saben que están junto al 'lobo' y otros no"

Mikel se sincera un poco más y asegura que le encanta el cine, sobre todo las películas de espías, "aunque no me gustó la que hicieron sobre mí", y que le gustaría leer más de lo que realmente lee, "pero soy un poco vago". También le gusta pintar. De hecho, antes de ser reclutado como espía estudiaba decoración. "Tuve una etapa de depresión en la que me ayudó mucho pintar cuadros". También le apasiona el mar y pescar. "Tengo unos amigos que me llevan en una barquita. Algunos saben que están junto al 'lobo' y otros no". Ya no caza, "porque reflexioné que quién era yo para quitar una vida. Prefiero pasear por la montaña y ver a los animalitos". Dormir, duerme poco. "Llevo más de 40 años sin poder hacerlo bien". Siempre inquieto. Al fin y al cabo, Mikel es un lobo.

"Es la primera vez que un periodista quiere entrar en mi mundo, en mi vida personal", señala Mikel Lejarza en conversación telefónica con El Confidencial. 'El Lobo', seguramente el espía español más famoso, 71 años, acaba de presentar sus memorias, escritas junto a Fernando Rueda. 'Yo confieso' (Roca Editorial) es el título. Y este diario le propone confesar, pero no sus andanzas como el topo que desangró a ETA y participó en múltiples misiones secretas para combatir el terrorismo y el crimen organizado, algunas de ellas ya conocidas y casi todas plasmadas ahora en este libro, sino confesar algo más mundano, más normal, descubrir su rutina, qué hace ahora un día cualquiera, qué comida le gusta, qué películas ve, sus aficiones, su familia.

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