Casado pide "un voto fuerte" frente a la opción de Sánchez con los independentistas

Pablo Casado aprovechó su primera entrevista preelectoral en TVE para pedir la unidad del centro derecha en las urnas frente a la opción que representa Pedro Sánchez y "los separatistas". El presidente del PP no quiso llamarlo "voto útil", pero sí reclamó "un voto fuerte" a los ciudadanos para estar en condiciones después de los comicios de pactar con las fuerzas afines y lograr acuerdos "hasta con los que no se hablan entre ellos". Se refería así a la experiencia de los pactos alcanzados por el Partido Popular en Andalucía con Ciudadanos y con Vox para constituir un gobierno que pusiera fin a los 36 años de la etapa socialista en el poder.

El candidato de los populares hizo equilibrios para desmarcarse de las formaciones de Albert Rivera (por su ambivalencia en materia de pactos) y de Santiago Abascal por "imitar" al PP, pero siempre sin entrar al choque, sólo para anotar su inexperiencia o "falta de trayectoria".

Casado también presumió de los éxitos en política económica del último gobierno del PP, igual que de los equipos de Aznar, al mismo tiempo que culpaba a Sánchez y a Rivera de que Mariano Rajoy aplicara tarde el artículo 155 en Cataluña y se quedara corto al dejar fuera de la intervención de la Generalitat al aparato de medios y propaganda (TV3), a la policía autonómica y al sistema de enseñanza aplicado en el adoctrinamiento nacionalista.

El presidente del PP insistió en que por esperar a que hubiera un consenso con PSOE y CS, el precepto constitucional "se aplicó después de la declaración unilateral de independencia" cuando se podía haber aplicado "después de las leyes de desconexión" aprobadas en la cámara catalana los días 6 y 7 de septiembre.

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El sucesor de Mariano Rajoy, además de desbordar con su discurso de campaña al presentador, presentó al PP como única alternativa de garantía y con experiencia para retomar las responsabilidades de gobierno después de los 9 meses en el poder de un ejecutivo socialista que considera prisionero de los independentistas.

Casado presentó la posible continuidad de Sánchez en La Moncloa como una reedición del experimento alumbrado con la moción de censura del pasado mes de junio que tendría una nueva fase de desarrollo con la negociación entre el dirigente socialista y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tal y como quedaron en su reunión de Pedralbes.

Opinión

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El presidente del PP 'colocó' íntegro su guion de mensajes preelectorales en la entrevista y, preguntado si admitirá un debate "a cuatro" en la misma TVE, respondió que le pueden valer todas las fórmulas pero que primero quiere de cerrar un "cara a cara" con el actual inquilino de La Moncloa. Según Casado, los españoles quieren y tienen derecho al habitual mano a mano entre el titular y el aspirante, "entre los dos candidatos que pueden ser presidentes del Gobierno, lo mismo que pasa en todos los países del mundo desarrollado".